El uso de tarjetas de parte de candidatos que ofrecen un beneficio a futuro o en el momento, a cambio de votos, no es una práctica nueva y cada vez más va en aumento.
Ejemplos como "La Efectiva" en 2011 con Eruviel Ávila cuando buscaba la gubernatura del Estado de México, un año después los famosos monederos de Monex con Enrique Peña Nieto y cinco años más tarde, también en territorio mexiquense, con el "Salario Rosa" como promesa de campaña de Alfredo del Mazo son casos que indican esta práctica es cotidiana.
Ximena Mata, investigadora de Integralia, refirió a LA SILLA ROTA que ahora en los comicios de 2018 se encuentran las tarjetas “Pa'' las Jefas” y “Transporte gratuito pa'' estudiantes” de prepa y universidad, ofrecidas desde inicios de mayo por parte de la candidata de la coalición "Por la CDMX al Frente", Alejandra Barrales.
“Desafortunadamente es una práctica común que viene en aumento, que además la autoridad [El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación] determinó que es legal", dijo.
"En nuestra opinión es una práctica que no es otra cosa que un intento de compra del voto, porque en lugar de dar dinero das una tarjeta que te promete un beneficio futuro, a veces dinero o a veces tarjetas para la farmacia, tarjetas del súper y esto lo único que es, es un beneficio económico”, explicó la coordinadora de investigación del estudio "Dinero bajo la mesa, financiamiento y gasto ilegal de las campañas políticas en México".
“En nuestra opinión la autoridad debería evaluar la sanción ante esta práctica, porque no son tarjetas de propaganda que ofrecen los programas, que ofrece tal candidato que busca comprar el voto”, añadió Mata.
A pregunta expresa sobre si es un modelo similar al usado en la elección presidencial de 2012, el de las tarjetas Monex, respondió que sí.
El 3 de mayo, la candidata del Frente ofreció las tarjetas para las jefas de familia en una visita a Cuajimalpa y explicó cómo funcionarían.
“Les daremos una tarjeta a las jefas de familia que se comprometan con sus hijos, y cuando llegue al gobierno esa tarjeta se convertirá en 2 mil 500 pesos mensuales”, prometió.
Un día antes, en una visita a la Universidad Anáhuac, defendió la legalidad de las tarjetas y las visitas domiciliarias para detectar a posibles beneficiarios, tanto de la tarjeta para las jefas como de estudiantes.
En entrevista posterior con los medios de comunicación, la candidata reiteró que era legal y jurídicamente viable emprender las visitas domiciliarias para identificar a los virtuales beneficiarios de las tarjetas para estudiantes y jefas de familia, y adelantó entonces que en la primera etapa se entregarían 100 mil tarjetas.
“Estamos en una etapa de promoción y queremos aprovechar para ir conformando esa política pública que nos permita, una vez en el gobierno, lanzar las reglas y todo lo que se tenga que hacer”, dijo aquel día.
Los adversarios de Barrales han criticado el fin político de estas tarjetas. Tanto la candidata a jefa de Gobierno de la coalición "Juntos Haremos Historia", Claudia Sheinbaum como el del PRI, Mikel Arriola, anunciaron que presentarían denuncias contra la candidata del Frente.
Barrales, durante el segundo debate, aprovechó para promover la tarjeta para estudiantes en la televisión e incluso mostró una como las que reparten, pero de enorme tamaño.
AJ