En este municipio que limita con la barda perimetral del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México (NAICM), no todos empuñan el machete contra las obras aeroportuarias, sino que hay una parte de los pobladores que las aceptan, pero exigen que disminuyan su impacto ambiental, garanticen el abasto de agua y se apueste a generar empleos.
Desde el 2001 surgió un grupo que se denominó Frente de Pueblos Unidos en Defensa de la Tierra (FPDT), que unificó los criterios de los pueblos de Texcoco, San Salvador Atenco y Tezoyuca, principalmente, quienes defendían sus tierras y recursos naturales.
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De este grupo salieron varios liderazgos, pero el que se hizo más popular fue el de Ignacio del Valle, por sus medidas radicales de luchar contra el gobierno de Vicente Fox y el primer intento de una nueva terminal aérea en Atenco.
Sin embargo, en el propio pueblo de Del Valle ahora surgió una organización que se autodenomina "Reconstruyendo Atenco", compuesto por jóvenes que ven en el aeropuerto nuevas oportunidades de vida.
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"Nosotros estamos porque se construya el aeropuerto, pero contemplando medidas que disminuyan el impacto ambiental, se garantice el abasto de agua, se promueva la inversión para generar empleos, se regularice la tenencia de la tierra, se atienda el tema de la pobreza y se dé seguridad para el desarrollo integral de las familias".
Esta es la postura de Ricardo Rosado de la Rosa, uno de los líderes de "Reconstruyendo Atenco" y quien participó en la contienda electoral recién pasada. El grupo considera que Del Valle es “mercenario” y ejerce presión que:
“Está reactivando líneas de desestabilización, bajo el argumento de que en nuestro municipio todos rechazamos la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, lo cual es absolutamente falso".
Ricardo Rosado reconoció que es deplorable la obra aeroportuaria porque generó daños en el entorno geográfico y ecológico de la región, afectando los causes de los escurrimientos de agua pluvial, todo ello "debido a la voracidad de empresarios de la construcción que nunca han tomado en cuenta la instrumentación de medidas, que atenúen los impactos negativos en el medio ambiente".
Pero estimó que la mayoría de los habitantes de Atenco y de municipios aledaños, "vemos en el nuevo aeropuerto una oportunidad para impulsar el desarrollo económico, social y político de nuestras comunidades", con esquemas de inversión que detonen el crecimiento regional y generen empleos permanentes y no sólo temporales.
RINDIERON A FOX, MAS NO A PEÑA
El FPDT venció a Vicente Fox en su lucha por el aeropuerto, pero no pudo con Enrique Peña Nieto, quien después de ser gobernador del Estado de México logró ser presidente de México y así continuar con el proyecto aeroportuario.
Apenas este jueves 12 de julio, Ignacio del Valle, su hija América y un grupo de integrantes del FPDT se trasladaron de San Salvador Atenco al centro de operaciones del presidente electo, Andrés Manuel López Obrador en la CDMX, a solicitarle una audiencia para discutir el tema de la terminal aérea.
La postura de López Obrador sobre el NAICM cambió de exigir que no se hiciera en el ex lago de Texcoco, a una consulta para aprobarlo y hasta dar la concesión a inversionistas.
Ignacio del Valle y el FPDT tienen la consigna de que se suspenda en su totalidad la obra, bajo el argumento del enorme daño ambiental en más de 45 municipios de la Zona Oriente del Edomex.
Pero antes, durante el gobierno de Felipe Calderón, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) compró miles de hectáreas de los ejidos de San Salvador Atenco para un proyecto de conservación ecológica, que luego daría alojo al NAICM.
Además, con la compra de esas tierras se desmantelaba en parte al FPDT y debilitaba el liderazgo de Ignacio del Valle, quien fue encarcelado después de la represión de mayo de 2006, aunque obtuvo su libertad cuatro años después.
Del 2006 al 2012 compraron las tierras a los ejidatarios con dinero federal para la conservación ecológica, de acuerdo a la Conagua.
Para 2014, Peña Nieto anunció de nueva cuenta la construcción del aeropuerto en el ex lago de Texcoco, pero ya en condiciones diferentes y con tierras compradas en ejidos y pistas alejadas del pueblo de San Salvador Atenco.
Sin embargo, aunque Del Valle ya no contaba con el apoyo de la mayoría de los ejidatarios de San Salvador Atenco, siguió su lucha contra a lo que él llamó "el aeropuerto de la muerte".