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Concentra AMLO ataques; coinciden en inseguridad y corrupción

La mayor parte de la discusión se centró en la amnistía a criminales propuesta por el candidato de la coalición “Juntos Haremos Historia”, durante su campaña

Escrito en NACIÓN el

El antiguo Palacio de Minería, en pleno Centro Histórico de la Ciudad de México, fue el corazón político del país durante la noche del domingo en que se realizó el primer debate entre los candidatos a la Presidencia de la República.

En juego, el futuro de una generación, coinciden candidatos a Presidencia

Fue sede de intensos señalamientos, la mayor parte de ellos contra el aspirante puntero en las encuestas Andrés Manuel López Obrador, de la coalición "Juntos Haremos Historia", pero ninguno de los aspirantes se libró de críticas, incluso la candidata sin partido Margarita Zavala, sobre todo por el desempeño de su esposo el expresidente Felipe Calderón.

"Me están echando montón", se quejó el tabasqueño en algún momento del encuentro.

También hubo coincidencias en cuanto a la importancia de atender el problema de la inseguridad y la corrupción. La propuesta antigua de López Obrador de la revocación del mandato contó con el apoyo de Ricardo Anaya, "pero de manera regulada porque puede ser muy peligrosa", enfatizó; el gobernador con licencia de Nuevo León dijo que lo consideraría y el aspirante de “Todos por México”, José Antonio Meade se opuso rotundamente a ello. "La sociedad está cansada de las elecciones y no sería conveniente cansarla con una consulta más", dijo.

El hermoso edificio propiedad de la UNAM fue resguardado por un importante operativo en el que participaron elementos de la policía capitalina, y miembros del Estado Mayor Presidencial. Fuera del cerco que se estableció para este fin, pancartas, cartelones y lonas también pintaron los alrededores, con grupos de personas a favor y en contra de los candidatos a la Presidencia de la República. De ambos lados hubo intercambio de insultos y amenazas, sin llegar a los golpes.

Había quienes apoyaban al candidato de Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Partido del Trabajo (PT) y Encuentro Social (PES). “Si vendes tu voto, estas empeñando a tu familia, amigos, a tu país. Ten dignidad, no la cagues más. No a la corrupción, ni al terrorismo de Estado”, se leía en una de las pancartas de simpatizantes de Morena.

Los seguidores del candidato izquierdista vitoreaban: “¡Es un honor estar con Obrador!”, “¡Obrador Presidente!”. Incluso, los grupos contrarios intercambiaron palabras altisonantes, insultos y amenazas, sin llegar a los golpes.

Otros acusaban a Andrés Manuel López Obrador, candidato de la coalición “Juntos Haremos Historia” de fallarles durante su gobierno a la capital del país. “¡AMLO, fuiste un mal jefe de Gobierno! ¡AMLO, nos mentiste! ¡No sabes gobernar! ¡AMLO eres el zángano mayor!”: exclamaban grupos de personas dispersas por Eje Central, en las inmediaciones de la entrada dispuesta para los aspirantes al cargo más importante del país.

A los manifestantes se sumaron simpatizantes de Ricardo Anaya, candidato de “Por México al Frente”. “Se ve, se siente, Anaya está presente”, coreaban los simpatizantes que también intercambiaban palabras con los otros grupos a favor y en contra de AMLO.

Mientras tanto, la pasarela de los invitados de los candidatos iniciaba. Poco después de las 4:00 de la tarde comenzaron a llegar los personajes cercanos a cada uno de los aspirantes de la Presidencia de la República. Todos, a excepción de Margarita Zavala, llegaron acompañados de sus cónyuges. Corrió la versión de que el ex mandatario Calderón entró por otra puerta.

A su llegada al Palacio de Minería, el consejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova declaró que este tipo de situaciones demuestran la pluralidad y la libertad de expresión que hay en el país. “Esto es muestra de la pluralidad”, dijo.

Una lluvia torrencial cubrió el Palacio de Minería coloreado con luces rosas, como los colores oficiales del órgano electoral.

El Debate: los señalamientos por encima de las propuestas

A las 8:00 en punto inició el primer debate presidencial. La imagen de la periodista Denise Maerker acaparó las pantallas. El plano se amplió para dar luz sobre los aspirantes a gobernar a los más de 120 millones de mexicanos.

Se lanzó la primera pregunta: "¿Qué medidas tomará para combatir la violencia? Resonó en el recinto la voz del periodista Sergio Sarmiento. Los homicidios, secuestros y desapariciones han provocado que el pasado 2017 haya sido el más violento en los últimos 20 años, dijo.

La mayor parte de la discusión se centró en la amnistía a criminales propuesta por el candidato de la coalición “Juntos Haremos Historia”, durante su campaña. Sus contrincantes, los otros candidatos, le recriminaron que buscaba negociar con delincuentes en lugar de combatirlos, de estar bajo sus órdenes con tal de ganar poder.

