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Y luego cómo me regreso

El representante de Israel se siente en confianza y comparte varias historias de familia.

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Escrito en OPINIÓN el

HANNOVER, Alemania. Uri Levine le pidió a uno de sus cinco hijos, el de 18 años, que lo llevara al Aeropuerto en Israel. “Mi teléfono está descompuesto, no puedo”, le respondió el muchacho con un tono de preocupación.

 

“Llévame al Aeropuerto, no hay aplicaciones de teletransportación, simplemente llévame en el auto”, le respondió Levine.

 

“No sé cómo llegar ahí”, atajó nuevamente el joven.

 

“Mira, vámonos, yo te digo cómo llegar”, reiteró Levine. “Voy a estar contigo, yo te voy a decir cómo nos vamos, pero vámonos ya, necesito tomar un avión”.

 

“¿Pero, cómo voy a regresar?”, preguntó el hijo del creador de Waze con cierta angustia.

 

Mucha angustia.

 

Esta anécdota la comparte con nosotros Uri Levine, el hombre que creó la aplicación que miles de personas en México utilizan para guiarse en el camino y llegar a su destino evitando lo más posible al tráfico de esta enferma ciudad. Digo enferma porque durante otro de los foros del CeBit 2016, uno de los vicepresidentes de la china ZTE dijo que las enfermedades modernas de las ciudades se curan con tecnología, y entre los males describió el tráfico paralizante, el smog, la violencia, la pobreza y muchos de esos dolores que en la Ciudad de México sufrimos todos los días a todas horas.

 

No quiero caer en abusos y enfermedades de la vida moderna, pero los que moramos en la colonia Nápoles, o Del Valle y alrededores, tenemos que aguantar los cortes de circulación en el Viaducto que la policía aplica frecuentemente, según ellos nos lo explican cada que nos quejamos de frente y bajo el puente, para que el jefe de gobierno y uno de los herederos de ese merendero venido a más llamado los Bisquets de Obregón, llamado Miguel Ángel Mancera, llegue a tiempo a sus muy importantes actividades (ya ven que solamente él tiene que ser puntual en esa sucia y violenta capital latinoamericana, y a los demás que nos patee el carajo, faltaba más, por qué no abusar tantito del poder que te confiere no definirte… políticamente por un partido).

 

En fin, cuando cuenta esta anécdota Levine, los aplausos truenan fuerte en uno de los salones de la feria de tecnología de Hannover, una de las más importantes a escala global. No somos más de 40 personas las que lo escuchamos, es casi una reunión de amigos. El representante de Israel se siente en confianza y comparte varias historias de familia.

 

Se toma fotos con la audiencia y reparte consejos a los emprendedores. Uno de los más importantes: enamórate del problema, no de la solución. De hecho, es lo que dice su playera, que combina con unos gastados jeans y una chamarra Columbia de las más baratas, de las que parecen uniforme de batalla de los estadunidenses de clase media y que algunos mexicanos usan como señal de orgullo que denota que han pisado algún outlet (¿have you been in San Antonio?).

 

La tecnología nos está haciendo perder habilidades, acepta Levine. Son más de las seis de la tarde y el frío, aunque estamos dentro de estas naves industriales que parecen naves espaciales, duele.

 

Algunos conductores, reconoce, se han caído de acantilados o han seguido sin dejar de pisar el acelerador en caminos sin final, todo por hacerle caso a las máquinas que les dicen que deben seguir adelante, aunque la carretera se acabe.

 

Es parte de la inutilidad que ha generado en estas nuevas generaciones la tecnología, como Waze, una creación de Uri.

 

Lo cierto es que él acepta que forma parte de este mal que va acompañado de un bien.

 

Su hijo es ejemplo de estas nuevas generaciones que no saben moverse por una ciudad sin un teléfono a la mano. La pérdida de memoria, la carencia del sentido de la ubicación y otros problemas se están presentando en nuestra vida diaria.

 

¿Somos más libres o más esclavos de la tecnología?

 

Uri Levine está convencido que somos más esclavos. Y en parte, es su culpa.

 

En la siguiente entrega les contaremos qué nos compartió el creador de Waze acerca del futuro de los automóviles, por qué las armadoras están sufriendo, y qué piensa de México… Auf Wiedersehen.

 

@takaink

@OpinionLSR