La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) acreditó el abuso sexual a dos menores del preescolar comunitario de la localidad indígena de Cieneguilla, en el municipio de El Cardonal, Hidalgo.
Un instructor, mediante engaños, introdujo su pene en su boca y los forzó a realizar actos que, según el dictamen psicológico practicado a los infantes, les ocasionó un daño asociado a estas vivencias.
El órgano autónomo, que emitió la recomendación 086/2018 a la Secretaría de Educación Pública (SEP) y al Consejo Nacional de Fomento Educativo (Conafe), resolvió, tras la evaluación de elementos de prueba, que este último no investigó, denunció ni dio atención oportuna a las víctimas de este agravio, que ocurrió en octubre de 2014.
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El expediente, publicado este 7 de enero, incluye testimonios de un infante agredido, quien asevera que el instructor comunitario "les introducía el miembro en la boca cuando se encontraban a solas al interior del salón de clases". Esto, añadió, como parte de "dinámicas de juego".
En sus declaraciones ministeriales, los infantes, de cinco años, refieren que el instructor comunitario realizaba diversos juegos con las niñas y niños, como “las atrapadas” y que al menor que atrapaba lo encerraba con él en el salón, le vendaba los ojos con una toalla o un gorro y jugaban a “adivina ¿qué es?”; posteriormente les introducía su miembro en la boca.
Esta versión fue secundada por la madre una de las víctimas, quien testificó ante el Juzgado Penal de Primera Instancia de Ixmiquilpan el 17 de agosto de 2015 que los niños “jugaban” con el inculpado a “¿adivina qué es?”, el cual consistía en que “le(s) tapaba los ojos con una bufanda y … les introducía en su boca diferentes objetos”, como cabello o Resistol. Asimismo, añadió que “les había dicho que el que se portara bien le iba a dar un carro de control remoto”.
Cuatro niños más que tuvo bajo su tutela el docente señalaron de manera coincidente que éste les hacía jugar ese “juego”; sin embargo, la CNDH especifica que al ser entrevistados por la autoridad ministerial no supieron identificar qué era lo que introducía a sus bocas.
Otra mamá declaró que su hijo recibió golpes con una vara en la espalda, manos y pies.
La CNDH determinó que el Conafe no supervisó al profesor previo a los hechos y tampoco después de ellos, en tanto que la SEP inició un procedimiento a través de su órgano interno de control, el cual, sin embargo, fue cerrado por falta de elementos para acreditar la responsabilidad del trabajador, y está identificado con el número de expediente 17/04/2015.
El 24 de septiembre de 2014, al enterarse del caso, los padres de familia solicitaron la presencia del delegado de gobierno de la localidad, quien en compañía de otra persona y dos policías comunitarios acudieron a la casa donde se hospedaba el instructor, lo detuvieron y entregaron a las autoridades municipales.
Los padres testificaron que el Conafe había comprometido atención psicológica y seguimiento al proceso judicial, pero suspendió los apoyos después de cubrir los gastos en dos ocasiones: 21 de octubre y 12 de noviembre.
El Tribunal Superior de Justicia de Hidalgo (TSJH) informó a la Comisión que el 24 de mayo de 2016 dictó sentencia condenatoria contra el imputado por violación equiparada en agravio de dos menores, con una pena de 21 años de prisión más la reparación de daños.
No obstante, éste apeló el 9 de noviembre de 2016 y la Primera Sala penal revocó la sentencia y decretó su absoluta libertad.
Asimismo, el expediente de la CNDH incluye un dictamen psicológico practicado a una de las víctimas el 25 de septiembre de 2014 por el personal de la PGJ-Hidalgo, el cual concluyó: “…sí presenta afectación en su normal desarrollo psicosexual…”.
mvf