Se le acusó de querer sacar a los criminales de la cárcel. López Obrador aseguró que amnistía no significa impunidad y que inmediatamente después de ganar la elección convocaría a expertos a elaborar una propuesta. Como lo ha dicho antes, reiteró que para ello invitaría también al Papa Francisco.

Para el resto de los participantes y para el público en general sus respuestas no fueron satisfactorias. “Andrés Manuel, dinos sí o no que vas a perdonar a los delincuentes”, exclamó Jaime Rodríguez Calderón.

Otros candidatos como Ricardo Anaya, José Antonio Meade y Margarita Zavala lanzaron sus propuestas para el combate a la seguridad con tecnología; policía reforzada; un código penal nacional e incluso, seguir recurriendo a las Fuerzas Armadas, como lo señaló la candidata sin partido.

El bloque que dio lugar al mayor número de alusiones personales y de peticiones de réplica fue el relativo al “combate a la corrupción y la impunidad”, donde todos los aspirantes presidenciales repartieron señalamientos y acusaciones, aunque fue Andrés Manuel López Obrador el único que reclamó que “me están echando montón”.

Sin embargo, no fueron sólo los candidatos los “montoneros”, pues desde Eje Central al otro lado del cerco de seguridad que coordinó la Secretaría de Seguridad Pública y el Estado Mayor Presidencial, un grupo de manifestantes lanzaba rechiflas en cada intervención del tres veces candidato presidencial, expresiones que ahogaban en la otra esquina sus simpatizantes con la conocida arenga: “¡es un honor estar con Obrador!”. 

La estafa maestra, Odebrecht (de las cuales se acusa a priistas), las ligas (del perredista René Bejarano), el socavón (del secretario de Comunicaciones y Transportes), las naves industriales (de Ricardo Anaya) y las postulaciones como las de Napoleón Gómez Urrutia por parte de Morena, dominaron la segunda parte del encuentro, sin que ningún aspirante presidencial saliera limpio de la batalla por cuestionamientos directos o por la herencia de los partidos políticos que representan, supuesto en el que se encuentra José Antonio Meade, el “candidato ciudadano” del PRI.

En un contexto de impunidad y corrupción donde en los últimos seis años, más de 20 exmandatarios están bajo investigaciones por peculado, desvíos de recursos y enriquecimiento ilícito, de los cuales sólo cuatro están en prisión (tres de ellos priistas), se le cuestionó a José Antonio Meade sobre el “lodazal” que representaba esa corrupción. Él contestó que su récord está limpio y desde la Secretaría de Hacienda trabajó para combatir a los malos funcionarios.

El abanderado de la coalición “Todos por México” además aprovechó su intervención para cuestionar a López Obrador por haber convertido a Morena “en un partido familiar”; lo cuestionó por la supuesta posesión de tres departamentos en la Ciudad de México que no reportó en su austera 3 de 3.

López Obrador respondió que si encontraban tres departamentos "a mi nombre" en el Registro Público de la Propiedad "se los regalo". Este tema ha estado presente casi de manera permanente, y el político ha dicho que sus propiedades se las heredó en vida a sus hijos.

Ricardo Anaya, en tanto, se dedicó a recriminar al tabasqueño durante varias intervenciones el tema de la amnistía a delincuentes, así como a advertir que pretende imponer al primer fiscal de la nación. La propuesta de que México cuente con un fiscal independiente todavía no ha quedado firme en la legislación mexicana y en diversas ocasiones López Obrador ha pugnado por la participación del jefe del Ejecutivo en su designación. En esta ocasión propuso que se hiciera una terna.

Anaya también recriminó a López Obrador por tener en su equipo a dos personas: el candidato a gobernador en Nayarit y su asesor económico Alfonso Romo, quienes, según el tabasqueño en un texto de hace años, aprobaron el mayor fraude a la nación, que fue el Fobaproa. AMLO ya no respondió.

En este primer Debate Presidencial de los tres que ha organizado el INE, Jaime Rodríguez Calderón “El Bronco” sin duda ganó protagonismo al presentar la propuesta más radical: “mocharle la mano a quienes roben”, expresión que no fue en sentido figurado, pues a pregunta del moderador afirmó que será una iniciativa que formalizaría de llegar al poder.

Pero “El Bronco” no sólo recurrió a controvertidas propuestas para ganar notoriedad y compensar el reducido acceso que tiene a medios para la difusión de sus spots; además, de entrada, pues fue el primero en hablar, refirió una tragedia que vivió su familia: "¿A ustedes les han matado a un hijo?", espetó.

