Si bien, aún no estamos en condiciones de pensar en el término de la contingencia, ya podemos observar los resultados tanto positivos como negativos que ha tenido en algunas de las personas, que, sin duda, son distintos.
Hay a quienes nos ha permitido reforzar lazos con la familia, con las compañeras o compañeros de vida y con quienes nos rodean de manera inmediata, así como reflexionar sobre este sistema que nos absorbe por completo y poco nos permite vivir a nuestro propio ritmo; sin embargo, es importante señalar nuevamente que no todas y todos estamos en las mismas condiciones y que eso debe visibilizarse.
Otras manifestaciones se pueden observar en la falta de sueño, aparición o aumento de estrés o ansiedad, crecimiento de la violencia dentro de los hogares, sobre todo dirigido a niñas, niños, adolescentes y mujeres, entre otros más.
Lo anterior ha llevado a las instituciones gubernamentales, a las organizaciones de la sociedad civil y a activistas independientes a generar iniciativas que buscan dar respuesta a las necesidades de las poblaciones que se vulneran mucho más durante esta situación, así como crear acciones y espacios para atender las consecuencias que trae la contingencia por covid-19 durante y cuando esto termine.
Por último, no puedo dejar de mencionar que, muy seguramente para el estado de Hidalgo está situación se va a prolongar, pues por las propias características de la entidad, entre ellas la desigualdad y la desinformación, ha puesto las condiciones necesarias para que los contagios por covid-19 aumenten. Así que, en la medida de lo posible, a quedarnos en casa y a atender las indicaciones pertinentes.