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Cambio climático, de las causas principales de la emigración en Guatemala

Aunque existen pruebas de que los programas de ayuda pueden hacer que los guatemaltecos se ajusten al cambio climático, Trump ha preferido recortar esos programas de ayuda y negar la crisis climática

Escrito en MUNDO el

El caso de Ana Jorge Jorge, explica por qué las medidas y las nuevas sanciones de Donald Trump, que tienen como objetivo frenar la inmigración de Centroamérica al norte, no funcionan.

Un artículo de The New York Times detalla cómo ella vive en el altiplano occidental de Guatemala en el pueblo de Canquintic en la ladera de las montañas, cerca del municipio de Nentón; el sueño americano la dejó viuda.

Su marido, Mateo Gómez Tadeo, pidió préstamos de miles de dólares y migró a Estados Unidos hace varios años, después de que sus cultivos no se dieron aquí. Encontró trabajo en Alabama cortando flores, pero luego contrajo una infección y murió. Dejó a niños hambrientos en casa y una deuda enorme que pesa sobre la familia.

Dos de sus hijos, de 7 y 14 años, también murieron al poco tiempo, al parecer de enfermedades relacionadas con la desnutrición. Ana sacó a otro de sus hijos, Juan, de segundo grado de primaria para que pudiera trabajar en el campo y la pudiera ayudar a pagar la deuda, pues si no se paga, los prestamistas les quitarán su tierra.

“Ahora todos sufrimos. Tengo que luchar todos los días”, confesó Ana.

A pesar de su experiencia que vivieron con los riesgos de viajar a Estados Unidos, Juan, quien ahora tiene 11 años, ya habla de irse al norte, y Ana, aunque le aterra la idea de perderlo, lo aprueba.

Yo le digo: ‘Vete. No hay nada aquí, así que vete’
 

Innumerables guatemaltecos revelan que la razón principal de la emigración es la desesperación, esta desesperación suele reflejarse en sequías y temperaturas extremas vinculadas al cambio climático.  

Aquí ya no crece la comida. Por eso mandaría a mi hijo al norte

(Daniele Volpe para The New York Times)

Existen otros factores para migrar, como la desesperanza que también está relacionada con la marginación de las comunidades mayas, que se remonta hasta cientos de años atrás, cuya responsabilidad está en la capital, dominada por una cleptocracia incompetente, sin embargo, el cambio climático está agravando la desesperación.

“Las temperaturas han cambiado, eso está claro”, dijo Flori Micaela Jorge Santizo, una mujer de 19 años cuyo esposo abandonó el campo para buscar trabajo en México. Ella mencionó que la sequía y los vientos sin precedentes habían destruido varios cultivos de maíz, lo que dejó a la familia desamparada. Después agregó: “Y como no tenía dinero, mis hijas murieron”.

(Daniele Volpe para The New York Times)

La paradoja es que las emisiones de carbono de Estados Unidos son parcialmente las responsables de la miseria en Guatemala que impulsa la migración, pero cuando esos guatemaltecos desesperados llegan a la frontera estadounidense, son tratados como invasores.

También es importante mencionar la advertencia usual de que es imposible vincular una sequía o un huracán específico con la crisis climática a largo plazo, pero puede ser una excusa hueca cuando estás frente a una madre joven que perdió a sus dos hijas a consecuencia del empobrecimiento ocasionado por la sequía.

“La mayoría de estos niños migrarán”, dijo el director de una escuela secundaria rural, Luis Armando Jiménez, mientras señalaba a sus estudiantes en el patio. “No hay suficiente lluvia, así que su única opción es migrar”.

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Mientras algunas familias ven que sus cultivos se marchitan, no dejan de advertir la situación de hogares más afortunados, los que construyen casas nuevas o compran motocicletas con el dinero que manda un pariente que está trabajando en Estados Unidos, algunas de estas casas nuevas tienen banderas estadounidenses pintadas en las paredes.

Los guatemaltecos entienden el peligro; en el pueblo de Ana, seis personas murieron recientemente en el trayecto a Estados Unidos, pero el riesgo es preferible a quedarse en una tierra que se seca y no parece tener futuro.

Existen algunas pruebas de que los programas de ayuda pueden hacer que los campesinos se ajusten al cambio climático y así reducir el deseo de emigrar, sin embargo, Trump ha preferido la peor combinación de estrategias: recortar esos programas de ayuda y negar la crisis climática. 

MJP