A pocas cuadras de donde está el memorial del atentado del 11 de septiembre de 2001 en el Bajo Manhattan, en Nueva York, ocho personas perdieron la vida después de que el conductor de una camioneta embistiera a varias personas. Entre esas ocho personas, cinco amigos argentinos formaban parte del grupo de excompañeros de la secundaria que celebraban su encuentro.
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Hernán Diego Mendoza, Diego Enrique Angelini, Alejandro Damián Pagnucco, Ariel Erlij y Hernán Ferruchi representaban claramente de qué se trata la amistad: reuniones semanales, entre risas, recuerdos, complicidad, asados de cortes argentinos y vino.
Durante meses, organizaron el viaje a Nueva York para reencontrarse con sus compañeros que vivían allá, habían llegado apenas el domingo a la gran ciudad. Más de 120 exalumnos se iban a reunir el viernes 3 de noviembre.
Según cuentan amigos de los ahora fallecidos, era común que el grupo de WhatsApp se llenara de fotos de sus reuniones, y recientemente, varios escribieron sobre la emoción que les causaba estar en la ciudad que nunca duerme y que a pesar del frío estaban pasando buenos momentos.
“Es increíble lo que pasó. Organizaron durante meses un viaje y al segundo día un tarado con una camioneta atropella a cinco. Más allá del atentado, todo es absurdo, inexplicable, no tiene lógica", contó Lázaro Carranza, uno de los amigos que se quedó en Argentina.
Ese fatídico martes, el grupo de argentinos decidió dar un paseo en bicicleta que alquilaron en el sur de la isla en dirección al norte, a la vera del río Hudson cuando el terrorista embistió a los peatones y ciclistas.
El cónsul de Argentina en Nueva York, Mateo Estremé, comentó durante la conferencia de prensa, la recopilación de las declaraciones de los sobrevivientes:
“Iban en bici de a dos, escucharon un ruido, y vieron en segundos que una camioneta los estaba atropellando. Fue como un infierno, con cuerpos por todos lados, gente llorando, gente intentado huir”, dijo.
Tras el atentado, los amigos fueron trasladados a dos hospitales, donde se encontraron con el cónsul y poco después murieron.
"No tuvieron oportunidad de reaccionar. No lo vieron venir", concluyó.
Con información de El Clarín e Infobae
fmma