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La ley chilena que sí ayudó a reducir consumo de comida chatarra

A dos años de su implementación, las familias ya son más conscientes de lo que comen

Escrito en DINERO el

Una ley que obliga a las empresas a etiquetar de forma diferente aquellos alimentos que superan niveles de azúcar, grasa y sodio, han logrado disminuir su consumo en Chile, informó este viernes el portal de BBC.

 El presidente de AB Chile, la cámara que reúne a las empresas alimentarias, Rodrigo Álvarez considera que al comienzo de la implementación de esta ley hubo una caída en las ventas. 

"Nosotros nunca aludimos al tema económico del impacto, pero si me haces la pregunta, ha habido un costo importante en términos del cambio de la estructura de costos", dijo.

Esta legislación fue aprobada en 2016 y tiene como objetivo dar una solución a la obesidad, un problema que afecta a un tercio de la población mundial.

La ley ha impuesto de forma gradual reglas más severas sobre la publicidad dirigida a niños, la información nutrimental de alimentos y el abasto en escuelas del país.

Dichas etiquetas son en realidad sellos negros, grandes y llamativos que son puestos en los alimentos, junto con el texto “ALTO EN”.

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A dos años de entrada la ley en vigor, el 27 de junio pasado se aprobaron nuevos productos a los que se le incluirán los nuevos sellos.

De acuerdo con información de 2017, de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 63% de la población adulta tiene sobrepreso, una tasa que se reduce al 50% en niños de seis o menos años de edad.

Después de México, Chile es el país que más consume alimentos procesados en la región, con un promedio de 201 kilos anualmente por persona.

Esta ley fue impulsada por Guido Girardi, un senador graduado en medicina, que después de diez años, protestas y peleas con medios, políticos y ciudadanos, logró que se aprobará.

"La gente no es obesa porque sí, sino porque ha habido publicidad engañosa, porque especialistas en neurointeligencia han manipulado a las personas para que cambien sus modelos de alimentación tradicional", dijo Girardi para la BBC.

A pesar que esta ley ha intentado promoverse en Colombia, Estados Unidos y México, las empresas de alimentos lo han impedido bajo presión política y argumentos sobre el impacto real de una ley en la cultura alimenticia.

Por su parte, Rodrigo Álvarez, considera que está ley no está siendo equitativa con alimentos “tradicionales” que son igual de perjudiciales.

"El problema no es necesariamente la cantidad de azúcar que tenga cada producto; es el tamaño y la cantidad de las porciones y por eso nosotros proponemos un abordaje más explicativo de la norma para que la gente modifique sus hábitos alimenticios", concluye Álvarez.

Sin embargo ni el senador ni AB Chile saben a ciencia cierta si la ley ha funcionado o no. El ministerio de Salud estima que esto se sabrá en 8 o 10 años.

Lo que sí es visible es el cambio de actitud de niños hacia alimentos en los supermercados. BBC entrevistó a tres familias, en dos de ellas los niños expresaron un rechazo a alimentos con dichos sellos.

"Es que tienen mucha grasa, guácala", dijo Leonor López, una niña de 10 años.

(Con información de BBC)

cmo