Main logo

El cruce en la vida de Tatiana y “El Chepe”

El ataque contra el cadenero en la taquería “El Califa” culminó en el asesinato de la estadunidense recién casada

Escrito en METRÓPOLI el

Tatiana Mirutenko y su esposo, James, llegaron a México para celebrar su primer año de casados. Luego viajarían a Italia, pero los planes que hicieron por meses se desvanecieron en segundos.

Poco más de 24 horas después de llegar a la Ciudad de México, Tatiana, de 27 años de edad, fue asesinada al salir de una taquería en las Lomas de Chapultepec.

Amante de los perros y aficionada al equipo de hockey Blackhawks, Tatiana aceptó venir al país por invitación de un amigo mexicano que conoció en Chicago, ciudad donde residía.

Captan en video al asesino de abuelo y nieta en la Del Valle

Dicho amigo, identificado como Ulises, contó a las autoridades investigadoras, bajo el expediente FMH/MH-3/UI-1S/D/370/07-2018, que él, Tatiana y James acudieron al bar “La Santa”, en Polanco, de donde salieron para dirigirse a la taquería "El Califa", sobre Paseo de las Palmas.

Eran las 5:35 horas cuando el trío pagó la cuenta y se encaminó a la salida. Allí, sus vidas se cruzaron fatalmente con la de un cadenero de antros, José Manuel Serrano Ojeda “El Chepe”, quien estaba por entrar al restaurante.

Serrano Ojeda abrió la puerta de cristal de la taquería y la sostuvo para que Tatiana, James y Ulises salieran. En ese momento se oyó una seguidilla de balazos.

Tatiana se desplomó al pie de la puerta y “El Chepe” alcanzó a correr unos metros. Ambos fueron alcanzados por las balas, pero la joven estadounidense murió al instante, mientras el cadenero quedó lesionado.

El atacante fue hacia una motocicleta en marcha donde lo esperaba otro individuo. Ambos lograron huir pese a que la zona es altamente comercial y transitada, incluso durante la madrugada.

La confusión invadió a James y a Ulises. Ninguno tenía idea del porqué de la agresión. No había sido un robo y no habían tenido problema alguno en el bar donde estuvieron ni en la taquería.

ASÍ LLEGARON A MÉXICO

Tatiana era de origen ucraniano y laboraba como analista en una empresa terapéutica, mientras James se había tenido que mudar a San Francisco, California, para trabajar en una compañía que daba servicios de tecnología y outsourcing.

Ulises, amigo de la pareja, es originario de Chihuahua y desde hacía más de un lustro habitaba en Chicago, donde tenía su propio negocio de servicios.

Un día más tarde del ataque, el Procurador capitalino, Edmundo Garrido Osorio, develó un tanto el panorama que tenía a la familia Mirutenko y la de James en un mar de confusión: el objetivo de las balas era “El Chepe”.

Este hombre, nacido en Guerrero, había salido del centro nocturno “La República”, ubicado en el número 407 de Masaryk, en Polanco.

Ahí era cadenero, pero lo había sido también en el Baby’O de Acapulco y en decenas de las más afamadas discotecas del país.

Tiene 46 años de edad y arribó a la taquería en un Mazda rojo, el cual, descubrieron los investigadores de la Policía, fue seguido por la moto en la que iban los asesinos.

“El Chepe” fue trasladado a un hospital con dos heridas de bala en el tórax y pierna derecha; entró a cirugía y sobrevivió.

No ha podido rendir declaración, pero los detectives de la Procuraduría capitalina saben que desde hacía varios años estaba en contacto con el hampa local y de otras entidades, debido a su actividad en antros frecuentados por capos y gatilleros.

Según las indagatorias, varios bares y antros de Polanco han sido sitiados por narcomenudistas, los cuales amenazan a los dueños y sus empleados para que les permitan vender drogas e ingresar armados.

El propio “Chepe”, acorde con testimonios recogidos por agentes de investigación, había sido blanco de amagos no denunciados.

Vive solo en Huixquilucan, justo a donde escaparon los sospechosos que, por error, le quitaron la vida a Tatiana Mirutenko.

ams