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Bajo-puentes, ¿proyecto fallido?

Sólo operan nueve de los 26 permisos otorgados

Escrito en METRÓPOLI el

El cambio de administración del gobierno capitalino se acerca, y mientras, el programa de recuperación de bajo puentes entró a una etapa de incertidumbre: de los 26 permisos que se otorgaron desde 2011 para construir locales comerciales en esos espacios, sólo nueve están operando, tres tienen proyectos aprobados, cuatro están en  revisión, seis están con espacios invadidos y otros cuatro son proyectos.

Algunos negocios han cerrado, otros inversionistas están en pausa para ver quién será el nuevo jefe o jefa de gobierno después de las elecciones del próximo 1 de julio. 

Roberto Remes, coordinador de la Autoridad del Espacio Público (AEP), confirmó la pausa en la que está el proyecto. 

El funcionario previó que como la figura de Permisos Administrativos Temporales Revocables a título oneroso (PATR) -bajo la cual negocios son autorizados a ocupar una parte de los bajo-puentes- vencerá en 2021, y se avecina el cambio de gobierno capitalino, ya no han solicitado ni solicitarán más autorizaciones a la actual administración para poner negocios.

Tengo la impresión que lo que no está en construcción ahorita no va a salir; tres años ya es mucha incertidumbre como para una inversión de construir locales comerciales”, dijo.

También reconoció que no todos los negocios son exitosos -por lo cual algunos están cerrados, como un restaurante de mariscos en el cruce de Churubusco y División del Norte, y un verificentro cerca del Metro Mixcoac- pero lo atribuye a los giros de los negocios.

Es un riesgo compartido, tiene que ver con esquema del privado. Verificentros, no soy partidario que haya en bajo-puentes y ahorita están cerrados ya que el gobierno de la ciudad determinó abrirlos hasta julio; el de Mixcoac está grafiteado, porque no tiene actividad y fue diseñado para verificentro”, dijo.

“¿Qué pasa con los mariscos? Lo asocio a la frescura, lo pones en un bajo puente, cómo lo asocias a la frescura, es aire contaminado. Me queda claro que puede haber cierto límite, pero sí ha habido restaurantes (exitosos)”, afirmó, y consideró que también depende del poder adquisitivo de la zona, por eso es que no hay proyectos en la zona oriente de la ciudad, donde también hay bajo-puentes. 

Consideró que el programa podría haber ayudado a recuperar más espacios públicos y convertirlos en zonas más seguras, pero para ello debe cumplir algunas directrices.

Le hace falta certidumbre, ahorita empezamos a vivir esa parte. Le falta empuje, tiene que ser una política de ciudad, en este momento no puedo saber qué ha permisionado la Oficialía Mayor (la que autoriza los PATR), entonces es buscar generar un acuerdo horizontal“, expresó.

Recuperar espacios públicos

El proyecto de recuperación de bajo puentes de la Ciudad de México nació del eje 4 de Habitabilidad y Servicios, Espacio Público e Infraestructura del programa general de Desarrollo del Distrito Federal 2013-2018. Se encuentra coordinado por la AEP. Su objetivo es recuperar el espacio público de tal manera que se proporcionen lugares de esparcimiento seguro a los peatones y se fomente la convivencia social. De acuerdo con el documento Proyecto de recuperación de bajo puentes de la Ciudad de México, de la AEP, lo que se aprovecha y se usa de manera temporal es una superficie de la ciudad exigiendo una contraprestación en especie.

De los nueve bajo puentes que actualmente operan, siete se ubican en Circuito Bicentenario y sus cruces con Eje Central; Molinos y Extremadura; Juan Escutia; Universidad; Centenario; División del Norte; Calzada México Tacuba.

Los otros dos se encuentran en Avenida Presidente Masaryk y Solórzano, y en Avenida Ferrocarril de Cuernavaca y Masaryk. En total suman una superficie rehabilitada de 52 mil 340 metros cuadrados, de los cuales la mitad corresponde a espacio público.

En dichos bajo puentes se ubican verificentros, locales de comida rápida, panaderías, un taller mecánico de autos de lujo y hasta un bar.

De acuerdo con información de la AEP, el más antiguo es el de Eje Central, que inició en noviembre de 2012, y los más recientes los de Masaryk, los cuales comenzaron en junio de 2015. 

Hay casos de negocios que han cerrado, y bajo puentes que estaban disponibles, pero no han sido rentados por empresarios;  es un proceso que se puede revisar para sacarles mayor provecho, reconoció Roberto Remes.

En el caso de la AEP, ellos vigilan que la contraprestación en especie se realice a través de equipamiento de los espacios públicos, así como el reemplazo, mantenimiento y conservación del espacio tanto de sus áreas comerciales como de las áreas públicas del bajo-puente, las esquinas de acceso al mismo y los balizados, conforme se establece en el PATR.

Lo que nos preocupa es cómo quedan las banquetas, los pasos peatonales, los retornos; es en lo que nos atoramos revisándolos”, explicó el funcionario.

Cuestionado sobre los bajo-puentes invadidos, dijo que no es tanto por organizaciones, sino más bien por bodegas de limpia de las delegaciones y que se relaciona con el sindicato respectivo.

“¿Cuánto te puede costar un localito? 300 mil, 500 mil pesos más el entorno de cada uno; al final de cuentas para amortizarlo en tres años es muy difícil, yo alcanzo a percibir que los que están en preparación ya no va a avanzar en construcción, por ejemplo, cerca de la Cineteca, habrá contenedores de una taqueria, están preparando la llegada de más contenedores. Como es un contenedor, cuando acabe PATR ellos se los llevan y listo, de todos modos tienen que hacer un poco de obra, mejorar espacio público, numeración. Yo creo este va a ser el último que vamos a ver en estos meses y ya en el cambio de gobierno se definirá esta política."

“Con este gobierno da frutos pero PATR es de 2011 y el programa de bajo puentes empieza en la anterior administración y continúa en este porque es bien visto. Es un buen ejemplo, se mantuvo en dos administraciones, tenemos bajo puentes en los que se ganó en seguridad y simplemente hay que ver como mejoramos en esta política”, concluyó.

jamp