El asesinato de Alicia Díaz, puedo evitarse, afirmó el hermano de la periodista Miguel Díaz, ya que ella había presentado hace dos años una denuncia por amenazas de muerte, aunque no hay noticias de investigación posterior.
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“Mi hermana tenía miedo, como muchos en Nuevo León y este país tienen miedo, y vivía así. No queremos decir por qué. No queremos que se vicie. Ya había denunciado amenazas. Hubo denuncias y la Fiscalía tiene varias. Se presentó la denuncia, hace dos años, y no sabemos qué pasó. Sí se pudo haber evitado. Las denuncias se presentaron por amenazas de muerte, no sabemos de quién”, expuso.
Miguel, quien se encuentra en Monterrey procedente de Veracruz, para cuidar a sus sobrinos, señaló que ya acudió a la Fiscalía de Nuevo León a declarar y las autoridades le notificaron que, probablemente, en las próximas horas le proporcionen resultados sobre la investigación del homicidio ocurrido el pasado 24 de mayo, en la casa ubicada en Paseo residencial, al sur de Monterrey.
Tras el asesinato de la periodista de El Financiero en medios periodísticos locales se menciona como sospechoso a su exesposo, Gerardo Medrano.
Por su parte, la familia confía en la investigación, que le explicaron que siguen la indagatoria de manera meticulosa para que el expediente no pueda ser rebatido cuando sea presentada la respectiva imputación, explicó el hermano, quien estuvo acompañado de Gerardo, Eduardo y Valeria, los hijos de Alicia Díaz.
A la familia ha recibido el apoyo de la Comisión Nacional de Derechos Humanos y organismo de Atención a Víctimas y la Fiscalía estatal, además que los hijos de la periodista cuentan con protección policiaca.
En una breve declaración, Eduardo, hijo mayor de Alicia dio unas declaraciones sobre el asesinato de su madre.
“Ella era nuestra única familia en Monterrey. No nos quisiéramos ir, porque a fin de cuentas es nuestra casa. Pero me duele mucho lo que ha pasado. Es muy doloroso perder a una madre, en especial de una manera tan cobarde. Es horrible. No puedo explicar ver a tu mamá así. Que se haga justicia lo más pronto posible. Lo último que queremos es seguir con esta tortura. No sabemos nada. Para nosotros las horas son días, los días son semanas. Es horrible”, dijo al borde del llanto.
Con información de Proceso
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