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Un rincón cerca del paraíso fiscal

Revelaciones arrojan nueva luz sobre la magnitud y alcance de la corrupción política y su interrelación con sistema financiero internacional.

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Escrito en OPINIÓN el

Se sacude el mundo con la filtración de millones de archivos sobre cuentas e inversiones opacas, legales e ilegales, de políticos, deportistas, famosos, ricos y delincuentes. Datos que desnudan uno de los rostros menos amigables de la globalización, la facilidad para mover capitales y trasladar de diversos origen recursos hacia paraísos fiscales. 

 

La filtración de los llamados Panama Papers, documentos relacionados con cuentas y fondos de inversión opacos, tiene una extraordinaria relevancia tanto por su magnitud, hablamos de 2.6 TBs de información frente a los 1.7 GB de los famosos Wikileaks de 2010; la diversidad de su contenido, hasta ahora se ven involucrados en el escándalo políticos, empresarios, deportistas y narcotraficantes; y sus consecuencias en el mediano plazo, investigaciones potenciales sobre evasión fiscal y lavado de dinero, protestas masivas contra servidores públicos e incluso renuncias de primeros ministros, como ha ocurrido en Islandia.

 

Hasta el momento la información revelada, la punta del iceberg, refiere a casos de distintas características, no todos ellos necesariamente delitos: cuentas y fideicomisos abiertos para realizar transacciones comerciales globales, cuentas diseñadas para reducir el pago de impuestos dentro de la legalidad, al igual que recursos que tienen una procedencia ilícita como la evasión fiscal, la corrupción o el crimen organizado.

 

El gran valor de esta extraordinaria investigación periodística, mas que en revelar a ricos y famosos escondiendo sus fortunas o involucrados en delitos trasnacionales, es de hecho su potencial para ayudarnos a comprender el funcionamiento y alcance de la fuga de capitales y el lavado de dinero y, a través de ello, desarrollar mejores mecanismos institucionales (nacionales y globales) para restringir sancionar el flujo de recursos de procedencia ilícita y sancionar la evasión fiscal.

 

El primer aspecto que hay que destacar, es que la filtración permite un acercamiento único al mundo hermético de los paraísos fiscales y los opacos mecanismos con los que opera el sistema financiero internacional. Me parece que por primera vez se tiene la oportunidad de documentar y comprender cómo se mueven los recursos globalmente, en especial cuando tienen procedencia ilícita, la cadena de relaciones y complicidades que facilitan su movimiento y la identificación con nombres y apellidos de sus beneficiarios.

 

En segundo lugar, las revelaciones arrojan nueva luz sobre la magnitud y alcance de la corrupción política y su interrelación con el funcionamiento del sistema financiero internacional. En otras palabras, no podemos entender la dinámica de la corrupción si no analizamos también la combinación de deficiencias institucionales para detectarla, la existencia de redes de impunidad política y financiera al momento de enfrentarla y la diversidad de mecanismos financieros a disposición de quienes requieren lavar y ocultar recursos que tienen origen en fondos públicos.

 

Lo que el caso demuestra, considerando los nombres de líderes políticos involucrados, es que la corrupción es independiente a región, religión, diferencias partidistas o las filias y fobias ideológicas. La moraleja es que sin importar que seas demócrata o autoritario, neoliberal o populista, para todos los corruptos siempre habrá un lugar cerca del cielo en algún paraíso fiscal.

 

En tercer lugar, expertos como Branko Milanovic han señalado que más allá de problemas como evasión fiscal o lavado de dinero, las filtraciones abren una nueva ventana de oportunidad para comprender la magnitud en las desigualdades de ingreso a nivel global. Uno de los mas graves problemas de nuestro tiempo. Situación que adquiere tientes más dramáticos cuando involucra fugas masivas de capitales desde países pobres o marcados por profundas desigualdades sociales.

 

Desigualdad que adquiere hoy en día nuevas dimensiones: no todos los ciudadanos son iguales en sus obligaciones fiscales, ni todas las personas tienen las mismas oportunidades para beneficiarse con el acceso a un paraíso fiscal. Los Panama Papers nos permiten entender que las autoridades abren y cierran los ojos en forma selectiva a la evasión fiscal y la fuga de capitales. Parafraseando a Marx, en lo que respecta a la evasión fiscal todavía hay clases sociales.

 

En cuarto lugar, atestiguamos el fin de la era de la privacidad tal como la entendíamos en el pasado. Proceso que, sin embargo, funciona en un doble sentido, mayor capacidad de vigilancia y espionaje desde el Estado hacia los ciudadanos, pero también nuevas herramientas tecnológicas para que periodistas, organizaciones sociales o redes de ciudadanos puedan exhibir el acceso privilegiado a la corrupción global.

 

Finalmente, lo que la información revelada por los Panama Papers nos permite conocer hasta ahora, es que los paraísos fiscales hermanan a inversionistas legítimos con políticos corruptos, evasores fiscales y delincuentes. Dejo dos preguntas: ¿Es posible combatir el crimen organizado trasnacional y la corrupción global, cuando representantes del Estado, demócratas y autocráticos, comparten los mismos servicios financieros opacos que los delincuentes? ¿Qué credibilidad pueden tener las críticas a la corrupción en los países en desarrollo y los llamados a promover mejores prácticas, cuando los sistemas financieros internacionales permiten la fuga de capitales desde países pobres y en desarrollo, y cuando líderes políticos y corporaciones de los países desarrollados se benefician de la opacidad de los paraísos fiscales?

 

@ja_leclercq

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