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¿Un Macron a la mexicana?

Por: José Antonio Sosa Plata.

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Escrito en OPINIÓN el

El triunfo de @EmmanuelMacron reafirmó el desgaste de los partidos políticos tradicionales. Las características de su personalidad y el giro que logró dar a la actividad política no solo en Francia, sino en Europa, motivó a muchos a seguir su ejemplo.

El próximo presidente de Francia es un fenómeno.

Macron se mostró como un candidato independiente, aunque en sentido estricto no lo fuera. Él no representó a republicanos ni a socialistas. Tampoco al Frente Nacional. Y además de ser un joven carismático, se promovió como la única opción para conciliar a los diversos en un país que parecía inclinarse hacia la extrema derecha.

Su figura personal fue capaz de proyectar esperanza.

El cambio que ofreció al electorado logró vencer a las grandes fuerzas políticas y ahora tiene frente a sí el mayor desafío que enfrenta cualquier presidente electo: cumplir con lo prometido.

La misión no será fácil.

Los primeros análisis coinciden en subrayar los retos que enfrentará desde el primer día de su gobierno. La complejidad de los asuntos a resolver no le permitirá disfrutar su triunfo ni dar pronto los resultados que la sociedad espera. Tienen razón. Los escenarios serán adversos tanto en la política interior como en la exterior.

La resistencia al cambio será el primer obstáculo.

El porcentaje de votos alcanzado por Marine Le Pen fue reducido (34%, contra 65% de Macron), pero no tanto como para menospreciar su fuerza opositora. Si al nuevo presidente no le va bien, sabe que tendrá otra oportunidad para las elecciones en el 2022.

En el corto plazo, Macron enfrentará su primera prueba de fuego.

El presidente electo creó para su campaña un movimiento denominado En Marche! Pero la base que lo soporta —más el nuevo modelo conformado con La República en Marcha— tal vez no resulte suficiente para ganar la mayoría en las elecciones legislativas del próximo mes.

¿Con quiénes gobernará si pierde?

Para enfrentar a la burocracia organizada o a los sindicatos poderosos que existen en el país, Macron necesita concretar el programa de reformas que comprometió. El apoyo del Poder Legislativo es absolutamente indispensable para mantener la gobernabilidad y cumplir con las propuestas que hizo.

Por un lado, modernizar la burocracia.

Por el otro, flexibilizar la economía y aumentar la competitividad. Para lograrlo, tendrá que reducir el número de funcionarios gubernamentales, simplificar los requisitos y procedimientos para las pequeñas y medianas empresas y reforzar la educación.

El objetivo es recuperar la confianza.

Pero ésta no se alcanzará si comete los errores de los partidos tradicionales: alejarse de los ciudadanos. La clave del éxito estará en su capacidad de controlar a una sociedad crítica, que sabe cómo y cuándo presionar, y con gran capacidad de movilización.

¿Cómo reaccionarán los abstencionistas?

Aún no se sabe. Habrá que esperar los resultados de las siguientes encuestas. El porcentaje que representan es el más alto desde 1969. En consecuencia, la labor para convencerlos de salir a votar se convertirá en otro factor de riesgo, ya que el resultado podría ser contraproducente para el nuevo presidente.

En el plano internacional, las cosas no pintan mejor.

La propuesta para refundar Europa y fortalecer la eurozona requiere el acuerdo con Alemania en condiciones de igualdad. Solo así estará en la posibilidad de impulsar el proyecto que fue seriamente debilitado luego del Brexit.

El triunfo de Macron impactó a muchos políticos mexicanos.

La imagen posicionó, la forma en que derrotó al viejo sistema, las características de su campaña, el debate en que participó, su liderazgo en las #RedesSociales, y lo novedoso del método para crear una nueva fuerza política en un lapso tan corto provocaron optimismo y confianza.

Unos creen que pueden replicar la formula.

Ya son varios los apuntados. Otros piensan que un personaje con características similares se puede descubrir e impulsar desde el amplio espectro de nuestra clase política. Pero ni unos ni otros se dan cuenta que la misión es imposible.

Al menos lo será para las #Elecciones2018.

Lo impide nuestra cultura política nacional. También las leyes electorales, que no contemplan, por ejemplo, la segunda vuelta. Por otra parte, las #CandidaturasIndependientes se debilitaron, disponen de pocos recursos y no se ve en el horizonte alguna que pueda competir en serio con los punteros ya conocidos.

Y qué decir de la resistencia que ejercerían los partidos.

Aunque una figura como Macron lograría el apoyo de un porcentaje significativo de la sociedad, no se ve cómo lograría conectar con la ciudadanía a partir de la sobrerregulación que tienen las campañas. Mucho menos con estrategias de comunicación ancladas en el pasado.

Si queremos un cambio así, aún no están dadas las condiciones.

#ConsultoríaPolítica | #ComunicaciónPolítica | #RedesSociales |

#Elecciones2018 | #CandidaturasIndependientes | #Estrategia

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