La Fiscalía General de la Nación, la Policía Nacional y Migración Colombia capturaron a 18 personas que estarían vinculadas a prácticas sexuales con la cooptación de menores para ejercer la prostitución, es decir, turismo sexual, en sitios turísticos de Cartagena y en el extranjero.
Luego de varios meses de investigación, se reveló un fenómeno criminal que iniciaba en barrios vulnerables de la ''Ciudad Heroica'' con el fin de buscar adolescentes y niños para ser explotados sexualmente en la zona turística de la ciudad.
Luego de recopilar la información, un juez de la República autorizó 13 allanamientos, seguimientos a cinco centros hoteleros de la ciudad y siete registros de Policía, con medidas cautelares, en distintos puntos de Cartagena y su zona insular, luego de los cuales se logró la captura de los 18 sospechosos, acusados de haber victimizado a más de 250 niñas y adolescentes.
"Sitios de afluencia alta de turistas en el centro histórico de Cartagena, como la Torre del Reloj y la Plaza de los Coches, fueron ocupados por jóvenes entre 14 y 17 años de edad, quienes habrían sido reclutadas por redes de proxenetas que les definieron rutinas y horarios, y las obligaron a ofrecer servicios sexuales a cambio de dinero. Verdaderas esclavas del Siglo XXI", explicó el Fiscal General de la Nación, Néstor Humberto Martínez.
Por este hecho fueron detenidos alias ''Gregori'', quien sería el encargado de buscar a las menores, en su mayoría migrantes venezolanas; también fue detenidos Ana Torres y Cesar Bernal, administradores de algunos hoteles de la ''Ciudad Vieja'', quienes prestaron su inmueble para permitir que los turistas tuvieran sexo con las menores.
Asimismo, fueron detenidos dos policías, Javier Tovar y Naymiro Cabarca, quienes habrían exigido sobornos para permitir este tipo de actividades en el sector. Además, fue capturado José Caballero, quien era uno de los clientes habituales que acudía a los servicios ofrecidos por esta banda.
Entre tanto, la Dirección de Investigación Criminal e Interpol (Dijín) solicitó circulares azules en contra de dos ciudadanos estadounidenses, un alemán y otro argentino, quienes también asistían a dicho hotel para tener relaciones con niñas y/o adolescentes.