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“Trató de meterme las manos en las piernas”; así es el acoso sexual en los partidos políticos

Diversos expedientes hablan de casos en los que mujeres han sido víctimas de acoso y abuso sexual en Morena, PES y PRI

Escrito en NACIÓN el

“Eso te pasa por no darle las nalgas”; “recuerda que yo también soy de la cúpula”; “de repente sentí que se levantó y se me echó encima”; “trató de meterme las manos en las piernas…” estos testimonios son parte de ocho quejas por acoso, hostigamiento o chantaje sexual documentadas al interior de los partidos políticos, por parte de mujeres que mantenían una relación de jerarquía laboral vertical con los denunciados; es decir, estaban subordinadas a ellos.

Ante la negativa, pese a las presiones para mantener relaciones sexuales, el trato –según sus relatos– se tornó ríspido o violento, y terminó, en más de un caso, cuando fueron destituidas de su trabajo.


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El expediente CNHJ-DF198/17 es uno de cinco que ha resuelto la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y que La Silla Rota obtuvo como respuesta a una solicitud de información (folio 2230000014618). Aunque declaró dos infundados, en tres encontró elementos para acreditar los hechos de violencia.

El caso de Joselyn ocurrió el 27 de septiembre de 2017 en un bar de Coyoacán, después de una obra de teatro en el Foro la Cura, y su narración, así como testimoniales de quienes estuvieron presentes, son parte de las pruebas que presentó al órgano intrapartidista.

“Al finalizar la velada todos salieron para fumar un cigarro en lo que yo me fui al baño. Saliendo del sanitario, estaba Gustavo frente a mí, me dijo que me estaba esperando y bajando las escaleras me tomó de la cintura como para ayudarme a bajar, yo me moví por la incomodidad y entonces él decidió apretarme las nalgas. Yo volteé muy enojada y lo encaré; sin embargo, él solo se rió y dijo que era una exagerada.

En repetidas ocasiones conocí de las relaciones sexuales o amorosas que él tuvo con algunas compañeras, no porque yo se lo cuestionara, sino porque él se encargaba de hacerlo público. Burlándose de ellas, dando detalles explícitos”

El segundo nombre de Gustavo es Alejandro, y sus apellidos Guillén Samperio. El testimonio en su contra es una joven con la que trabajó mientras era secretario de Jóvenes de Morena en la Ciudad de México, quien lo culpó de violentar su dignidad como mujer bajo conductas de abuso de poder.

“En Coyoacán estábamos Gonzalo, Gabo, el compañero Carlos, él y Eduardo, desde que llegamos la plática estaba un poco tensa porque él insistía que era de la cúpula del partido y que con quién me acostaría. Él me insistía diciendo ‘recuerda que yo soy parte de la cúpula del partido’, a lo que yo respondía que no sabía […] él insistía diciendo: ‘pero recuerda que yo soy, me puedes elegir a mi’.

El hostigamiento, aseguró, inició antes “con ‘piropos’ o dichos que él calificaba como ‘halagos’ hacia mí, refiriéndose a mi cuerpo o vestimenta. Con el intento de seducirme me los decía, sin embargo, para mí esto sólo me causaba incomodidad”, y terminaron cuando, afirmó, la tocó a la fuerza.

Pese a los alegatos de Guillén Samperio, quien suplió a Javier Jiménez Espriú como diputado constituyente, el Consejo evaluó que el acoso sexual es fundado y que, además del daño a Joselyn, afectó la imagen pública de Morena en la capital, por lo cual sancionó a su dirigente con una amonestación pública, con base en el resolutivo del 20 de septiembre de 2017.

El morenista había perdido sus derechos como militante por seis meses y removido del cargo; no obstante, el Tribunal Electoral de la Ciudad de México revocó esa sanción y ordenó la nueva resolución, al argumentar que se violaban sus derechos políticos.

“Eso te pasa por no darle las nalgas”


El caso de Joselyn no es el único en la Secretaría de Jóvenes Morena en la Ciudad de México por el cual se ha iniciado un procedimiento en la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia: el expediente CNHJ-DF-157-17 da cuenta de otro incidente en el que, como agravante, se añade posible violencia física

El acusado es Eduardo Morales Díaz de León, excandidato a la Asamblea Constituyente y secretario técnico de la cartera de Jóvenes en la CDMX. 


