Sonora (La Silla Rota).- La pesadilla iniciada el 21 de septiembre de 2017, terminó de manera definitiva este viernes para la Familia Gil Urías, luego de que el ministerio público retirara los cargos en contra de Kassandra Gil Urías, ex empleada de la casa de empeño First Cash en Hermosillo procesada por el delito de robo.
A la joven de 22 años se le concedió libertad condicional en octubre del año pasado para llevar su proceso fuera de prisión, después de haber estado encarcelada durante 21 días, al enfrentar un cargos por el delito de robo equiparado, pues por desconocimiento de la ley, aceptó un Play Station robado en la casa de empeño para la que trabajaba.
Este viernes fue citada en los tribunales del poder judicial para informarle sobre la absolución del delito que se le imputaba, dado que el ministerio público no proporcionó más pruebas al juez que acreditaran su culpabilidad.
“Estoy muy contenta y agradecida con todos los que siempre me apoyaron y creyeron en mi inocencia, por fin esto termino, fueron meses muy largos para mí, de espera y de audiencias pospuestas, pero ya Gracias Dios quedé libre de toda culpa”, expresó Kassandra.
Madre soltera y con un hijo de dos años, fue arrestada tras un cateo realizado por agentes de la Fiscalía General de Justicia en Sonora, se le vinculó a proceso y por el tipo de delito se le dictó medida cautelar de prisión preventiva.
Caso Kassandra trasciende y a su lucha se une sociedad hermosillense
Usuarios de redes sociales y familiares de la joven empleada solicitaron apoyo para que se unieran a la página de Facebook ‘Justicia por Kassandra’ y se alzara la voz ante la indignación social que provocó el caso de esta chica.
El 9 de octubre iniciaron las manifestaciones en Hermosillo para exigir la libertad de Kassandra.
Con pancartas que incluían la leyenda “Justicia por Kassandra”, familiares y amigos de la joven de 22 años encarcelada por el delito de robo equiparado por aceptar en empeño un videojuego hurtado en el negocio First Cash, donde trabajaba, marcharon de palacio de gobierno hasta la casa de la gobernadora Claudia Pavlovich en protesta por su encarcelamiento
La principal exigencia fue poner a Kassandra en libertad y le permitieran presentar pruebas a su favor que la deslindara de responsabilidades.
Aproximadamente 50 personas acudieron a este mitin en apoyo a la joven de 22 años, madre soltera de un niño de dos años, quien por desconocer lo riguroso de la ley para regular las casas de empeño, resulto acusada de robo debido a que fue ella quien recibió el aparato en cuestión a la persona que fue a ofrecerlo al establecimiento.
La mamá María Teresa Urías aseguraba que se había cometido una injusticia con su hija y que la ley estaba hecha para perjudicar a quien menos tiene.
“Aquí no hay nada que investigar, fue un cuatro el que le pusieron a ella, desgraciadamente se inclinaron hacia la persona más débil, eso es lo que se está demostrando”.
Tanto el ministerio público como el juez Jesús Alejandro Bojórquez se ensañaron con su hija, agregó.
Su vida a partir de hoy será sin pendientes con la justicia
Sus prioridades de adolescente a la etapa adulta han cambiado, a los 18 años al haber concluido la preparatoria, Kassandra decidió dejar los estudios para comenzar a trabajar.
Su primer empleo fue en una tienda Coppel donde duró dos años y posteriormente ingresó a la casa de empeño donde trabajó por ocho meses.
La experiencia de haber pasado casi un mes en prisión y estar atada durante meses a un proceso penal, le cambió la perspectiva de la vida.
Ahora comprende la importancia de seguir con su formación profesional, más adelante dijo, planea ingresar a los estudios de nivel superior para dedicarse a la docencia. Maestra de matemáticas es la profesión con la que se visualiza en unos años más.
“Quiero retomar mis estudios, me gustaría ser maestra de matemáticas y seguir adelante con mi hijo, tengo el apoyo de mi familia quien nunca me abandonó en todo este proceso”.