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Así mujeres de Oaxaca dan su prueba de virginidad

Es tradición que en Oaxaca, mujeres sean raptadas por sus novios para empezar una familia. Pero antes se someten a un ritual para demostrar su virginidad.

Escrito en ESTADOS el

Para las mujeres zapotecas que viven en Juchitán Oaxaca es común por tradición que sean “raptadas” por sus novios para formar una familia. Desde muy jóvenes, a pesar de que el matrimonio infantil y adolescente no es legal en el estado.

A esta tradición se suma un ritual de virginidad, en el que la mujer para “honrar” a su familia tiene que demostrar que se ha mantenido virgen, sin tener relaciones sexuales, hasta el día en que su novio la rapta.

Es el caso de María, una joven de 16 años que fue raptada por su novio Raúl que tiene 20 años.

 En el ritual, mujeres de su comunidad, entre familiares y vecinas, la preparan para la ceremonia donde dará “honor a la casa”. Acostada está María en una cama cubierta con una sábana blanca que envuelve su cuerpo con pétalos de rosa salpicada con confeti del mismo color.

Las mujeres rodean a la joven para observar cómo un el hilo de sangre de su virginidad sobre un pañuelo blanco.

— ¿Estás aquí de conformidad, hija?— le pregunta la madrina mientras la abraza. María responde: “Sí”. Hay una comisión de otras mujeres que se encarga de supervisar el ritual y a la vez, cuestionan a la joven sobre si está con el hombre por su voluntad o si recibió malos tratos en casa ajena. A muchas de estas mujeres, al igual que a María, las raptaron siendo jóvenes para empezar su vida reproductiva.

Todas las mujeres que supervisan el ritual están vestidas con trajes típicos porque es una tradición que amerita vestir de media gala. La madrina de María es quien encabeza el ritual como representante de su familia.

Para las zapotecas el “rapto” o la “huida” es una vieja tradición arraigada entre la comunidad donde sólo están presentes mujeres. La presencia del hombre llega cuando entre las dos familia, la del hombre y la mujer, acuerdan la fecha de matrimonio.

Durante la ceremonia, mientras María sigue recostada, las mujeres de la comitiva reciben comida de la familia del novio. Su estancia dura aproximadamente una hora y media.

La música que acompaña el ritual es la canción Behua xiña’ (Huachinango rojo, en español), la cual se considera obligatoria en la ceremonia y hace referencia al rapto y la virginidad.

“Behua xiñá' cane'su' rini tantu gudou bidua chita ma gudxe lii ora cuindini nin la biduaa ne nin la dxita”. “Huachinango rojo ahora orinas sangre, ya te dije que cuando se pare no te comas el plátano, menos los huevos”, es la primera estrofa de la canción, que da anuncio a la comitiva de mujeres que es hora de partir para dar noticias a la madre de María.

La joven se queda en el cuarto donde se hizo el ritual, con quien ante la sociedad es su esposo, aunque ante las leyes está penado casarse con menores de edad.

La mujeres llevan la noticia a la madre de María,  quien recibe la noticia que su hija sí dio “honor a la familia” porque resultó ser virgen y se quedará con una buena familia. Cohetes y gritos en las calles alegran a la comunidad. El grito de “Viva la novia” se convierte en el anuncio de que la joven cumplió con el requisito de virginidad de acuerdo a las costumbres zapotecas.

Con información de EL UNIVERSAL