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Amieva elude dar la cara al nuevo Congreso de la CDMX

En la primera sesión del nuevo Congreso, el Jefe de Gobierno entregó su único informe de actividades sin hacerle frente a los cuestionamientos

Escrito en METRÓPOLI el

En su primer y único informe de actividades como jefe de gobierno de la Ciudad de México, José Ramón Amieva, eludió participar en un verdadero ejercicio de rendición de cuentas al entregar, a través de un intermediario, el tomo relativo al sexto informe de gobierno para después salir del recinto sin escuchar el posicionamiento de un solo grupo parlamentario.

El mandatario capitalino, rompió con una tradición de 20 años entre sus predecesores, quienes asistían cada año al recinto de Donceles y Allende, que anteriormente albergaba la extinta Asamblea Legislativa, para rendir su informe y escuchar posteriormente a los representantes de bancada que solían exponer sus reclamos y cuestionamientos.

En este último año del sexenio para el que fue electo el hoy senador Miguel Ángel Mancera, el mandatario suplente acudió al recinto, se placeó al lado de quien será su sucesora, Claudia Sheinbaum, y de quien se enfila para ser la presidenta de la comisión de Gobierno del Congreso, la morenista Ernestina Guillén.

Pero se negó a ser él quien entregara el voluminoso sexto y último informe de la actual administración capitalina. Envió a Guillermo Orozco Loreto, también secretario de Gobierno a entregarlo en un salón alterno al pleno.

Amieva se conformó con aparecer, más en calidad de invitado especial que de gobernante, a la primera e histórica sesión del nuevo Congreso de la Ciudad de México, en la que también entró en vigor la naciente Constitución de los capitalinos.

No dio la cara a los legisladores, de aplastante mayoría morenista, sobre los temas que han empañado su gobierno: los recursos que no le llegan a los damnificados, la creciente inseguridad en el Centro Histórico y los casos de extrema violencia en sus calles, el contrato millonario por 406 millones de pesos por un trabajo de una semana que otorgó la Secretaría de Finanzas a una empresa fantasma para solicitar el ISR a la Secretaría de Hacienda, entre otros temas por los que ha sido cuestionado en diferentes momentos y por diversos actores.

Oídos sordos hacia la oposición 

Discreto fue su arribo al primer Congreso de la Ciudad de México, luego de que él mismo anunciara previamente que no asistiría a la sesión. Sin acarreados, pero tampoco con el cobijo de ciudadanos que genuinamente le respaldarán o aprobaran su mandato, Amieva se apersonó en el Congreso capitalino.

Aunque en esta ocasión también se cerraron las calles aledañas como Allende y Donceles con vallas metálicas, esta vez no había banderitas de colores. Incluso no había que pasar retenes para caminar del recinto hacia Tacuba o hacia Eje Central.

Tampoco había pantallas gigantes sobre la calle para que los que no pudieron entrar al recinto legislativo, pudieran ver desde lejos y en tiempo real el mensaje a los capitalinos, como ocurría con Mancera todavía hace un año.

Durante el quinto informe de Miguel Ángel Mancera, aunque apenas enfrentó cuestionamientos, si asistió al Pleno y escucho a diputados de su partido y de oposición como el entonces líder de la bancada de Morena,  César Cravioto.

Por lo demás fue un día de campo el último informe de Mancera, quién tampoco le tocó lidiar con una oposición correosa como la del PAN que cuestionaba a Marcelo Ebrard en sus informes. 

Amieva no ha sido el único mandatario capitalino sustituto. En 2005 Alejandro Encinas suplió al hoy presidente electo, Andrés Manuel López Obrador quien no concluyó su mandato para buscar por primera vez la silla presidencial.

Pero a diferencia de Alejandro Encinas, que en 2006 sí acudió a la Asamblea Legislativa a rendir su informe; o de Rosario Robles, que en 2000 también asistió en sustitución de Cuauhtémoc Cárdenas, Amieva desairó la ocasión.

Ni siquiera se subió al pleno. De hecho su presencia resultó sorpresiva, porque el jueves había mandado a decir que no acudiría, algo que ya habían criticado los diputados electos de Morena.

Fue hasta el domingo por la noche que Amieva cambió de decisión pero aclaró, por si alguien lo dudaba, que no se subiría al pleno.

A pregunta expresa de los medios de comunicación, cuando estaba a punto de retirarse, sobre su inhabitual forma de rendir informe, el mandatario capitalino afirmó contrario a las pruebas que “Aquí estoy dando la cara y dar la cara es estar con ustedes, con la ciudad y voy a atender los problemas”, aseguró, enfundado en su traje azul metálico.

Viejos conocidos 

A diferencia de otros informes, en los que se veía la presencia de gobernadores y funcionarios federales, en esta ocasión no se vio a ninguno de ellos. No se vio tampoco al ex jefe de gobierno, Cuauhtémoc Cárdenas, echar una cabeceadita, como fue captado hace tres años.

Pero quien sí estaba era la próxima alcaldesa de Iztapalapa, Clara Brugada, que apareció vestida de manera colorida. Un contraste con la ex senadora panista Gabriela Cuevas, quien ahora en Morena se ha vuelto austera en su maquillaje, y cuando la entrevistaron para el canal del Congreso, pidió ser maquillada de manera muy ligera.

También hizo su aparición el líder de la bancada de Morena en la Cámara de Diputados Federal, Mario Delgado, quien repartió sonrisas y saludos a todos los que se acercaban.

A ellos se sumaron los diputados de la nueva mayoría, como el ex senador Alejandro Encinas, quien estará de préstamo, pues en diciembre se irá como Subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, pero que en la sesión de este 17 de septiembre fue protagonista, al entregar al presidente de la mesa directiva del nuevo Congreso, Jesús Martín del Campo, un ejemplar de la Constitución que él ayudó a aprobar en la Asamblea Constituyente y que a partir de hoy comenzará su vigencia en materias que no sean las electorales, pues en esas ya lo era desde que inició el proceso electoral de este año.

En el Pleno se veía a otros viejos conocidos, con experiencia en la Asamblea Legislativa o como diputados federales, como la ex perredista Ernestina Guillén, quien ahora liderará a la bancada morenista, de 37 legisladores; a Mauricio Tabe, que liderará a la segunda fracción, al PAN, con 11 congresistas; a Jorge Gaviño, del PRD, con seis diputados, y Armando Tonatiuh González, del PRI, con la misma cantidad.

Además destacó la presencia de la panista Margarita Saldaña, quien fue parte de la primea legislatura de la ALDF y ahora lo es de la primera del Congreso. También acudieron los nuevos diputados y ex jefes delegacionales, Valentín Maldonado y Rigoberto Salgado, que gobernaron Coyoacán y Tláhuac, respectivamente.

El resto de las fracciones se compone de tres diputados del PT, dos del PVEM y uno del PES.

El primer Congreso capitalino abrirá con una mayoría como nunca se vio en la ALDF, la de Morena, que tiene más de la mitad de los 66 diputados. Aunque en la sesión solemne se presentaron posicionamientos de los partidos sobre la administración capitalina, y Guillén se lanzó contra lo que llamó la frivolidad del gobierno de Mancera, la sesión transcurrió de manera tersa e incluso ya no se presentaron, aunque estaban programadas, las dos primeras iniciativas, una para dar más recursos a damnificados. Se pasó para presentarla este martes 18, día de sesión ordinaria.

Así fue el primer día en el primer Congreso de la CDMX.


JGM