En cualquier proceso electoral tanto federal como local una de las fases más importantes lo es sin duda, la serie de acciones que llevan a cabo las autoridades electorales para realizar los cómputos donde se procesan los resultados y se definen a los ganadores de la contienda electoral.
Es por ello, que los cómputos de cualquier elección son vigiladas en sesiones públicas por los representantes de los partidos políticos con procedimientos generalmente claros apegados a lo que determina la legislación electoral. En este sentido, a finales del mes de octubre el Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE) aprobó las “Bases Generales que deberán observar los Organismos Públicos Locales (OPLE´s) a fin de unificar los procedimientos que regulen la debida implementación y desarrollo de los cómputos electorales en los comicios estatales de 2017 y 2018”.
Estas bases permiten a los Institutos Electorales Locales a emitir sus propios lineamientos en torno a la realización de dichos cómputos, pero que guía a que al menos, se observen los siguientes parámetros:
- Un esquema de planeación que aseguren los recursos necesarios para el óptimo desarrollo de los cómputos distritales.
- Un esquema de capacitación que considere a todos los integrantes competentes para que conozcan a detalle las reglas y operación de los cómputos.
- Determinar una ruta de construcción, revisión de los procedimientos y su eventual aprobación.
No obstante, un modelo que es ejemplo y que bien podría seguirse como punta de lanza para redireccionar las elecciones tanto federales como locales, lo encontramos en el Organismo Público Local de la Ciudad de México. Primero y hay que decirlo, en su oportunidad los legisladores de la entonces Asamblea Legislativa del Distrito Federal establecieron una legislación electoral de vanguardia en donde permitió que los cómputos distritales se llevaran a cabo al término de la jornada electoral y no, como sucede a nivel federal, por ejemplo, hasta el miércoles siguiente.
Con esta legislación electoral en la Ciudad de México, el Instituto Electoral Local, con sus propios recursos, su propia planeación y con criterios bien establecidos ha construido un Programa de Resultados Electorales Parciales en donde el mismo día de la jornada electoral, por la noche, empieza a transmitir los resultados de los cómputos distritales con lo que en la madrugada del día lunes logra dar todos los resultados de las elecciones de esta Ciudad Capital; así ha sucedido en procesos completos donde se eligen los cargos de Jefe de Gobierno, Jefes Delegacionales y de Diputados Locales.
Es por ello, que el INE bien podría revisar dicho proceso y buscar convencer a los legisladores federales para modificar las normas establecidas en la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales y con ello, tratar de implementar un sistema de cómputos que den inicio al término de la jornada electoral. Recordemos tan sólo lo sucedido en la elección presidencial del año 2006, en donde se libró una elección sumamente competida y que, ante lo cerrado de la elección, la autoridad electoral federal no pudo dar a conocer los resultados de sus Conteos o bien de su Programa de Resultados Electorales Preliminares y tuvo que esperar los cómputos cuyos resultados concluyeron cuatro días pasados la jornada electoral.
O bien, las comisiones encargadas de los asuntos electorales del H. Congreso de la Unión bien podrían pedir a especialistas y a las autoridades del Instituto Electoral Local de la Ciudad de México generar las pláticas y exposiciones suficientes para motivar los cambios en la legislación electoral respectivos. Un esquema generalizado bajo este supuesto, sí permitiría generar una auténtica unificación de las elecciones tanto federales como locales.
Esto resulta hoy más que nunca apremiante ante lo que se presume puede ocurrir en la elección presidencial del año 2018, es decir, una elección competida, por lo que es necesario generar todos los esquemas suficientes que den certeza, confianza y credibilidad a los resultados electorales.
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