La recta final de las campañas siempre es el momento más complicado. Si las tendencias favorecen es intentar mantener la ventaja, si está cerrada es intentar marcar la diferencia y si se va abajo es intentar que no caiga el ánimo para no perder lo logrado intentando crecer lo más posible.
Durante los últimos meses hemos sido testigos de cómo la corrupción, tanto histórica como presente, ha empantanado la imagen y las aspiraciones electorales del PRI que por más que pone a su presidente Ochoa a responder, no sólo no resulta creíble sino que hasta se acaba viendo ridículo.
Es de reconocerse el valor del señor Ochoa y el nivel de confianza y de cinismo que se necesita para salir a defender lo indefendible y a intentar dar explicaciones de lo que a estas alturas ya resulta evidente, algunos ejemplos de ello:
· No entiendo la necesidad de defender a Humberto Moreira... ¿no lo habían expulsado del PRI desde que aceptó la candidatura plurinominal del “Partido Joven” en Coahuila? Además, su forma de defenderse es atacando al candidato del PAN bajo el argumento de que son inaceptables los comentarios misóginos... el tema eran más de 62 millones de dólares en paraísos fiscales del expresidente de PRI y ex gobernador Humberto Moreira y de su hermano, el actual gobernador Rubén Moreira... ojalá el PRI promoviera a más gobernadores misóginos y de comentarios burdos, en lugar de ladrones que desfalcan a sus estados, los dejan endeudados y en manos de grupos crimínales.
· En el mundo real la elección de Coahuila es bastante cerrada, pero lleva una ventaja y una tendencia favorable el candidato del PAN; no sólo es el tema de los Moreira, los coahuilenses ya vieron y vivieron demasiados años de PRI.
· La descripción del presidente del PRI de la elección en el Estado de México sólo se puede calificar de surrealista; suponiendo sin conceder que Del Mazo llegue a ganar el Estado de México, no sería de ninguna manera por su "buena campaña" o por su "conocimiento del estado" o por su "capacidad de reformar al gobierno desde adentro y de acabar con la inseguridad" (¿¡cómo puede decir algo así sin reírse!?) sería por la insultante estructura que tiene el PRI en el estado con cargo al erario, por su capacidad de cooptar la comunicación (con todo y encuestas) y por el desmedido y evidente apoyo del gobierno federal y estatal... sin importar el resultado esta elección va a terminar en tribunales.
· En Nayarit es muy curiosa la forma en que el presidente del PRI intenta ocultar lo que pasa. Su argumento central es "yo no conozco otra encuesta que la de inicio de elección y está el PRI arriba"... supongo que tampoco conoce Nayarit (por mucho que lo haya visitado). En pleno proceso electoral arrestaron en Estados Unidos al fiscal y el gobernador (del PRI) tiene serias acusaciones. La ventaja del candidato de la coalición que encabeza el PAN es muy sólida y en realidad veo poco probable que puedan cambiar dicha tendencia.
· En Veracruz, que también hay elecciones, pero sólo de alcaldes, juega el PAN y juega Morena, pero no creo que nadie más. Después de lo que se ha visto de Duarte no creo que a ningún veracruzano le queden ganas de volver a darle un voto al PRI.
Con todo lo dicho, cuando menos en el noticiero de Ciro Gómez Leyva, el señor Ochoa se atrevió a decir que el PRI ganaría las tres gubernaturas y los municipios de Veracruz. Con todo lo que está pasando y con el antecedente directo (que le recordó el conductor) de que un año antes, el entonces Presidente del PRI, había dicho que ganaban 11 y fueron sólo 4 las que ganaron y poco después tuvo que renunciar.
Lo que no dijeron es que existe también la fuerte posibilidad de que no ganen nada (por cierto, mucho probable que a ganar todo) y si eso llegara a pasar México empezaría una nueva de etapa de vida institucional y de madurez política, una época en donde se terminaría de desechar al ya maltrecho PRI.