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Daños revelan problemas de construcción en el Tec

La institución educativa no se ha pronunciado sobre las causas de la caída de los puentes del Tec de Monterrey, campus Ciudad de México

Escrito en METRÓPOLI el

CIUDAD DE MÉXICO (La Silla Rota).- Los destrozos ocasionados en el Tecnológico de Monterrey que dejaron un saldo de cinco estudiantes muertos y 40 heridos han pasado a un silencio en los últimos días desde el pasado 19 de septiembre. En la prensa sólo se reportó su comunicado, su compromiso por dar a conocer los peritajes y la ceremonia de despedida de los jóvenes acaecidos. Pero no hay más.

Sigue aquí la cobertura completa del sismo.

A lo largo de su comunicado lanzan una valoración preliminar: “La mayoría de los edificios muestran daños en fachadas, ventanas, paredes y plafones, pero sin daños aparentes en su estructura. Aunque las conclusiones preliminares de dichos edificios son alentadoras, la utilización de cualquiera de estos espacios requiere que los expertos de primer nivel nos den plena certeza de su seguridad y que esto sea certificado por las autoridades”, señala el documento publicado el 28 de septiembre.

Aunque señalan que las conclusiones preliminares son “alentadoras”, no mencionan la explicación de los daños en puentes que comunicaban entre sí a los edificios, así como otros más. Expertos en la materia que valoraron fotos y videos que circulan en medios de comunicación y redes sociales, dijeron en entrevista con La Silla Rota que además de tratarse de posibles fallas de ingeniería, también hay un “deficiente” trabajo en la mano de obra que pone en evidencia no haber sido supervisada. Además de que los primeros daños tras el 7 de septiembre debieron ser un aviso para que la institución evaluara el inmueble.

El arquitecto Francisco Villavicencio, proyectista y coordinador general del Laboratorio de Arquitectura de la FES Acatlán, UNAM, señala que “el hecho de que se hayan caído los puentes no habla de un daño superficial,  hablan de que la edificación sufrió movimientos más allá de los cuales tenía programados por cálculo. No se puede descartar la deficiente mano de obra que pudo haber existido (...) Puede ser todo el personal técnico que tuvo que ver con la construcción de los elementos, nosotros podemos decir que por normatividad los materiales cumplían con lo que exigía la norma, pero también puede darse el caso que la colocación de los mismos no haya sido la más eficiente”.

“No sólo el personal técnico, tendría que ver cómo los albañiles, tendría que ver directamente con esto, hay una entidad profesional que supuestamente los vigila en el proceso del trabajo como los son los residentes de obra, y arriba de ellos hay una entidad profesional, hay una supervisión externa como tal que certifica que los trabajos que hayan ejecutado cumplan (...) Sí hay que hacer labores de reparación muy importante aunque digan que no presenta daños estructurales”, agrega el experto.

El ingeniero civil Ulises Ortega, ingeniero civil del IPN y empresario con experiencia de diseño en construcciones de la Ciudad de México y fabricación de pailería, cuestiona: “¿Cómo no pudieron ver que son edificios diferentes y cada uno tiene un comportamiento diferente al poner los puentes? Son dos edificios totalmente diferentes con movimiento diferente, empezaron a contraer y estirar los puentes de tal forma que la falla, veía algunas fotos de los escombros y se ve que el diseño es lo que falló, la ingeniería. Diseñaron mal desde un principio. El puente se cayó y no consideraron que es una estructura independiente a los edificios. Pensaron que al conectarlos de forma empotrada iban a hacer que el edificio fuera uno”.

Ortega explica en su experiencia durante construcciones, que esa es una cosa básica en la ingeniería, por lo cual destaca que parece que “los ingenieros empotraron el acero de un lado de la columna, lo mismo del otro lado y esperaron y rezaron a dios que los elementos se comportaran como uno solo frente a un movimiento sísmico. Eso fue dejarlo a la suerte. Lo ideal era haber hecho como un Golden Gate de tal forma que el puente tuviera un comportamiento independiente”.

Entre otros daños de los puentes señala que las vigas de acero permiten ver en las fotografías que se “degollaron”, donde pudo haber fallado la soldadura o el propio acero. Además dice el especialista que la caída que se observa en el video en efecto dominó de arriba hacia abajo habla de una “clara falla”. “No pensaron en la estructura de cada edificio, pensaron que al unirlo estaban haciendo una base de estructura monolítica”, aclara Ortega.

Otro ingeniero que pidió anonimato debido a su contrato para la firma que trabaja, anotó que  “las últimas dos imágenes hablan de un daño estructural evidente, de hecho, tanto las columnas como las trabes que se alcanzan a ver, tienen desconchamiento, que es como una desportilladura pero muy grave en las esquinas que son trabes y columnas. Cuando tienes desconchamiento por un sobreesfuerzo en el nudo, ese sobreesfuerzo lleva a que el nudo falle y por lo tanto ya no es seguro. Es para decir, aquí no puede estar nadie hasta que se determine si se puede reestructurar o no el edificio”.

Sobre lo que acusan los expertos, el encargado de prensa de la institución no hizo señalamientos puntuales al respecto. En cuanto a la tardía respuesta oficial del Tec, publicada nueve días después del sismo, Eduardo Vega afirmó que la institución educativa “ha esperado a tener toda la información para darla a conocer, para que haya la mayor transparencia posible, tener toda la información posible para después compartir”. 

El inmueble del Tec de Monterrey fue adquirido en 1990 en la dirección Calle del Puente #222, colonia Ejidos de Huipulco de la delegación, Tlalpan. Es decir, un lustro antes que el sismo de 1985. Después vino el sismo más fuerte en la historia del país el 7 de septiembre de este año, cuyo grado fue de 8.2 en la escala de richter. Para ese momento en la arquitectura de la escuela ya habían fisuras y grietas, de acuerdo con estudiantes de la institución que pidieron el anonimato por temor a represalias de la dirección. Las consecuencias de no revisar el inmueble días antes del 19 se manifestaron. Los decesos de los estudiantes se suman a los 203 que ha reportado el Gobierno de la Ciudad de México.

El propio encargado de comunicación del Tec reconoció en entrevista que la institución había tomado nota de lo anterior, pero siguieron dando clases porque al parecer era seguro. De acuerdo con el experto Alberto López Acevedo de APL Constructores, las fisuras y grietas ocurridas 12 días antes del sismo debieron ser tomadas en cuenta por la institución, sobre todo en estructuras con puentes. “Todas las instituciones de todo nivel llámese quien se llame, todas las instituciones deben poner atención especial en eventos sísmicos para que obviamente hagan revisión de sus inmuebles”.

Sin embargo, hay que irse más atrás. Debido al año en que fue ocupada la estructura para la escuela, este medio cuestionó a Vega si la institución cuenta con un dictamen de Protección Civil luego de adquirirse un lustro después de 1985, con el fin de verificar la seguridad arquitectónica del inmueble. Al respecto, el responsable de prensa admitió no tener dichos datos. “Dentro de la información que ha compartido hasta el momento el Tec de Monterrey no lo sé”, comentó, aunque dijo que revisarán la existencia del documento.

lrc