Nuestro sistema electoral se ha construido a lo largo de los años más que como una auténtica norma electoral, como una regulación a controlar, elección tras elección, las acciones que surgen para ganar una contienda electiva, es decir, a la falta de ética para competir, con lo que surgen leyendas urbanas como la del carrusel, la operación tamal, los acarreados, entre otras linduras de dichas leyendas.
Por ello innovar, experimentar y hasta practicar nuevas formas de votación en nuestro país parece impensable, es decir, hasta culturalmente estamos acostumbrados a contar con una credencial para votar que nos sirva de identificación para que obtengamos una boleta electoral de papel, votemos y la depositemos en una urna de plástico o cartón. Consecuentemente, cambiar este esquema de votación ha resultado en los debates legislativos infructuoso.
Sin embargo, a nivel local algunas legislaturas han avanzado hacia la modernización de dichos esquemas tradicionales de votación cuyas implicaciones trae aparejada que los conteos de votos sufran de esa tradición. Pero tenemos casos en algunos estados de la República como por ejemplo, Coahuila, Jalisco y la Ciudad de México que, apoyados en una legislación electoral más actualizada han puesto en marcha de manera vinculante, el uso de las llamadas urnas electrónicas, pero tal vez el caso más emblemático es el uso del Internet que los ciudadanos de nuestra Ciudad Capital residentes en el extranjero podían usar para votar por Jefe de Gobierno en el año 2012 y que a partir de ahí se ha utilizado este mecanismo para ejercicios inclusive de participación ciudadana. En otras entidades federativas se han realizado ejercicios de votación electrónica a manera de pruebas piloto como son los casos de Chihuahua, Hidalgo y Aguascalientes.
El INE, por conducto de su comisión temporal del voto de los mexicanos residentes en el extranjero aprobó los lineamientos respectivos, con lo que las áreas técnicas de dicha Institución deberán desarrollar un sistema por Internet en el que la población pueda emitir su voto, garantizando mecanismos de seguridad y certeza requerida por la ley y que será exigida por todos actores políticos, académicos, periodistas y la población en general.
El sistema de votación por Internet, conforme a la legislación electoral federal deberá garantizar cuando menos los siguientes aspectos:
- Que el ciudadano haya emitido su voto conforme a los requisitos determinados, sea mexicano residente en el extranjero,
- Que una persona no pueda emitir más de una vez su voto,
- Que el voto tenga las condiciones de ser libre y secreto, y
- Que la transmisión, recepción y cómputos del voto sea efectiva.
Pero además, un sistema de votación con estas características deberá contar con mecanismos y procesos claros que permitan contar con diversos controles sujetos a auditarse por instancias externas especializadas.
Entre las ventajas que este sistema traería para nuestro sistema democrático estarían, entre otras, las siguientes:
- Facilita el voto, ya que los ciudadanos podrán votar desde cualquier lugar donde se encuentren.
- El procesamiento de la información registrada en el sistema es mucho más rápido, lo que permite tener resultados prácticamente en tiempo real, lo que de sí generará mayor certidumbre a la elección.
- En un mediano plazo podrá generar ahorros de recursos a las Instituciones electorales y más si las elecciones locales y federales logran al fin unificarse en su totalidad.
- El sistema de votación por Internet podría estar vinculado a otro sistema presencial pero de igual forma de carácter electrónico, como por ejemplo, la utilización de urnas electrónicas.
Por otro lado, estos lineamientos aprobados por el INE sientan las bases para que los Organismos Públicos Locales emitan sus propios criterios conforme a su normatividad, lo que permitirá, y me parece muy adecuado, que cada Institución Electoral Local en uso de su mermada autonomía, establezcan sus particularidades y hasta innovaciones como lo han desarrollado, no olvidemos que el INE llega tarde a estos procesos de modernización en la recepción de la votación. Asimismo, el Acuerdo tomado por el Consejo General del INE no significa que en la elección de 2018, el voto por Internet se vaya ya a instrumentar, esto dependerá de los ejercicios, pruebas y de la aceptación de los partidos políticos, pero es un buen comienzo hacia un camino que debemos impulsar. Hay que estar atentos a los avances hacia la modernización de los procesos electorales.
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