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Así viven los migrantes en “Ciudad Palillo”

Los miembros de la caravana migrante asentados en la CDMX han convertido el albergue de Ciudad Deportiva en una nueva urbe

Escrito en NACIÓN el

El estadio Jesús Martínez "Palillo", en Ciudad Deportiva, de la Magdalena Mixhuca, se ha convertido en una nueva urbe.

Más de 4 mil 500 miembros de la caravana migrantes se mantienen en el albergue colocado en dicho espacio por autoridades capitalinas.

Duermen no solo bajo las siete carpas enormes colocadas en la cancha, sino también en las gradas del estadio, en el pasto de los alrededores, la pista de atletismo y hasta en el estacionamiento.


Toman baños en ropa interior, a la vista de todos. Utilizan cubetas o jícaras para bañarse con agua fría ofrecida por el Gobierno de la Ciudad de México.

Mismo caso para lavar su ropa. La ponen a secar al sol y quien no tenga otra muda no tiene más opción que ponérsela muda.  

Los horarios de comida están establecidos: de 8:00 a 10:00, de 14:00 a 16:00 y de 19:00 a 21:00 horas.

Sin embargo, no alcanza para todos, pues el comedor cuenta con una capacidad para mil 700 personas.

El menú de ayer fue arroz blanco, salchichas con papas en salsa roja, agua de tamarindo y un bolillo.

Los que no alcanzan, salen a comprar pollos rostizados o pizzas, o acuden al comedor de la Pastoral de Migrantes de la Arquidiócesis de México que está en el estacionamiento.

Con los religiosos la comida es todo el día a toda hora: Si se les acaban las tortas de huevo, sacan una olla con consomé de pollo, luego frijoles y arroz, o tortillas con queso, sin horarios.

No sólo ofrecen comida; dan jabón, papel de baño o cualquier artículo de aseo personal, así como algunas medicinas a quien las necesita.

Infecciones respiratorias agudas, colitis, dermatitis y diarrea son las enfermedades que más se han detectado en los centroamericanos por parte de los servicios médicos también colocados por el gobierno capitalino.

Voluntarios ofrecen cortes de cabello, donan ropa y zapatos, dan asesoría legal sobre el proceso de solicitud de refugio en Estados Unidos o México.

La Cruz Roja, por su parte, les regala llamadas de dos minutos para contactar a sus familiares.

Los niños de la caravana arman cascaritas de futbol, lo más grandes descansan en colchonetas. También hay apuestas con baraja española, clases de baile y box, hasta hacen tatuajes.

Con información de Reforma

rgg