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Científicas excluidas de Cátedras Conacyt luchan por regresar a la divulgación

La cifra de catedráticos activos ha disminuido más, a mediados de 2019 había mil 508 activos y en el conteo oficial más reciente eran mil 200

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“Yo creo que tal como se ha portado Conacyt en los últimos tiempos, nos ha excluido de muchas formas. Una de estas es que todos los que estábamos en Cátedras por los propios lineamientos teníamos el SNI; sin embargo, cuando a mí me quitaron el trabajo y a mis compañeros también, nos dejaron de pagar el SNI y no sólo eso, nos dijeron que debíamos un mes o dos meses que habíamos estado recibiendo, pero que ya no estábamos contratados”, relató Heréndira Téllez Nieto, quien formaba parte del Programa Cátedras Conacyt, pero fue despedida sin justificación en 2019.

Así como ella, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) tenía al menos 150 demandas de catedráticos que fueron despedidos injustificadamente, con corte a junio de 2020. Sin embargo, la cifra de catedráticos activos ha disminuido más, a mediados de 2019 había mil 508 activos y en el conteo oficial más reciente eran mil 200, por lo que hay otros 300 investigadores que salieron en los últimos dos años.

“Me gustaría destacar que no todos los catedráticos han sido despedidos, a muchos se les ha solicitado la renuncia y algunos compañeros por miedo han firmado la renuncia, entonces no tenemos datos específicos de cuántos han sido de baja por renuncia forzada y cuántos por despidos formalmente”, señaló.

Heréndira ingresó al programa de Cátedras en 2017, fue aceptada en la Universidad de Sonora, en el área de lingüística, como parte de un programa de acompañamiento y rescate de lenguas indígenas de la región del noroeste, haciendo un repositorio.

En octubre de 2019, la investigadora observó que le habían suspendido su correo institucional, después cuando fue al banco vio que no tenía dinero en su cuenta. Al preguntar, en el Conacyt la enviaron a jurídico, donde le informaron que estaba despedida, sin darle alguna razón de esta medida, sólo le dijeron que le enviarían un documento a su casa, el cual nunca llegó.

Al revisar el colectivos y foros se dio cuenta de que su caso no era aislado, sino parte de un problema generalizado en el Programa de Cátedras. “Nosotros no tenemos una seguridad plena de porque fuimos despedidos, porque hubo diversas versiones, pero todo tiene que ver con este tipo de abuso de las instituciones receptoras en muchos casos.

“Sí es un problema del Conacyt, porque no supo implementar el programa en las diversas universidades o instituciones, no nos dio garantías, estos problemas se han ido expresando en diversos momentos”, indicó la investigadora.

Heréndira y sus compañeros interpusieron demandas desde diciembre de 2019, a principios de 2020 tuvieron una reunión con el Conacyt, pero no se llegó a ningún acuerdo. Después, la pandemia mantuvo en la congeladora el proceso.

“NO HE PODIDO ENCONTRAR TRABAJO”

Heréndira estudió filología clásica, es especialista en lenguas griega y latín, así como en el estudio de la lingüística general, esto le ha permitido adentrarse en el estudio y conservación de las lenguas indígenas.

Sin embargo, el nivel de especialización que tiene le dificulta encontrar espacios laborales donde pueda poner en práctica sus conocimientos, esto ha causado que, a casi dos años de su despido de Cátedras, siga en la búsqueda de una oportunidad.

“Esta es un área restringida, prácticamente de especialistas y en el mundo hay muy pocos especialistas, entonces no es que yo tenga salida laboral en cualquier ámbito, sino que es una cosa muy específica. No he podido encontrar trabajo porque no hay algo tan específico en investigación, no solamente es lo económico, sino también todos los proyectos que se dejan colgados, los alumnos que tenemos de tesistas”, expresó la investigadora.

A pesar de tener doctorado, estudios de especialización y de haber formado parte del Sistema Nacional de Investigadores, Heréndira actualmente se siente excluida y discriminada, ya que no puede seguir manteniendo este grado porque no da clases ni apoya a tesistas, como lo marca el reglamento, por eso criticó que a otros sí se les dé el estímulo económico y se les permita estar en el SNI sin cumplir con estos requisitos.

