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Las contradicciones en el otro caso de “El Betito”

El líder de la Unión de la B también es investigado por homicidio; sobre esta imputación hay más dudas que certezas

Escrito en METRÓPOLI el

José Alberto Maldonado López o Roberto Moyado Esparza "El Betito", fue vinculado a proceso por delitos contra la salud, por la posesión de 140 paquetes de metanfetaminas que le fueron decomisados el pasado 8 de agosto cuando fue detenido junto a su hermano en la delegación Tlalpan.

Pero este no es el único proceso que deberá enfrentar, las autoridades de la Ciudad de México integraron una averiguación previa por homicidio intencional contra el líder de la Unión de la B detenido la semana pasada por autoridades federales.

En ella, cuya copia posee LA SILLA ROTA, se asienta el asesinato de un joven cometido dentro de un bar en la colonia Morelos y que señala directamente a “El Betito” como uno de los responsables.

Sin embargo, a Mollado Esparza lo describen así:

“El Betito” es de 25 a 30 años de edad, de 1.50 a 1.55 centímetros de estatura, tez morena, complexión delgada y tripula un vehículo Mercedes Benz rojo”.

Aunque la estatura y la edad coinciden, Mollado Esparza es de tez morena clara y robusto, y eso dio lugar a la duda de si se trataba de la misma persona señalada como sicario o líder de la Unión.

Al menos eso fue lo que los investigadores explicaron a la familia de la víctima, identificada como Alan Santos Cruz.

Pero la Procuraduría capitalina (PGJ) hizo poco para corroborar la identidad de “El Betito” y del resto de los sospechosos en este crimen, muchos de ellos relacionados con futuros delitos, como “El Irving” y “El Chori”.

Con base en el expediente FVC/VC-2/T2/522/03-2015, testigos señalaron puntos de reunión de “El Betito” y sus secuaces, como el antro Babylon, de Avenida 608, en San Juan de Aragón, delegación Gustavo A. Madero, pero agentes de Investigación se limitaron a hacer recorridos por la zona.

En subsecuentes denuncias contra “El Betito”, la propia PGJ cometió el error de dar por sentado que era un hombre al que arrestaron en noviembre de 2015.

Se trató de Juan Antonio Ruiz Maciel, cuya obesidad, calvicie y edad hicieron que, apresuradamente, la dependencia lo presentara como el líder de extorsionadores y narcomenudistas de la Unión.

En realidad, era un mando medio de la organización criminal, el cual, por si fuera poco, obtuvo su libertad.

En las denuncias contra “El Betito” se le identificaba como Roberto Fabián Miranda y Roberto Moyado, hasta que los investigadores obtuvieron una licencia de conducir a nombre de Roberto Mollado Esparza, que revelaba la que se creía la verdadera identidad del criminal.

Inclusive, con ese nombre, “El Betito” fue encarcelado en 2008 en el Reclusorio Norte.

Ayer, en la audiencia de vinculación, Mollado Esparza resultó tener otro nombre: José Alberto Maldonado López con el cual no existe averiguación alguna.

Ahora, la PGJ apuesta a que peritos hagan dictámenes en antropometría para comparar a “El Betito” con retratos hablados y un video que tienen para ver si le pueden fincar un secuestro, un homicidio y una tentativa de homicidio.

El video es de abril de 2016, cuando “El Betito” abrió fuego contra varias personas en un estacionamiento frente a la Arena México, en la colonia Doctores.

Pese a todo, en el expediente por el homicidio de Alan Santos Cruz, los familiares desistieron de continuar con el proceso, dejaron de aportar datos y todo se mandó al archivo.

La Procuraduría busca reavivar estas indagatorias donde no hay más indicios que señalamientos visuales; no hay pruebas técnicas que indiquen que, si quiera, “El Betito” estuvo en el lugar de ls hechos, pese a que amigos de la víctima lo conocían porque eran distribuidores de drogas de Tepito.

Por lo pronto, Mollado Esparza seguirá proceso penal por delitos contra la salud, en su modalidad de narcomenudeo, en el Reclusorio Oriente.

Portación de arma de fuego y delincuencia organizada no pudieron ser acreditados, por el momento, por la Procuraduría General de la República (PGR).

AJ / ams