También se hizo propaganda pues al pie de su micrófono utilizó una calcomanía con su nombre, logotipo de campaña y número de WhatsApp, que era visible en cada una de sus intervenciones y en todos los momentos en que la toma captaba a los cinco abanderados.

 

En su turno, la candidata independiente Margarita Zavala también administró su tiempo para hacer alusión a la “incongruencia” de Ricardo Anaya, quien durante el último sexenio panista defendió la estrategia de seguridad “la misma que hoy critica”. También dedicó diversas intervenciones a defender la gestión de su esposo, el expresidente Felipe Calderón.

Ella aseguró que tenía su propia identidad y se encontraba muy orgullosa de su cónyuge.

A Anaya se le cuestionó sobre la "venta" de su nave industrial sobre la cual todavía no ha podido explicar por qué el pago que recibió tuvo que pasar por diversos países antes de llegar a su cuenta bancaria. A la periodista Denise Maerker le respondió: "Te tengo que recordar, Denise, que no hay una sola acusación en mi contra".

El último bloque sobre “Democracia, pluralismo y grupos en situación de vulnerabilidad” dejó más dudas que certezas, pues nadie logró responder a la pregunta sobre “¿Cuál es el mecanismo que propone para dar cumplimiento a sus propuestas de campaña? ¿Qué sanción habría en su contra en caso de no hacerlo?”.

Este momento del debate fue una tercera oportunidad para la confrontación. Aquí se le cuestionó a José Antonio Meade por haber sumado a su equipo a Armando Ríos Piter, a quien se le señala por hacer trampa en la recolección de firmas para buscar un lugar en la boleta; a Jaime Rodríguez “El Bronco” se le recordaron los casos de simulación de apoyos ciudadanos.

A Margarita Zavala, que ha manifestado que para ella el matrimonio es entre un hombre y una mujer, se le preguntó: "Si tuviera un hijo homosexual, ¿le permitiría casarse con una persona del mismo sexo?". Ella reiteró su concepto de familia, pero dijo que en ella predominaría la libertad. 

A Andrés Manuel, que había dicho que no era un "ambicioso vulgar" que busca cargos políticos, se le recordó que sí buscaba cargos pues era la tercera vez que buscaba la Presidencia de la República. 

El candidato priista le dijo que en 20 años nunca había hecho alguna aportación en beneficio del país y a todo decía que no. "Si Andrés Manuel se hubiera desmayado, en vez de volver en sí, hubiera vuelto en no", dijo. Y a Ricardo Anaya se le cuestionó por haberse “aprovechado” de su condición de dirigente nacional del PAN para posicionarse prematuramente.

El post-debate

Al concluir el encuentro, los candidatos al máximo cargo de representación en el país, José Antonio Meade y Jaime Rodríguez, ofrecieron un mensaje a medios en el mismo punto en el que posaron horas antes para registrar el momento de su llegada.

José Antonio Meade se autoproclamó ganador del debate y agotado el encuentro aprovechó, para sin límite de tiempo y sin moderador, seguir con las alusiones al puntero en las encuestas. A López Obrador lo acusó de evadir todos los cuestionamientos y también le recriminó su falta de compromiso para explicarle a los mexicanos su presunto uso de Morena como partido para beneficiar a familiares y amigos, así como la supuesta posesión de inmuebles que no están en su declaración patrimonial.

Me declaro ganador del debate y declaro también ganador a México. Veo que en este ejercicio democrático que podamos escuchar y contrastar es muy positivo, pero también se quedan cosas importantes del debate, se ratifican algunas posturas, se aclaran algunas dudas, permite que los mexicanos sepan que es lo que estamos pensando como país, quiénes somos, cómo hemos planteado nuestra forma de hacer política”.

Acompañado de su esposa, Juana Cuevas, José Antonio Meade también reprochó la propuesta del tres veces candidato a la Presidencia de la República.

Vimos un Andrés Manuel que repitió frases hechas durante los últimos 18 años, un Andrés Manuel que se exhibió por la falta de consistencia de su declaración 3 de 3, un Andrés Manuel que ratifica su propuesta de amnistía, que ratifica de nuevo que es central en su estrategia sacar a los criminales de las cárceles para llevarlos a las calles, un Andrés Manuel al que no le gusta la confrontación y no responde preguntas directas”.

Quién también ofreció un mensaje fue Jaime Rodríguez Calderón, a quien se le cuestionó sobre su estrategia de portar un distintivo de su candidatura, a lo que argumentó que es un intento de compensar que la autoridad electoral sólo le concedió 13 spots, es decir uno cada tercer día.

Acompañado de su esposa, el gobernador con licencia de Nuevo León aseguró que sólo con su familia asistió al primer debate presidencial para enfrentarse a la partidocracia de este país, y se dijo orgulloso de ello.

jamp