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Asesinan a familia de una monja y religiosos abandonan Chilapa

La congregación religiosa que atiende el Centro Morelos de Chilapa, anunció que se retira del municipio por las condiciones de inseguridad

Escrito en ESTADOS el

Chilpancingo, Guerrero (La Silla Rota). La congregación religiosa que atiende el Centro Morelos de Chilapa, una institución educativa que atiende a unos 700 niños de educación básica, se retira de manera definitiva de la ciudad a causa de la violencia que llegó hasta una de las monjas encargadas.

Durante la misa del domingo pasado en la catedral de Asunción de María de Chilpancingo, el obispo Salvador Rangel Mendoza, de acuerdo a la publicación de un diario estatal, dijo a los feligreses que dos de los cadáveres hallados por policías en 15 bolsas de plástico el 30 de enero, y el cadáver de una mujer de 18 años localizado tres días después en Chilapa, correspondían a los padres y hermana de una de las monjas guadalupanas que se hacían cargo de este centro educativo.

El obispo en las últimas semanas ha hecho varias declaraciones sobre el tema de violencia, sin obviar el reclamo a las autoridades de Guerrero, a quienes  les reprochó el tratamiento del caso del crimen de los sacerdotes en la carretera Iguala-Taxco, Germaín Muñiz e Iván Añorve, a quienes, a su juicio, trataron de vincularlos a grupos criminales después de que los asesinaron.

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En el contexto del reproche institucional reveló el domingo pasado el caso de la monja, y unos días atrás comentó que del gobierno le pidieron que ya no diera más declaraciones.

En un comunicado este miércoles la diócesis Chilpancingo-Chilapa, perteneciente a Provincia Eclesiástica de Acapulco, confirmó la salida de Chilapa de las monjas guadalupanas por la inseguridad y difundió que ya buscan que se hagan cargo del centro educativo ubicado en calle Revolución del barrio de San Francisco, en el centro de Chilapa.

De acuerdo a versión de los habitantes, las actividades en el Morelos son medianamente normales, es decir, hay clases, pero no hay encargadas formales del centro educativo. La diócesis aclaró que no permitirán que los niños se queden sin recibir atención.

En el último cuatrimestre del 2017 las clases en los centros escolares de Chilapa y Zitlala, una parte de la Montaña baja de Guerrero, se suspendieron: los maestros decidieron no acudir a clases por los mensajes con amenazas que recibieron. En septiembre a los maestros de la zona les llegaron mensajes después que pidieron transporte seguro, a raíz de crímenes de los choferes.

Chilapa es uno de los municipios más inseguros de Guerrero. La Fiscalía General del Estado (FGE) descarga la responsabilidad de esta condición a una disputa de grupos criminales; justo esto es lo que criticó que el obispo, que toda la violencia la relacionen a una disputa entre Los Rojos y Los Ardillos cualquiera que sea el caso, según comentó en un programa de radio de cobertura nacional.

En el comunicado la diócesis pidió garantías: "exhortamos a las autoridades que clarifiquen estos hechos y traigan la paz y tranquilidad a Chilapa, especialmente a las instituciones educativas".

También exhortó a los grupos criminales a no afectar más a la educación y reprochó a la Fiscalía que criminalizara a los familiares asesinados de una de las monjas.

ktf