Quintana Roo (La Silla rota).- Los ocho centros penitenciarios de Quintana Roo reprobaron en materia de derechos humanos, por hacinamiento y falta de servicios de salud para atender a los reos.
El promedio general de los ocho Centros de Reinserción Social (Cereso) de Quintana Roo en materia penitenciaria fue de 5.25, cifra reprobatoria ya que el puntaje más alto es de 10.
Sin embargo en calificación individual sólo tres Ceresos pasaron con 6, como fue el caso de Chetumal, Cozumel y de Playa del Carmen.
“Aunque hubo un leve mejoría, en 2015 la calificación fue de 5.10, en 2016 fue de 5.25, hubo una leve mejoría, pero sigue siendo una calificación reprobatoria, siguen existiendo muchas observaciones que tenemos en materia de derechos humanos”, mencionó Harley Sosa Guillen, presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Quintana Roo (Cdheqroo).
Las principales anomalías son la sobrepoblación de internos en cada uno de los Ceresos, ya que el hacinamiento “es la madre de todas las violaciones a los derechos humanos”, expresó el titular de la Cdheqroo.
Explicó que detrás del hacinamiento se encuentran también los problemas en la atención médica que deben recibir los reos de la cárcel, ya que sólo cuentan con un solo doctor para atender a miles.
En caso de riñas dentro de la cárcel, que los internos tengan lesiones graves, o un simple padecimiento estomacal o de garganta no son atendidos correctamente debido a la sobrepoblación.
Otro de los problemas es que el número de custodios que atienden las cárceles son pocos, lo que provoca que las instalaciones sean gobernadas por los mismos reos.
“Los autogobierno es otro de los problemas que hay, ellos mismo gobiernan la cárcel, la gobernabilidad depende de la autoridad penitenciaria no de los internos, no deben existir los autogobiernos”, dijo Sosa Guillen.
Desafortunadamente desde que se comenzaron a hacer los estudios o revisiones en materia de derechos humanos desde 2014, Quintana Roo, jamás ha tenido una calificación digna y tampoco se han mejorado las condiciones de seguridad, dignidad o salud de los internos.
El viernes por la tarde en el Cereso de Cancún, el interno J.B.D de 22 años se quitó la vida, había entrado a la cárcel desde el pasado 9 de junio de 2015 por el delito de violación. Los reportes preliminares de las autoridades indicaron que en el área de conyugales en un cuarto aproximadamente de dos metros por tres, había una cama matrimonial y el cuerpo sin vida del joven se encontraba amarrado en uno de los extremos del hamaquero de la habitación.
Con la muerte del ex reo suman seis suicidios registrados ante la Vice Fiscalía de la zona norteubicado en Cancún.