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Un Frente por la Comunicación Democrática

Hace una semana nos reunimos en la Ciudad de México, el Ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas y un servidor para dialogar sobre la iniciativa que presentó el presidente Enrique Peña Nieto en materia de Telecomunicaciones y radiodifusión; presumiblemente reglamentaria de la reforma promulgada en junio del año pasado.

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Escrito en OPINIÓN el
Coincidimos en el carácter regresivo de muchas de sus pretensiones normativas y la traición que  significa al espíritu y la letra de la Constitución. En el centro del proyecto está un acuerdo entre el poder político y el poder fáctico de la Televisión, el gobierno quiere mantener el control sobre la información y Televisa sale protegida en su condición monopólica. La componenda es de enormes consecuencias para nuestra vida democrática, amenazado el ejercicio de derechos fundamentales, un vuelco al pasado autoritario.
El diálogo entre el Ingeniero Cárdenas y quien esto escribe viene de larga data, y varias ocasiones se ha decantado en la convergencia. Sobre el tema de los medios de comunicación tampoco es de ahora, ya juntos convocamos a un foro cuando Tv Azteca asaltó en la madrugada del 27 de diciembre del 2002 el cerro del Chiquihuite para usurpar desde entonces la señal del Canal 40.  En la primera temporada de la Ley Televisa, demostró sin titubeos su apoyo solidario y su compromiso ineludible con el interés público. El sábado pasado que le planteé los pormenores fue inequívoca la respuesta: cuenten conmigo. Quedamos de llamar a una asamblea informativa, y ahí constituir una especie de frente ciudadano que combata la contrarreforma y se afirme por una comunicación democrática.
A partir de ahí hemos contactado a diversos actores políticos y sociales; se han organizado foros y conferencias, mismos que se consolidan como las reuniones preparatorias de la Asamblea Nacional a la que ya también hemos puesto fecha, hora y lugar. 
El acto tiene por objetivo estimular el debate sobre este tema e informar a la sociedad mexicana sobre los aspectos más preocupantes de dicha iniciativa entre los que se encuentran: numerosas pretensiones contrarias a la Constitución, múltiples omisiones a mandatos constitucionales, las insuficiencias y los sesgos regulatorios que producen una legislación desequilibrada entre los agentes económicos de las telecomunicaciones y la radiodifusión, así como una marcada desigualdad entre los medios comerciales y los públicos, a quienes se les termina discriminando y manteniendo bajo el control gubernamental.
Nuestro primer encuentro se dio en la Máxima Casa de Estudios, en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, uno de los campos más fértiles para fomentar la construcción de una ciudadanía responsable y ocupada en las mejores causas, que luche por el bien común y sea impulsora de grandes cambios. Ahí, ante un grupo nutrido de estudiantes pudimos platicar sobre esta propuesta, así como del proceso francamente irregular y de simulación que se ha impulsado para dictaminar dicho proyecto por parte de las Comisiones Unidas de Comunicaciones y Transportes, Radio Televisión y Cinematografía y Estudios Legislativos, ante una decisión que sabemos, ya está tomada.
Más adelante nuestro encuentro tuvo lugar en el Museo Casa León Trotsky en donde reunimos a especialistas en la materia para advertir las graves consecuencias de que la “Ley Peña-Televisa” sea aprobada en sus términos. Ante un auditorio lleno de ciudadanos interesados, académicos, cineastas, artistas, periodistas, columnistas, activistas de derechos humanos; y los especialistas en la materia, Agustín Ramírez, José Luis Caballero, Beatriz Solís, Alfredo Figueroa, Luis Fernando García, Clara Luz Álvarez y Gabriel Sosa Plata, abordaron los diferentes aspectos regresivos de la iniciativa que se pretende dictaminar el próximo 21 de abril.
Como punto de partida, he advertido que es fundamental la información, de tal manera que podamos dar la batalla no sólo organizados, sino plenamente conscientes e informados de los contenidos de esta propuesta, ya que los  principales objetivos de la reforma constitucional aprobada en materia de competencia, radiodifusión y telecomunicaciones están traicionados en la iniciativa que ya se conoce como "La iniciativa Peña-Televisa". Éstos apuntaban a un verdadero cambio en el paradigma del modelo de comunicación imperante hasta la fecha; sin embargo, en la iniciativa no sólo no se reflejan, la mayoría quedan reducidos o francamente negados.
1.       La iniciativa presidencial No promueve una Competencia efectiva en los servicios de radiodifusión. Deja intocado el duopolio de la Televisión abierta, y le permite a Televisa seguir concentrando en la Televisión de Paga.
2.       No desarrolla mecanismos efectivos y precisos para limitar la concentración de frecuencias, ni al concesionamiento, ni para limitar la propiedad cruzada de medios, ni medidas de desinversión.
3.       Atenta en varias disposiciones contra derechos fundamentales de libertad de expresión, libertad de información, acceso a las tecnologías de la información y comunicación, privacidad de las comunicaciones, libertad de asociación.
4.       Pretende invadir facultades del Instituto Federal de Telecomunicaciones que la Constitución le otorgó de manera exclusiva, como órgano autónomo encargado de otorgar las concesiones y responsable de la vigilancia de la transmisión de contenidos. Toda la iniciativa está trazada bajo un propósito de control gubernamental en el manejo de la información en medios de comunicación electrónica. 
5.       Ignora por completo los lineamientos establecidos en la reforma constitucional para impulsar un sistema de medios públicos democrático, con independencia editorial y opciones de financiamiento. En los medios públicos y de uso social se encuentra el verdadero equilibrio y contrapeso al modelo mercantilista de la radiodifusión.
6.       Invade esferas de la materia electoral y modifica aspectos del modelo de comunicación política.
7.       Pospone la transición a la Televisión Digital Terrestre indispensable para la competencia y la pluralidad de la información.
 