Anaid, su compañera en el partido, afirmó, entre otras imputaciones, que una noche, “al negarme a besarlo, enfurece y me niega que me retire del lugar, arrebatándome las llaves de mi motocicleta. Al querer detenerlo me agrede con un golpe, abriéndome el labio inferior; las amenazas fueron subiendo de tono hacia las personas cercanas a mí, concluyendo con ‘desmadrar’ si volvía a la oficina”


Anaid también aseguró que cuando informó al secretario Guillén Samperio sobre actos de presunto acoso, menoscabo a su persona y violencia, éste le contesto: “fue tu culpa por no haberle dado las nalgas”.

Tras los testimonios y pruebas de los implicados, así como los testigos que cada uno presentó, la Comisión concluyó, en resolución del 31 de julio, “infundados” los agravios expresados por Anaid, debido a que no logró acreditar lesiones ni otro tipo de agresión; no obstante, expuso que encontró indicios de faltas de respeto mutuas fuera de la actividad partidaria.

En las documentales, además de capturas de conversaciones privadas, hacen referencia a aspectos de la vida íntima que fueron descartados como evidencia.

“Ya avánzale, chamaca”

“Ya avánzale, chamaca, aquí terminó tu historia en Morena”, fue la advertencia que –según la prueba testimonial– Rosendo Salgado Vázquez, entonces presidente del Comité Directivo Estatal de Morena en Durango, hizo a una joven que fungía como enlace distrital, en un viaje al municipio de Santa María del Oro, en julio de 2016.


 


Las descripciones de los actos de posible violencia sexual se encuentran testados en el expediente CNHJ-DGO-151/17, resuelto el 3 de julio de 2017.

Él me amenazó “que se iba a encargar de quitarme la responsabilidad de PSN (Promotor de la Soberanía Nacional) e incluso a sacarme del partido, y efectivamente llegando a Durango me notificaron que dejaba de ser PSN y que ya no me presentara. Me dejaron de depositar el apoyo que desde México me hacían, me sentí muy enojada y frustrada y me retiré de Morena”, relató la agraviada.

Aunque, debido a que se acreditó el acoso sexual y la represión laboral, el dirigente fue destituido y sujeto a suspensión de sus derechos partidarios por dieciocho meses, el Tribunal Electoral del Estado de Durango ordenó revocar la sentencia, al resolver el Juicio para la Protección de los Derechos Político Electorales del Ciudadano TE-JDC-010/2017, promovido por Salgado Vázquez.

“Me las tienes que dar”


El tercer caso acreditado por la Comisión de Honestidad y Justicia de Morena ocurrió en el ayuntamiento de Cuautla, Morelos, y el responsable, de acuerdo con el expediente CNHJ-MOR-050/16, es el regidor Cesar Salazar Zamora, a quien dos mujeres que trabajaban con él lo acusaron de hostigamiento sexual.

Una de ellas grabó una conversación que obra en el expediente judicial, en el que el asambleísta describía sus relaciones sexuales y le preguntó si no quería “probarlo”, que daba “muy buenos masajes”; la otra afectada, en tanto, aseguró que el edil trató de meterle la mano entre las piernas.

La situación se agravó el Día internacional de la Mujer.


Ella iba arreglada al evento por esta ocasión. César Salazar Zamora la llamó a su oficina. Cuando entró, él cerró la puerta y después le agarró los pechos”


“Tenía tiempo que quería hacer eso”, “déjate de santurronerías”, le dijo. Además, le pidió que se calmara y que platicaran. El regidor, afirmó, le comentó que iba a haber cambios, que se iban a regularizar los pagos y que ganaría cuatro mil pesos quincenales, más dos mil pesos que él le iba a dar por medio del presidente municipal. Pero para eso “me las tienes que dar”.

Las víctimas dijeron al órgano intrapartidista que la diputada federal Margarita Cuata e Irma Arcadia Salinas, secretaria de Arte y Cultura estatal, protegieron a Salazar Zamora, por ello el caso que data de 2016 se resolvió hasta un año después.

El edil fue sancionado con la cancelación del registro en el Padrón Nacional de Protagonistas del Cambio Verdadero de Morena.


PES, reserva de un año; PRI, “limpio” pese al caso Gutiérrez de la Torre


El Partido Encuentro Social (PES) clasificó como información reservada, por un año, tres denuncias por hostigamiento o violencia sexual, debido a que aún no hay resolutivo de sanción, en caso de acreditar el agravio contra las mujeres que acusaron haber sido víctimas de acoso por parte de miembros de ese instituto político.


Las imputaciones, así como los medios de prueba, integran el expediente CNVTRC/Q009/2017, que data del año anterior, y dos más que competen al primer bimestre de 2018: CNV/Q-001/2018 y CNV/Q-002/2018.

