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Arañas con sabor a maíz y más excentricidades se venden en la CDMX

Se pueden encontrar de todo tipo de animales como venado, jabalí, lechón, cordero, pichón e insectos que van desde arañas, chinches, chapulines hasta escamoles

Escrito en METRÓPOLI el

CIUDAD DE MÉXICO.- Las arañas con sabor a granos de maíz es uno de los tantos alimentos extravagantes que alberga el Mercado de Carnes Exóticas de San Juan.

En la segunda calle de Ernesto Pugibet, de los números 77 al 82 se encuentra la variedad de carnes e insectos más vasta de la capital, que incluso saca pedidos industriales para restaurantes nacionales e internacionales.

“La prima”, como le llaman ahí a la mujer con más tiempo vendiendo en el mercado, relató en entrevista para Notimex que aquel lugar iba ser provisional en lo que se distribuían los cuatro establecimientos de San Juan.

Actualmente el gran mercado se divide en cuatro secciones, curiosidades, abarrotes, flores y por supuesto, carnes exóticas.

"La prima" vende desde hace aproximadamente 25 años especies de todo tipo, tamaño, colores y olores.

Al entrar al mercado, pescados y pollos son puestos en los mostradores; poco a poco aumentan las carnes de cocodrilo, pavo real y avestruz colgadas de los locales.

Se pueden encontrar todo tipo de animales, como venado, jabalí, lechón, cordero, pichón, además de huevos de codorniz e insectos que van desde arañas, hasta chinches de Chiapas.

Es hasta el fondo del lugar donde se encuentra el gusto por dicha proteína, el establecimiento de “México en el paladar” ofrece variedad en comida exótica, sus especialidades son tacos de escorpiones, tarántulas de cola rosada, sales hechas de un conjunto de insectos que maneja y postres como helado de escamoles.

Con frecuencia, ella y los demás dueños observan la forma en que los extranjeros se aventuran más en los sabores fuertes que da ese tipo de comida, pues vienen a la Ciudad de México solo para comprar y degustar los productos del mercado.

Sin embargo, en el mercado no todo es carne, hay una variedad de quesos, verduras e incluso un puesto de café orgánico, muy solicitado por los catadores expertos en la materia.

Los insectos que usa Edith para sus diferentes platillos son la cucaracha de Madagascar, el gusano blanco, el chapulín, el cocopache, el gusano chinicuil, las hormigas chicatanas, arañas de maíz, escamoles, camarones de río, cienpiés y alacranes.

Cada sabor de ellos es único, y al estar en su mayoría ahumados o secos, son usados como botanas: con un poco de salsa picante y limón unos camarones de río podrían suplir unas papas fritas.

Por otro lado, las arañas de maíz, además de tener ese nombre por ser una plaga de dicha planta, su sabor es parecido al de un grano de elote duro, que al final explota todo su sabor en la boca.

La chinche cocopache de Chiapas es una mezcla entre el chapulín con el sabor ahumado del carbón, con más texturas. Dependiendo de su tamaño, puede ser más suave si es de gran tamaño o más duro si es pequeño.

El precio más caro que hay en su restaurante es el de la tarántula de cola rosada en taco, por 700 pesos, debido a que insectos de ese tipo son más difíciles de conseguir legalmente.

Este arácnido es de los menos venenosos para que el ser humano lo ingiera.

Regularmente lo que más piden los comensales son escamoles, pero gracias a las redes sociales, los platillos con escorpiones y alacranes han tenido un auge impresionante en el mercado y en algunas partes de México.

Son más los estadounidenses, españoles y en general, asiáticos los que llegan a probar los extravagantes sabores provenientes de dicha proteína deshidratada.

“La población mexicana debería darle una oportunidad a este sector alimentario algo abandonado, ya que la comida que se prepara con insectos aporta más nutrientes que la de carne de animales y no es asquerosa como piensan”, finalizó Edith.


Con la cortesía de Notimex

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