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Así operan agresores de mujeres en el Metro

Según reflejan carpetas de investigación de la Procuraduría de CDMX, los agresores de mujeres en el Metro tienen algunos patrones para acercarse a sus víctimas

Escrito en METRÓPOLI el

“Hola, amiga” o “con todo respeto”, son las primeras frases con las que agresores de mujeres en el Metro se acercan a sus víctimas.

Así lo demuestran una serie de denuncias interpuestas ante la Procuraduría capitalina (PGJ-CDMX) y a las cuales La Silla Rota accedió.

Se trata de agresores jóvenes que se acercan a mujeres de entre 20 y 28 años de edad. Las denuncias precisan que los hechos ocurrieron a las afueras del Metro Candelaria, Coyoacán, Zapata y Miguel Ángel de Quevedo.

Tras la primera frase, el sospechoso se aproximó a la muchacha y soltó amenazas o la exigió seguirlo sin decir nada.

En ningún caso hubo armas de por medio pero se usó violencia sicológica. En uno sí se consumó el rapto a través de la violencia física.

Las autoridades indagan los casos como privación de la libertad personal y en algunos ya existen retratos hablados de los atacantes.

"No grites y sigue caminando"

A Natalia -su nombre fue cambiado por seguridad- la abordaron dos individuos en el Metro Zapata, de la Línea 3.

Eran las 17:30 horas del 5 de este martes, consta en la indagatoria FBJ/BJ-1/UI-1S/D/874/02-2019, cuando la joven de 26 años de edad caminaba por el desnivel del Metro.

Ahí la interceptaron dos individuos, uno vestía chaleco negro, mezclilla y tenis negros. Era de complexión robusta, 1.72 centímetros de estatura, aproximadamente, entre 45 y 50 años de edad y cabello lacio negro. El otro era moreno claro, con el cabello corto negro, rapado de los lados; 1.60 centímetros de estatura y traía lentes oscuros.

“No grites, sigue caminando”, le advirtieron. Ella obedeció, pero al subir las escaleras, en los torniquetes, dos policías se percataron de que algo podría estar sucediendo y se acercaron al trío.

En ese momento, los sospechosos echaron a correr, hubo una persecución afuera del Metro pero no fue posible detenerlos.

Uno de los oficiales acompañó a la muchacha a su trabajo.

"Hola, amiga, se te cayó algo"

Este lunes, una estudiante de sociología de la UNAM vivió momentos de angustia al dirigirse del Metro Miguel Ángel de Quevedo.

Tras salir de un cajero automático, la mujer fue seguida por un hombre. Al tratar de evadirlo, entró al estacionamiento de una cadena de comida rápida, pero otros sujetos se sumaron al acoso.

Entre los dos intentaron hablarle. “Hola, amiga, se te cayó algo”, pero la afectada los ignoró.

Entonces vinieron los insultos: “está pendeja”, oyó decir, según la carpeta FCOY/COY-1/UI-1C/D/418/02-2019.

Cuando estaban por acorralarla, un muchacho en motocicleta supuestamente intermedió por ella y ahuyentó a los agresores.

Según la denunciante, el de la moto la llevó hasta su casa luego del incidente.

El rapto

Hasta ahora, el único caso de privación de la libertad ligado al Metro que se ha consumado es el que padeció María.

Ella narró que, cerca de las 17:00 horas de este domingo, salió de la estación del Metro Candelaria y caminó hacia unos edificios, pasando por puestos ambulantes.

En ese momento, un Chevy negro se detuvo a su lado y un par de individuos la subieron a la pata trasera.

Inmediatamente le taparon la boca y le amarraron las manos con unas agujetas.

Tienes los dedos muy chiquitos, te los vamos a cortar y se los vamos a mandar a tu familia”, le advirtió uno de los agresores.

Lo extraño del relato, según la denuncia, es que a la víctima le tallaron la espalda con un objeto desconocido. 

Posteriormente hicieron lo mismo con su brazo izquierdo; finalmente, le levantaron la blusa por delante y le tocaron el abdomen, donde tenía una cicatriz por cesárea.

“Así no sirve”, oyó decir a uno de los delincuentes. Tras hacer varias paradas, al fin la dejaron en libertad, sin que supiera la ubicación exacta.

Al único responsable que pudo identificar es un hombre que tenía un tatuaje en el cuello.

Lo anterior fue denunciado, pero hasta la tarde del miércoles no había sido ratificado; la muchacha ni siquiera quiso ser entrevistada por agentes de Investigación.

"Te vas a venir conmigo y no digas nada"

Este martes, en la estación Ermita, de la Línea 12, se dio otro caso de agresiones contra mujeres.

Nora, de 27 años de edad, relató que era seguida por un individuo de unos 35 años de edad; tenía acento del sureste mexicano, complexión robusta, tez morena y bajo de estatura; cejas pobladas, sin barba, nariz chata y usaba una chamarra con capucha negra.

El hombre la siguió hasta el andén en dirección a Tláhuac, de la Linea Dorada. Allí se le aproximó y la amenazó: “te vas a venir conmigo y no sigas nada”, consta en el expediente FBJ/BJ-5/UI-2S/D/157/02-2019.

Sin embargo, la víctima gritó que era el vagón de mujeres y que no se iba a mover de ahí. Una mujer que estaba junto a la afectada se dio cuenta y le ayudó: “vente para acá, hija”, la sujetó del brazo y ambas entraron al vagón.

Los avances

De las denuncias presentadas, relacionadas con el Metro, la Procuraduría capitalina (PGJ-CDMX) ha establecido horarios, estaciones y modo de operar más frecuentes.

Hasta ahora, las estaciones de la Línea 12, 2 y 3 son las que han generado más incidentes.

En algunos casos, el móvil de las amenazas ha sido el robo de teléfono celular, en otros se desconoce lo que motivó al hombres a amedrentar a las chicas.

El único caso consumado es el del Metro Candelaria, pero hasta ahora no ha podido ser reforzado con videos del C4 ni con retratos hablados, ya que para esto último la afectada no se ha presentado ante el Ministerio Público.

En al menos dos denuncias, las mujeres han expresado revictimización por parte de los servidores públicos, los cuales han intentado clasificar los hechos como intento de asalto.

No obstante, todos los casos, consta en los expedientes, son investigados como privación de la libertad personal.

fmma