Cuerpos desmembrados, un posible feminicidio, el secuestro exprés de una diputada federal electa y ejecuciones son crímenes ocurridos, en una semana, en Hidalgo, estado que durante 2015 y 2016 fue considerado el más seguro del país, de acuerdo con el Índice de Paz en México, elaborado por el Instituto Mexicano de la Competitividad (IMCO).
Estos delitos de alto impacto, sin embargo, fueron considerados por el gobernador, Omar Fayad, como “circunstanciales”, y por el responsable de la política interna, Simón Vargas, como “hechos aislados”, categoría que también dio a los asesinatos de alcaldes y exalcaldes, así como a tres multihomicidios.
Pasan cosas en las que sigo pensando que, desgraciadamente y circunstancialmente, no ocurren, y cuando empezamos la investigación son cosas que no pasan en Hidalgo”, dijo el mandatario tras inaugurar las salas museística y de proyección en un avión modelo DC-3, en El Rehilete, además de afirmar que los casos se originan en otras entidades, pero –aseveró– culminan aquí.
Mencionó, como ejemplo, que la legisladora federal electa por Veracruz Norma Azucena Rodríguez Zamora, fue perseguida desde su estado natal y, después de pasar los límites con Huauchinango, Puebla, ocurrió la volcadura de su vehículo en territorio hidalguense –en la carretera México a Tuxpan, a la altura de la localidad El Tejocotal, Acaxochitlán–, donde fue privada de su libertad.
La legisladora electa por Veracruz Azucena Rodríguez fue privada de su libertad en Hidalgo (Archvio)
El 16 de agosto, un hombre de 31 años fue acribillado la tarde de este jueves en Santa Rita, comunidad del municipio Cuautepec de Hinojosa, y un día antes –cuando el gobernador hizo su declaración– el cuerpo de un joven de 23 años que estaba reportado como desaparecido, visto por última vez en la localidad de Pueblo Nuevo, Mineral de la Reforma, el 15 de agosto, fue encontrado semi envuelto en una cobija en el corredor de la montaña, en Real del Monte.
Reportan estudiante desaparecida en Pachuca
El martes fue localizado el cadáver de una mujer en una habitación de un motel en Tizayuca, y 24 horas antes los restos de al menos dos personas descuartizadas fueron hallados en la colonia la Loma, en Pachuca. Los cuerpos carecían de extremidades y aparecieron en la calle Adolfo López Mateos; metros más adelante, la policía estatal localizó una pierna y una mano que posiblemente le pertenezcan a la misma persona.
Ese día, además, fue localizado otro cadáver, de un hombre, en un canal de aguas negras en Alfajayucan.
Como a los dos multihomicidios de Tulancingo y a uno más en Tula, el secretario de Gobierno los denominó los asesinatos “hechos aislados” e insistió en probables implicaciones criminales de las víctimas, juicio que emitió en el caso de siete mujeres y cuatro hombres encontrados en una casa en el fraccionamiento Villa los Milagros, el 13 de julio del año anterior, cuando la versión oficial, 15 horas después del suceso, fue que se “presumía” un ajuste de cuentas, sin proporcionar otra hipótesis –caso aún sin resolutivo –, mismo argumento que dio por las cuatro personas localizadas en un domicilio en el barrio de Nacozari, el 19 de diciembre.
Sin embargo, el 6 de marzo, el portal Sin Embargo dio a conocer que familiares y amigos de dos alumnos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), víctimas del multihomicidio del barrio de Nacozari, exigían al gobierno hidalguense esclarecer el delito y limpiar la imagen de los jóvenes, a quienes –en palabras del secretario Vargas Aguilar– llamó narcomenudistas.
Si ya vieron que eran personas ajenas al crimen, pues que salgan –así como salieron a decir una mentira–, ahora que salgan a decir la verdad, que era un estudiante y jóvenes los masacrados por un hecho social horrible como la delincuencia organizada y la violencia que se vive en México”, reclamó Yenifer, amiga de Bohdan, estudiante de Derecho de la UNAM, uno de los acaecidos.
La mañana del domingo 12 de agosto, una persona fue encontrada sin vida, amarrado de pies y manos, en el municipio de Villa de Tezontepec, y el cuerpo de una persona, mientras se calcinaba, fue localizado en Tepeji del Río, en las inmediaciones de la comunidad de la Loma de San José Piedra Gorda.
Tres días antes, un muerto, motocicletas incendiadas y destrozos en la presidencia municipal fue el saldo de un enfrentamiento entre presuntos huachicoleros y elementos de la policía de Mixquiahuala.
Los supuestos extractores de hidrocarburo ingresaron armados a la comandancia con la intención de recuperar un vehículo con gasolina robada que les habían decomisado, lo cual derivó en una balacera, en la que un vecino de la comunidad el Teñhe fue ultimado.
mlmt