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AMLO juega de local en el Azteca; una multitud aclama sus promesas

Los ojos del mundo estaban a nivel de cancha, así como los de 87 mil personas que asistieron a su cierre de campaña

Escrito en NACIÓN el

Durante los días de campaña y ante las multitudes arremolinadas que buscaban ya no una foto, sino sólo tocar al candidato, un periodista en San Luis Potosí dijo: “A Andrés Manuel sólo falta que le comprueben un milagro”. 

Lo más cercano a esa utopía que hasta hoy parecía reservada sólo para el dios futbol ocurrió esta noche: el tabasqueño llenó con 87 mil personas el Estadio Azteca para cerrar su tercer intento por alcanzar la Presidencia de la República. 

La proeza se antojaba imposible luego del agravio del fin de semana en otro estadio el “Luis Pirata Fuente”, en el que el tabasqueño perdió por goleada pues el recinto veracruzano estaba semivacío. 

Con banderas, máscaras, playeras y peluches, los hinchas electorales de “El Peje” arribaron al encuentro a las 13:00 horas. Se comportaron como auténticos fanáticos futboleros, pues dieron el portazo pasadas las 17:00 horas cuando los boletos para entrar al mitin fueron insuficientes. 

Al centro y en el área chica, invitados especiales y la prensa. Según datos de Morena, se repartieron 500 acreditaciones en sólo 12 horas entre periodistas nacionales y extranjeros. Los ojos del mundo estaban a nivel de cancha. 

Eran las 17 horas con treinta minutos y la proeza parecía imposible: sólo las partes bajas del estadio se habían ocupado por familias enteras; obreros jubilados que en el casco portaban la consigna “sin pueblo no hay democracia”; simpatizantes provenientes de Oaxaca, Querétaro y Veracruz que se acompañaron de tortas, refrescos y fruta. Además del riguroso impermeable por aquello de los aguaceros veraniegos. 

Afuera los filtros para ingresar al coloso no se daban abasto y el “complot” se convirtió en un rumor que circuló de boca en boca. “Quieren hacerle el vacío a Andrés Manuel”, dijo Margarita, una mujer que rondaba los 40, de ceño fruncido y con sus hijos en cada mano. 

Al ritmo de sones mixtecos, las localidades comenzaron a agotarse. El llamado “AMLOFest” tomaba forma. Andrés Manuel cerraba un mitin en Villahermosa, Tabasco, en su “agua”, pero las olas se hacían en las gradas del Azteca. 

Sobre éstas los simpatizantes bailaron cumbia. Margarita “La Diosa de la Cumbia” cantó durante una hora; sus bailarines arrancaron suspiros de señoras listas para la cuarta transformación y sus coristas las miradas de hombres decididos a acabar con la corrupción. Mientras, la revolución llegaba y había tiempo para cepillar el piso. 

Después de la cumbia, la popera Belinda demostró que poco importa el playback cuando la más güera es Morena y cuando los cambios de ropa nunca son suficientes. Con invitado incluido -Espinoza Paz- la reina del baile de “El Sapito” puso a cantar al estadio “México lindo y querido”. 

“Gracias Andrés Manuel, gracias Marcelo Ebrard”, se despidió y en minutos el coro unísono se convirtió en “Es un honor estar con Obrador”. 

De la mano de Beatriz, su esposa, el tabasqueño apareció para emitir el último discurso de las campañas que encabezará en su vida. Desde la altura de la portería del visitante -donde fue instalado el escenario- el candidato de la coalición “Juntos Haremos Historia” dedicó su lucha a figuras de la izquierda mexicana.

"Estoy seguro que la noche del domingo desde el cielo van a celebrar el triunfo que ellos ayudaron a construir. La victoria del domingo se ha ido concretando con la abnegación, el malestar que provocó ese régimen que va terminar", dijo y volvió a hacer un guiño a Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, al tiempo que anunció el domingo votará por Rosario Ibarra de Piedra.

Tras arengar propuestas conocidas como cancelar la Reforma Educativa y acabar con la corrupción, López Obrador celebró que sean clases sociales que antes lo repudiaban y sectores de la población que no confiaban en quienes hoy podrían apuntalar su triunfo. 

“El despertar de muchos ciudadanos de clase media que antes hasta nos insultaban y que ahora nos respetan y votarán por nosotros, soy el candidato de más edad, pero los jóvenes con su imaginación su frescura y su rebeldía saben que nosotros representamos lo nuevo. Buscaremos una transformación pacífica y ordenada, una transformación sin violencia”, prometió. 

Ante destellos de flashes que provenían desde gayola, el tabasqueño pidió un triunfo contundente el próximo domingo, llamó a sus simpatizantes no confiarse y salir a votar. Como una de sus últimas promesas aseguró que se convertirá en guardián de las libertades políticas en México. 

Pletórico, el coloso de Santa Úrsula vitoreó a su candidato. Aunque lo de él es la plaza pública, este miércoles Andrés Manuel jugó de local.

ams