Main logo

¡Por dónde los buscamos!, reclaman familiares de desaparecidos

Acostumbrado al vitoreo en la plaza pública, López Obrador fue confrontado por más de dos mil familiares en Tlatelolco

Escrito en NACIÓN el

Ciudad de México. María González estaba envuelta en un halo de dolor, las manos que le sudaban se aferraban al retrato de su hijo, las lágrimas corrían impúdicas por su rostro, el dolor se afincó en su garganta y respiraba por la boca al tiempo que le suplicaba a Andrés Manuel López Obrador.

¡¿Por dónde los buscamos?! Señor López Obrador por favor ¡¿quiere que me hinque, quiere que me hinque para que me ayude a buscar a mi hijo?!”, le preguntaba ante los ojos aturdidos de otros familiares de víctimas, de reporteros, de organizadores y de miembros del propio equipo del presidente electo que se contagiaron de su dolor.

Algunos se apartaron para reponerse sin que los vieran llorar. En silencio, ensimismado, con las manos en las bolsas del pantalón, el político tabasqueño escuchó desde el templete la historia del hijo y los tres sobrinos de María que fueron desaparecidos en la carretera La Ribereña en Tamaulipas, un camino cacarizo y hostil que corre también por el lindero fronterizo de Coahuila y Nuevo León.

Estamos viviendo un dolor que no tiene nombre y le voy a decir por qué: (si) se muere la madre soy huérfana, (si) se muere el marido soy viuda, (pero) se pierde mi hijo ¿qué soy? ¿Qué palabra ustedes como autoridad le pueden poner este dolor?”, preguntó ante el ceño fruncido de AMLO.?

Antes, Fabián Sánchez relató con gritos que el infierno en Iguala no se ciñe a la tragedia de los 43 estudiantes normalistas desaparecidos en septiembre de 2014, pues su hija también fue secuestrada y asesinada, dijo, en contubernio del gobierno municipal. ??

Mi hija se sacrificó y yo me voy a sacrificar por desmembrar a todos estos desgraciados (…) No le dé la mano a quienes nos están asesinando en Guerrero”, vociferó con rabia y luego se desvaneció. Fabián es hipertenso.

Con el retrato de su hija en los brazos, Margarita López le narró a AMLO otro horror: una noche la joven fue secuestrada por un comando en Etla, Oaxaca.

La dejaron sin comer 10 días, la violaron más de 30 sujetos, es mi bebé –le dijo mientras alzaba el retrato- ¿cómo vamos a recibir justicia? ¡Queremos al fiscal general ya! No es posible que los comandantes y delegados de PGR estén cobrando, estén ellos pagando para que les den una plaza 200 mil dólares hasta 600 mil dólares por una plaza”, dijo y agregó que la única forma en que se puede pagar por esas plazas es con dinero del crimen organizado.

Acostumbrado al vitoreo en la plaza pública, López Obrador fue confrontado por más de dos mil familiares que se dieron cita en el Centro Cultural Universitario en Tlatelolco.

La austeridad de AMLO provoca fuga de funcionarios 

¡Ganaremos esta lucha cueste lo que cueste, ni una más, ni una más, ni una asesinada más!”, gritaban cuando López Obrador entró al recinto acompañado por Alejandro Encinas.

Nunca en la campaña el ex jefe de gobierno del Distrito Federal enfrentó tanta indignación concentrada en un solo lugar a una misma hora.

Taciturno, a donde quiera que miraba López Obrador encontraba una tragedia, ninguna menor que la otra. Así escuchó durante más de dos horas, intercambiando frases con Encinas o interpretaciones con Olga Sánchez Cordero. En momentos se levantaba del asiento para recoger de mano de padres, madres y hermanos auténticas carpetas de investigación integradas por los propios familiares, muchas no sólo contenían detalles de los crímenes, sino hasta nombres y fotos de los presuntos responsables de asesinatos, feminicidios, desapariciones forzadas o violaciones. Todas con una constante, la impunidad. ??

Cuando tomó la palabra calificó de “conmovedor” el encuentro. Hizo su interpretación de las causas de la violencia –el modelo económico neoliberal, dijo– y por momentos se convirtió en el López Obrador de la campaña prometiendo becas y trabajo para los jóvenes. Sus palabras parcas encontraron pared en las caras de los familiares.

Víctimas o familiares de víctimas, es este encuentro muy conmovedor para todos (...) Tengan confianza, no soy igual que los políticos corruptos, no me confundan”, dijo.

Entonces prometió que habrá justicia y recursos para encontrar a los desaparecidos, pidió unidad a los familiares y esbozó eso en lo que es experto, generar controversia.

…perdón sí, ese es mi planteamiento respeto a los que dicen ni perdón ni olvido, los entiendo, los comprendo, yo tengo otra convicción y podemos ponernos de acuerdo”, sentenció entre gestos de desaprobación y hasta chiflidos.

Desde el fondo, una voz se adelantó a lo que seguía en el discurso del presidente electo. “¡Pide perdón!”, se escuchó.

En el momento en que llegue a la Presidencia yo voy a pedir perdón, yo voy a pedir perdón a todas las víctimas de la violencia y voy a comprometerme no sólo voy a pedir perdón, voy a comprometerme a que va a haber justicia en todo lo que humanamente esté de mi parte”, prometió y los corazones se ablandaron. Los aplausos fueron el gesto de aprobación.

Los asistentes vieron partir a López Obrador, quien salió nuevamente entre consignas, sintiendo que la esperanza de encontrar a sus familiares y obtener justicia, por un momento fue más grande que sus penas.

mlmt