Monterrey, N. L.- Fundado en 1943, con un negro historial de motines y muerte, el penal del Topo Chico llega a su fin en Nuevo León en 2021 al final de la administración estatal de Jaime Rodríguez Calderón, informó el secretario general de Gobierno, Manuel González Flores.
En su vetusto edificio estilo art deco, se han registrado las más sangrientas batallas como la del 11 de febrero de 2016 cuando dos grupos antagónicos de los cárteles de la droga se enfrentaron un saldo de 52 muertos y 14 lesionados, además de daños a las viejas instalaciones.
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De acuerdo al secretario de Gobierno, en el Centro de Readaptación Social (Cereso) de Apodaca, al norte de la zona metropolitana de Monterrey, se construyen ya 350 nuevas celdas y el Presidente electo Andrés Manuel López Obrador ha dado el visto bueno para apoyar con otras 350 en el Cereso de Cadereyta.
Sin embargo, el funcionario declina adelantar más detalles en torno al traslado de los internos del Topo Chico a los otros dos penales; tampoco da fechas, pero si está seguro de que será el fin del temido centro penitenciario en el 2021 el último año del gobierno de El Bronco.
Topo Chico recibió el nombre del cerro cercano donde se construyó al norte de la ciudad y en ese entonces era un tanto alejado, en la periferia de Monterrey, pero la mancha urbana lo absorbió.
Tras sus muros, se han desencadenado los sucesos más violentos y tan sólo entre 2010 y 2012, registró al menos medio centenar de atentados con armas de fuego y granadas, doce presuntos vendedores de droga muertos y siete de sus guardias fueron asesinados por el crimen organizado.
En diciembre de 2010, un comando armado secuestró a una cabecilla de una banda de secuestradores cuando era conducida de Topo Chico a un hospital para un chequeo médico. Fue hallada desnuda y colgando del cuello en un puente días después.
En enero de 2011, apareció muerto en el interior, el integrante de Los Zetas, Gabriel Ayala Romero, alias "El Gaby", el zar de la piratería, cuyo cuerpo tenía más de 20 heridas de arma blanca. Un mes después el jefe de Seguridad de la prisión, Francisco Martínez Ramírez, apareció asesinado y mutilado en el interior de una caja de plástico dentro de un automóvil, con un mensaje que se atribuyó al crimen organizado.
También se han registrado varios intentos de fuga, como la aparición de un túnel en 2012.
En marzo de 1980, en el interior fue secuestrado y luego asesinado el director del penal, Alfonso Domene; después agentes federales entraron y acribillaron a un par de reos que pretendían escapar y exigían vehículos y armas para salir.
Topo Chico tiene capacidad para alojar a 3.635 internos -entre hombres y mujeres-, y ha registrado temporadas con casi cinco mil internos y aunque hoy en día no está sobresaturado, si presenta deficiencias en sus vetustas instalaciones.
mvf