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Transporte no contaminante para la CDMX

La ciudad necesita de transporte amigable con el medio ambiente.

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Escrito en OPINIÓN el

Como una de las primeras acciones que se emprenden después de la contingencia, es pensar e implementar políticas públicas para tener un transporte no contaminante, amigable con el medio ambiente y que por su comodidad ayude a las personas a disminuir el uso del coche.


La semana pasada un grupo de expertos del C40 visitaron la CDMX para conocer un proyecto que se impulsa en la ciudad, que tiene como propósito cambiar lo que hasta ahora se ha visto en materia de movilidad, para ser un sistema de transporte totalmente eléctrico.


C40 es una red de megaciudades en el mundo,  comprometidas con la lucha contra el cambio climático, la cual apoya para colaborar con eficacia, compartir conocimientos e impulsar una acciones significativas de manera sostenible para revertir el cambio climático.


La actual administración participa para que C40 pueda realizar, sin costo alguno para el erario, una consultoría sobre dicho proyecto, donde se pueda saber si cumple con las necesidades específicas de los ciudadanos y de la capital.


La ciudad está participando con un proyecto que permita contribuir a la reducción de emisiones contaminantes, consiste en convertir el Eje 8 Sur en un corredor Cero Emisiones, donde el transporte sea amigable con el medio ambiente.


El proyecto que aún está en planeación, busca sacar de circulación 172 unidades de transporte viejas, contaminantes y que no brindan el servicio adecuado para los usuarios, en su lugar, se quiere sustituir dicha flotilla con vehículos (autobuses) eléctricos.


La ruta trazada contempla 22 kilómetros que atravesaría tres delegaciones, con lo cual podría conectar con una línea del trolebús, con 2 de Metrobús y 4 de Metro, promoviendo la interconexión y un sistema de transporte integrado.


De igual forma se contempla que en dicha ruta se mejore el espacio para peatones y otros usuarios de la calle, con la creación de áreas verdes, construcción de rampas con acceso universal y mejora en la iluminación de la calle.


El proyecto aún se encuentra en proceso de análisis y valoración, pero da cuenta de los cambios que se buscan en la ciudad para ofrecer un mejor transporte público, acorde a las necesidades propias de una gran urbe, de la mano con tecnología amigable con el medio ambiente.


Una de las lecciones que nos dejó la pasada temporada de contingencia, es que la ciudad necesita de transporte amigable con el medio ambiente, con  mínima o nula emisión de contaminantes, y que ayude a los ciudadanos a dejar sus coches.