Como en el primer intento derrotado por la Suprema Corte de Justicia en el año 2007, los beneficios a Televisa se reincorporan en la iniciativa Peña Nieto, que se vuelve a montar en el proyecto con disposiciones a su medida para mantener su condición monopólica y logra incorporar otras disposiciones excesivas para retrasar lo más posible una real competencia, tanto en la televisión abierta por la adjudicación automática de canales adicionales mediante las disposiciones  de  multiprogramación que plantea, como en la Televisión de paga, esto por virtud de la tramposa redacción que pretende restringir la preponderancia por "sector", en lugar de servicios. Además, para determinar esa preponderancia en el “sector” de la radiodifusión, se usa sólo el criterio de audiencia, omitiendo los demás criterios establecidos en la Constitución, entre ellos, el de la capacidad de red, consistente en la cantidad de espectro que poseen los actuales concesionarios de la Televisión.
Por estas y otras razones preocupantes este domingo 6 de abril, hemos lanzado una Convocatoria abierta a los académicos, artistas, periodistas, organizaciones sociales, especialistas y ciudadanos en general a participar en la Asamblea Nacional Informativa y la constitución del FRENTE POR LA COMUNICACIÓN DEMOCRÁTICA, a desarrollarse el 11 DE ABRIL a las 11:00 a.m. en el Teatro de la Ciudad de México, sito en Donceles 36, Col. Centro.
Es momento de despertar conciencias,  pues esta es la reforma sine qua non para que todos los otros temas de la agenda social se puedan mover y exigir; la actual estructura de los medios de comunicación de masas es cómplice del status quo. Mientras no transformemos de fondo esta materia, todas las demás reformas podrán pasar con la impunidad que pasan.  De hecho el reto mayor es desmontar el cálculo político de que si en la reforma energética no pasó nada, en ésta menos sucederá si nos imponen la reforma. Confían en que la sociedad mexicana está adormecida pues la tv ha cumplido el deplorable papel de mantenernos ajenos a las grandes reformas constitucionales. 
Frente a esa apuesta de regresión, surgió de inmediato una respuesta valiente e informada de mexican@s ejemplares y distinguid@s en sus ámbitos de acción. Hasta este momento han decidido acompañar la convocatoria: Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, Sergio Aguayo, Elisa Alanís, Alma Rosa Alva de la Selva, Virgilio Caballero, José Luis Caballero, Manuel Camacho Solís, Miguel Concha Malo, María Eugenia Chávez, Denise Dresser, Alejandro Encinas Rodríguez, Javier Esteinou, Daniel Giménez Cacho, Alfredo Figueroa, Gonzalo Ibarra, Clara Jusidman, Elena Poniatowska, Ernesto Ruffo Appel, Agustín Ramírez Ramírez, Javier Sicilia, Beatriz Solís Leree, Gabriel Sosa Plata, Fernando Turner Dávila, Juan Villoro, Esteban Volkov Bronstein, Olivia Zerón.Los invito el próximo día 11, a las 11.
@Javier_Corral