SAN VICENTE CHICOLOAPAN, Edomex.- La familia Solís llegó a vivir a ejidos de Cuautlalpan hace dos meses, en el límite entre los municipios de Texcoco y Chicoloapan, pero para tener derecho a la energía eléctrica por parte de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) tienen que pagar la deuda de 8 años atrás, de lo contrario no tendrán derecho a este servicio público.
En esa franja fronteriza municipal hay más de 300 familias afectadas que tienen de dos meses a tres años de habitar en esa nueva colonia, que por cierto aún no tiene nombre.
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Las casas en las que viven las familias son de lámina o de tabique con techos de madera o cartón, pero a pesar de las condiciones de pobreza en la que se encuentran, la CFE les está cobrando la deuda de 8 años atrás.
Sin embargo, los colonos de esa nueva comunidad no están de acuerdo en la deuda que les impone la CFE a cambio de recibir el servicio eléctrico.
Rosalinda, madre de una de las familias afectadas, señaló que no existen como colonia ni tienen calles o incluso servicio de agua, pero la CFE les quiere cobrar una tarifa residencial.
En esa zona ejidal hay ocho transformadores de la CFE con un medidor comunitario, y la deuda que llegan a tener por cada uno es de 9 mil hasta 20 mil pesos.
"En cada transformador hay de 20 a 80 familias, y la deuda es de acuerdo al tamaño de usuarios que están conectados a los cables de la CFE".
Las familias de ejidos de Cuautlalpan dijeron a La Silla Rota que no logran saber por qué tienen que pagar deudas de ocho años atrás, cuando las familias "más viejas" en esa comunidad apenas tienen tres años viviendo ahí.
En febrero de este año, con el apoyo de la Policía, los trabajadores de la CFE llegaron a retirar los ocho transformadores que alimentaban de energía eléctrica a las familias que viven en el límite entre Texcoco y San Vicente Chicoloapan.
Pero un mes después regresaron para colocarlos de nueva cuenta, aunque con medidores comunitarios y con la condición de que se pagara la deuda de los 8 años atrás.
Las familias no sabían qué hacer o con quién acudir para saber el motivo de ese abuso por parte de la paraestatal.
Se acercaron a la organización Antorcha Campesina, pero meses después sus líderes abandonaron la lucha de los colonos para lograr bajar el costo de la energía eléctrica y el adeudo.
"Antorcha lo único que logró fue bajar la deuda de 8 años a cuatro, pero aun así se tiene que pagar energía que no se consumió", dijeron los vecinos del lugar.
Lo peor, acusan, es que aunque paguen el servicio eléctrico, la CFE no les entrega un recibo de lo que han tenido que liquidar hasta la fecha.
En el transformador que está conectado, los Solís tiene un adeudo de 9 mil pesos, y mensualmente abonan 145 pesos cada familia "sin recibo".
Las más de 300 familias que viven en esa nueva comunidad, ubicada en el límite de Texcoco y Chicoloapan, lamentan que no son escuchadas por las autoridades municipales y mucho menos por las federales para solucionar sus dudas de por qué deben pagar 8 años se adeudo, cuando no tienen tanto tiempo viviendo en ejidos de Cuautlalpan.
ams