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Debates no tendrán efectos sustantivos en resultado electoral: analistas

Los tres debates entre los presidenciales que se realizaron previo a los comicios del 1 de julio no moverán de manera radical las preferencias electorales

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Escrito en NACIÓN el

En una mesa de análisis organizada por La Silla Rota, después del tercer y último debate, los columnistas expresaron que en este proceso electoral hubo una evolución en los formatos de este ejercicio democrático que generó una mayor participación ciudadana, sin embargo en México siguen siendo instrumentos que no definen elecciones.

El analista político, José Antonio Sosa Plata, explicó que en Estados Unidos los debates tienen una influencia importante, en cambio, en México el problema es la clase política, ya que no está suficientemente preparada.

Recordó que el primer debate en el país se realizó en 1994 entre los candidatos presidenciales: Ernesto Zedillo del PRI, Diego Fernández de Cevallos del PAN y Cuauhtémoc Cárdenas del PRD. En esa ocasión, las preferencias electorales sí se movieron a favor del panista.

En el 2000 se aprendió que el debate no sólo se gana ese día, sino que hay un antes y después que también influye en la percepción. En esas elecciones donde participaron Vicente Fox, Francisco Cárdenas y Cuauhtémoc Cárdenas las encuestas se movieron cuatro puntos, y eso “fue gracias al pre y post debate“.

Sin embargo, después del 2000 en México ningún otro proceso un debate ha movido más de tres puntos y esto porque los candidatos no han logrado conectar con la expectativa de la ciudadanía. Los comicios de 2018 no son la excepción.

“El debate es uno de los instrumentos más importantes de la comunicación política que debería de estar en su frecuencia y uso por encima de los spots y trabajo de tierra. Una campaña se gana por distintos factores, el debate es parte de ello, pero no determinante y menos si no está cerca de la fecha de la elección“.

El consultor político reconoció el avance de la figura del debate en el país, pero  todavía se tiene que trabajar en los formatos, producción y en la calidad de la clase política.

En tanto, la periodista Pamela Cerdeira destacó que en las elecciones de 2018 el Instituto Nacional Electoral (INE) se atreviera a innovar en el modelo a través del cual los candidatos contrastan propuestas.

“Los tres debates fueron distintos y fueron mejorando. El formato final me pareció el más interesante, más ágil. También creo que los ciudadanos ganamos en torno a que fue el formato con más propuestas y es lo que siempre estamos pidiendo“.

Los escenarios políticos después del 1 de julio

Para el especialista Sosa Plata la jornada electoral será un punto de inflexión, que ya deja ver sus alcances.

“Hace 15 años no me hubiera imaginado una coalición juntos al PAN y PRD. Eso ya representa un cambio en la geografía política y electoral del país. No me hubiera imaginado la llegada de un candidato “independiente“, aunque no lo fuera desde el sentido estricto“.

Desde su perspectiva, para lograr un cambio efectivo en el país se requieren dos elementos: la educación, para que exista una sociedad más crítica y los medios de comunicación como un contrapeso.

“Para lograr ese cambio se tiene que dar este paradigma, el cual no se dará en los próximos años. Esto no se ve en la nueva correlación de fuerzas. Sí se verán cambios de partidos, nuevas formas de gobernar y nuevas maneras de presión, aparecerán nuevas fuerzas políticas, pero no el gran cambio para ello pasarán muchos años“.

El analista político, Raúl Rodríguez consideró que en México se desmanteló el presidencialismo, en consecuencia el Ejecutivo federal está muy acotado.

“López Obrador podrá hacer poco desde el Ejecutivo. Desde mi juicio la campanada será el tsunami legislativo que va a lograr su alianza en el Congreso, donde es muy previsible que no necesiten negociar con las otras fuerzas políticas. Eso implicará el desfondo del PRI, la desaparición del PRD, Panal y Verde. Viene un ajuste fuerte en la partidocracia“.

En tanto, Cerdeira advirtió que si no se cambia el quehacer ciudadano, la situación seguirá igual, por lo menos a corto plazo.  Independientemente quien gane, la sociedad civil tiene que fungir como una auditora.

“Habremos votado o no por ellos, tenemos que estar encima del Congreso, de quién quede en la Presidencia, de todos. En la medida que seamos ciudadanos más responsables y participativos, podemos esperar una clase política en mejores condiciones“.

ams