“Las tres denuncias radicadas se encuentran en trámite de investigación; es decir, que no ha causado firmeza legal, ya que se considera un proceso deliberativo del cual se puede considerar la aplicación de sanción o sanciones sometidas a debate ante la Comisión Nacional de Honor y Justicia”, expuso el partido en la resolución PES-CT-R00024-2018 enviada a La Silla Rota para justificar la reserva.

No obstante, la información proporcionada como respuesta a la solicitud 2236000001718 sólo compete a los últimos 12 meses, por lo que Encuentro Social no dio a conocer si antes de este periodo existen procedimientos, desde que recibió su registro a nivel nacional el 9 de julio de 2014, así como las sanciones o resolutivos que tuvo su órgano interno.

El resto de partidos aseguraron no haber documentado ninguna queja por acoso sexual, después de una “búsqueda exhaustiva” a sus archivos, incluido el Revolucionario Institucional, cuyo expresidente en la Ciudad de México e hijo de uno de los magnates de la basura, Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, fue señalado en 2014, tras un trabajo de la Unidad de Investigación de Aristegui Noticias –a cargo en ese momento del periodista Daniel Lizárraga– por haber montado un equipo dedicado a reclutar jóvenes entre 18 y 32 años para que le prestaran servicios sexuales en las instalaciones del Movimiento Territorial del PRI, servicios que eran pagados con dinero público.

Las quejas sin acreditar


La última resolución de un incidente de acoso en partidos políticos data del 27 de febrero de 2018, y corresponde al expediente CNHJ-NAY-572/17 que una extrabajadora del Comité Ejecutivo Estatal de Morena en Nayarit inició contra el presidente Daniel Servando Carrillo Arce, por supuestas conductas de chantaje laboral y sexual, las cuales, sin embargo, no se acreditaron –a juicio de los integrantes de la Comisión–.

El proceso inició por una queja que presentó el 6 de noviembre de 2017 Lorena, quien ocupó el puesto temporal de secretaria del líder del partido.

El testimonio que valoró la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia refiere que ambos viajaron a la Ciudad de México, adonde arribaron la mañana del 8 de septiembre, para un evento del instituto político.


Como la oficina del partido abría a las 11:00 once horas, (me comentó que) iríamos a un hotel a descansar. Al arribar al hotel, del cual no recuerdo el nombre, me comentó que sólo tenía permitido, por cuestión de comprobación de gastos, alquilar una habitación sencilla, a lo cual le comenté que no había problema, que él descansara y que yo lo esperaba ahí en la sala del hotel”


No obstante, Lorena afirmó que el dirigente le dijo que pasara a dejar sus cosas a la habitación. Al llegar ahí “él se sentó en la cama y yo en el suelo ahí mismo, y comencé a revisar mi celular, comentándome él que me sentara en la orilla de la cama, que no estuviera en el suelo, por lo que me senté en la orilla de la cama y de repente sentí que él se levantó y se me echó encima tratando de abrazarme. Yo me hice a un lado y con mis brazos me lo quité de encima, y le pregunté qué era lo que le pasaba, que no me molestara. De manera muy seria, (él me contestó) que no pasaba nada, que le permitiera abrazarme.

“Continuó diciéndome muchísimas cosas intentando convencerme de que tuviéramos relaciones sexuales, por lo que yo me negué y le dije que no se atreviera a volverme a tocar (…)”.

No obstante que reconoció haber estado en el cuarto con su secretaria, el dirigente expuso que “la compañera Lorena no tuvo ningún inconveniente en aceptar y descansar un rato en la habitación (…) es así que ella ocupó la cama y yo me recosté en el piso con una de las cobijas”.

Aunque también presentó copia de la denuncia interpuesta ante la Fiscalía General del Estado de Nayarit, por presunto acoso sexual, el órgano intrapartidista resolvió que no hay evidencia que acredite acto indebido, además de que en la Audiencia de Conciliación, Pruebas y Alegatos, que se llevó a cabo el 18 de enero de 2018, a las 11:00 horas, únicamente acudió el demandado.

La extrabajadora también reclamaba el pago de tres mil pesos que, aseguró, le adeudaban; sin embargo, la Comisión indicó que de las testimoniales se advierte que, una vez terminado el periodo de labores, se le finiquitó sin que quedara pago salarial pendiente, debido a que únicamente cubrió un interinato.

El acoso sexual es una conducta que hace que la víctima se sienta ofendida, humillada y/o intimidada por las solicitudes de favores sexuales que puede incluir violencia. En sus estatutos, todos los partidos políticos lo reprueban, aunque algunos de sus hombres de mando han incurrido en él.

JGM