“Yo creo que los lineamientos del Conacyt últimamente han sido muy restrictivos y excluyentes con las personas que no tenemos trabajo y en general es así, si no tenes trabajo no se te paga el SNI, y a cambio hay una cláusula que les permite cobrar a los funcionarios, creemos que son contradicciones del Conacyt que deberían ser arregladas”, manifestó. 

A casi dos años de que fue despedida, Heréndira pide que haya diálogo con la directora del Conacyt, María Elena Álvarez-Buylla y que haya reparación del daño que le han hecho a ella y a sus compañeros.

“Queremos que sea sensible a nuestras demandas, que nos escuche y, de ser posible, todos queremos integrarnos a este Programa de Cátedras Conacyt por su valor para el país y para la ciencia en general”, enfatizó la investigadora.

ÁLVAREZ-BUYLLA ALISTA NUEVOS LINEAMIENTOS PARA CÁTEDRAS, PERO NO HABLA DE LOS DESPIDOS

El programa de Cátedras surgió en 2014 con el objetivo de evitar la denominada “fuga de cerebros”, por lo que a través de este mecanismo se buscaba suplir la falta de puestos de tiempo completo en las instituciones universitarias y de investigación.

La revista científica Science publicó el pasado 2 de junio el texto “Falta de humanidad: cientos de investigadores de carrera temprana expulsados por la agencia científica mexicana”, en el que relató la situación que enfrentan integrantes del programa de Cátedras del Conacyt, quienes fueron despedidos sin justificación alguna.

La revista científica señaló que el Consejo, que encabeza María Elena Álvarez-Buylla tenía 145 demandas activas por despido injustificado, a junio de 2020, por un monto de 8.2 millones de pesos en daños.

Álvarez-Buylla Roces se reunió este miércoles de manera virtual con cerca de mil miembros para dialogar sobre los nuevos lineamientos del Programa de Cátedras, no se tocó el tema de quienes fueron despedidos o forzados a dejar su cargo.

En este nuevo lineamiento, el Conacyt prevé la emisión de un estatuto del personal académico y un apartado específico para las condiciones generales de trabajo, con los que busca proteger los derechos de las y los catedráticos, así como asegurar su vinculación con las instituciones receptoras.

Señaló también que el Programa Cátedras Conacyt operará a través de dos modalidades: la primera orientada a las actividades que se desarrollan en las universidades e Instituciones de Estudios Superiores, con base en cinco ejes rectores: fortalecimiento de la comunidad científica; ciencia de frontera; Programas Nacionales Estratégicos (Pronaces); desarrollo tecnológico de vanguardia e innovación abierta, y acceso universal al conocimiento.

En tanto, la segunda modalidad estará enfocada en proyectos de investigación prioritarios para el país, como los temas de salud, seguridad humana y energía, los cuales deberán llevarse a cabo de manera articulada con diversas dependencias de la Administración Pública Federal.

A la fecha el Programa Cátedras Conacyt ha fallado no sólo a los cientos de científicos que fueron despedidos sin justificación, sino también a quienes continúan formando parte, pues no tienen las condiciones necesarias para hacer su labor.

Por esta razón surgió el Sindicato Independendiente de Trabajadoras y Trabajadores de Investigación de Cátedras Conacyt (Siintracatedras) que presentó al Consejo un pliego petitorio y busca que se establezca un contrato colectivo de trabajo.

El Siincatedras señaló que es bueno que haya mayor apertura del Conacyt para revisar la situación de los miembros del programa, pero resaltó “la necesidad de avanzar hacia la negociación de un contrato colectivo de trabajo como la única vía legal  y legítima para establecer condiciones laborales justas a largo plazo, proteger los derechos laborales, establecer mecanismos para prevenir y resolver conflictos y tener un continuo diálogo transparente y constructivo para la atención de la conflictividad laboral”.

MJP