Durante el movimiento estudiantil ocurrido en 1968 tres semanas después de que ocurriera el bazucazo en la puerta de la prepa 1 de la UNAM los grupos de estudiantes en huelga junto con maestros y familiares exigían un diálogo con el gobierno con el objetivo de exponer sus demandas y que éstas fueran resueltas. Sin embargo, el silencio de las autoridades terminó el 22 de agosto, cuando Gustavo Díaz Ordaz ordenó un acercamiento a cargo del Secretarío de Gobernación Luis Echeverría Álvarez, quien declaró:
“el gobierno de la República expresa su mejor disposición de recibir a los representantes de los maestros y estudiantes de la UNAM y del IPN y de otros centros educativos vinculados al problema existente, para cambiar impresiones con ellos y conocer en forma directa las demandas que formulen y las sugerencias que hagan, a fin de resolver el conflicto que ha vivido nuestra capital en las últimas semanas, y que han afectado en realidad, en mayor o menor grado, a todos sus habitantes”.
Posteriormente, el Consejo Nacional de Huelga condicionó que el diálogo fuera público, el 23 de agosto el movimiento publicó en el periódico El Día: "confiamos en que ahora el diálogo público en el que desde un principio hemos insistido no sea de nuevo rehuido", también afirmaron que 4 días después llevarían a cabo una manifestación en el Zócalo pero Echeverría y Díaz Ordaz comenzaron a responder a través de distintos periódicos lo que los estudiantes se tomaron como afrenta.
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Comenzó la batalla informativa que creció cada día, abriendo un frente entre el gobierno y el movimiento estudiantil que, después de 50 años no ha podido cerrarse.
VMFF