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Paternidad millennial en el siglo XXI

¿Qué es ser papá millennial? ¿Cómo se redefine la paternidad millennial y qué hay con la equidad de género? La experiencia de Alejandro Basave

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Escrito en OPINIÓN el

Paternidad millennial


Hace unas semanas platicaba con un amigo en una carne asada (sí, en el norte del país asamos mucha carne, y sí, a algunos nos pesa esa cita de Vasconcelos que lee “allá donde empieza la carne asada termina la civilización”), y mientras esperábamos a que el carbón se terminara de quemar, platicamos de política, futbol, trabajo y sobre nuestra reciente paternidad. Una paternidad millennial. Ambos nos convertimos en papás recientemente, por lo que creo que era un tema obligado.

La plática no tuvo que durar horas para que los dos nos diéramos cuenta de lo diametralmente opuestas que eran nuestras opiniones en el tema. Él quería que su primer hijo fuera varón mientras yo prefería tener una niña; él quería tener cinco hijos y yo uno o máximo dos; él se jactaba de no cambiar pañales mientras yo le presumía mi depurada técnica para hacerlo en tiempo récord cual mecánico de pit stop de Fórmula 1; él me compartía sus remedios caseros y yo le recomendaba libros y artículos del tema… y así en muchas otras cosas.

La anterior anécdota no es más que un reflejo de lo que significa ser papá en nuestros tiempos. Pensar que años atrás un par de padres dedicara parte de su plática social a compartir impresiones sobre marcas de biberones, ejercicios de estimulación temprana u otros temas relacionados, suena descabellado.

El contraste es tan claro que, según el Pew Research Center, los padres en Estados Unidos no solo están mucho más involucrados que hace 50 años en el cuidado de sus hijos, sino que además 7 de cada 10 dicen que es igual de importante el vínculo del papá que el de la madre con el bebé.

Creo que esto se puede explicar con el cambio en el paradigma social de que el hombre debía limitarse a ser el breadwinner y la mujer resignarse a ser la caregiver.

Paternidad millennial y la familia del siglo XXI

Conforme evoluciona la sociedad, se estigmatiza menos el salir de los moldes tradicionales del concepto de familia. Familias homoparentales, monoparentales, stay at home dads, entre otros, encabezan la complicada lucha por romper con tan arcaicas concepciones y tabúes. Esta revolución se está fraguando con base en la información (el gran enemigo del oscurantismo y los prejuicios).

Hace unos meses, por ejemplo, se publicaron en el Medical Journal de Australia los resultados de un estudio que encontró que a los hijos de las parejas del mismo sexo les iba igual de bien que a los hijos de parejas heterosexuales. También, a principios de este año, un estudio del Imperial College de Londres, la Universidad de Oxford y el King´s College de Londres, encontró que el rol activo de la figura paterna en las primeras etapas del desarrollo del bebé, hace que el infante aprenda mucho más rápido que con el esquema tradicional del padre como personaje secundario de la madre.

Lee: El arcoiris de la diversidad toma las calles

De este último tema, recientemente han ido en crescendo las voces que claman que la paternidad todavía no ha podido ser ejercida de manera plena por el hombre.

El rol del padre ha sido el del asistente a la madre o el del ausente (con o sin causa). Todo esto, vaya paradoja, por el enraizado machismo en virtud del cual el padre se asume menos apto que la madre para el cuidado de los hijos.

Quiero enfatizar que me considero una persona sumamente afortunada por haber tenido al papá que me tocó. Él me formó, me dio todo el amor que ahora le transmito a mi hija y, si algo no le puedo reprochar, es su involucramiento (ahora manifestado en su faceta de abuelo que visita a su nieta a la menor provocación). Sin embargo, creo que el machismo arriba mencionado reprimió la paternidad de generaciones anteriores como la de mi padre.

El rol del padre era incidental, lejano, hermético en sus sentimientos y para acabar rápido, relegado a la banca en los primeros años formativos de sus hijos.

Replanteando el concepto de paternidad

Lo anterior de ninguna manera significa que piense que los de ahora serán mejores que los papás de antes, pero sí que se están replanteando el concepto de paternidad. Y que la tratarán de ejercer sin máscaras ni ataduras que la sociedad históricamente le han impuesto al hombre.

Sobre este tema, recomiendo ver el documental precisamente llamado The Mask You Live In (2015), en el cual se analiza lo reducido que es el estereotipo masculino al cual el varón debe encajar (el menosprecio a las emociones, el uso de la violencia como catalizador, etc.).

Habrá que ver cómo se traduce el (¿sobre?) involucramiento del papá millennial en el cuidado de sus hijos. Seguramente el papá millennial comenzará a ser el blanco de campañas publicitarias de marcas infantiles, se publicarán muchos más libros de la paternidad (hasta ahora escasos) y ojalá pronto llegue el día en el que tengamos una sociedad más justa en la que el género no sea un configurador sine qua non del rol en la familia.

Por lo pronto, nos tocará exigir cambios en nuestra legislación (empezando por la patria potestad que de acuerdo a una nota de El Universal es otorgada a la madre en el 90% de los conflictos maritales que escalan a litigio). Este año, la Primera Sala de la SCJN dio pasos firmes en materia de equidad de género cuando determinó que otorgar la guardia y custodia a una mujer por el simple hecho de ser mujer, contraviene el principio de igualdad.

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Dejaré para otro día mis diatribas sobre la devaluación de los padres a causa de Google y el abuso del millennial a las tablets y Youtube como herramientas para sosegar educar a sus hijos.

@alejandrobasave | @OpinionLSR | @lasillarota