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Transparencia y combate a la corrupción, los nuevos retos

En la historia de las naciones, las oportunidades de transformación estructural se dan cada 20 o 30 años.

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Escrito en OPINIÓN el

Sería un grave error no aprovechar la oportunidad histórica que tenemos hoy para cambiar, aprovechando el amplio esfuerzo colectivo que nos permitió legislar una importante batería de reformas, que busca establecer una nueva plataforma para el desarrollo.

 

El Gobierno Federal, los partidos políticos y la sociedad en su conjunto, logramos alcanzar consensos básicos sobre temas de enorme trascendencia para el país, como las reformas educativa, de telecomunicaciones, financiera, de energía y de competencia económica, entre otras.

 

El gobierno tiene hoy la responsabilidad de liderar, en conjunto con todos los actores de la sociedad, una nueva etapa de cambio y bienestar para México y sus habitantes, mediante la implementación de las reformas. Y debe hacerlo de forma incluyente, democrática, transparente y eficiente.

 

Lo que México necesita hoy es un diálogo social que considere como prioridad el combate a la corrupción y a la impunidad. Tenemos que fortalecer una sólida base de confianza entre los ciudadanos y el gobierno, en la que prevalezcan la transparencia y la rendición de cuentas en los tres órdenes de gobierno. Este es el reto más importante que enfrentamos como Nación.  

 

En la COPARMEX hemos propuesto que el tema prioritario de la agenda nacional sea una Cruzada Nacional Contra la Corrupción, y asegurar una mayor transparencia, para que los ciudadanos tengan la plena confianza y seguridad de que los recursos públicos se aplican de manera correcta y eficiente.

 

El mayor reto viene ahora, en la etapa decisiva de implementación de las reformas. Debemos trabajar en conjunto para que los cambios legales puedan traducirse en oportunidades reales de desarrollo para las personas, que propicien un mayor crecimiento de la economía, que ayuden a más empresas a formalizarse y a crecer, y así crear nuevos empleos, de mejor calidad.

 

Sabemos que la educación es el factor determinante del desarrollo de las personas, de la equidad y de la competitividad del país. Por ello, exigimos que sean implementadas en todo el país las leyes secundarias de la reforma educativa, para mejorar la calidad de la enseñanza en los niveles básicos. Además, debemos buscar mecanismos para una mayor vinculación escuela-empresa. En este ámbito, la COPARMEX está impulsando el Modelo Mexicano de Formación Dual en todo el país, que consiste en un trabajo conjunto que permite a los jóvenes combinar el estudio teórico en las aulas, con la aplicación práctica de los conocimientos al interior de las empresas.

 

Es imprescindible una reforma integral de la gestión pública que haga posible una mayor eficiencia gubernamental y permita bajar los costos regulatorios y transaccionales a las empresas y a los contribuyentes. Esto es fundamental, ahora que en México tenemos el gran debate de cómo mejorar el ingreso de los trabajadores y las familias, porque en la medida que podamos incrementar la productividad, será posible mejorar los ingresos.

 

Para crecer, requerimos un entorno de confianza y seguridad, en donde los tres órdenes de gobierno y todos los poderes de la unión trabajen coordinadamente para combatir a la delincuencia y garantizar la integridad física y patrimonial de todos los ciudadanos, en un marco de respeto pleno al Estado de Derecho.

 

Por supuesto, los empresarios nos comprometemos a cumplir con nuestra parte: para hacer realidad las expectativas de cambio, necesitamos pasar de un modelo de desarrollo basado en los costos, a uno que se centre en la generación de valor a través de la innovación y la tecnología, con énfasis en las vocaciones productivas en cada región de nuestro país. Para ello, puede resultar central un modelo de triple hélice, que permita alinear las políticas públicas con las iniciativas de las empresas y la academia e innovación, para multiplicar así las oportunidades de empleo y desarrollo.

 

Se necesitan nuevos motores del crecimiento en México, para que además de consolidarnos como un líder global en exportación de automóviles, podamos crear redes y encadenamientos productivos en que se asocien grandes, pequeñas y medianas empresas, como una forma concreta de crear oportunidades a partir de las reformas aprobadas.

 

Tenemos la oportunidad de desarrollar nuevos proyectos productivos en campos como la petroquímica secundaria y productos químicos, así como en otras áreas como la biotecnología; la industria aeroespacial, el sector farmacéutico y de cosméticos, la industria del plástico, las tecnologías de la información, tan sólo por citar algunos de los sectores con gran potencial de crecimiento. La visión debe ser la de desarrollar empresas y talento mexicano, que pueda ocupar espacios técnicos y profesionales en las distintas áreas de la economía.

 

Desde la COPARMEX, reafirmamos nuestro compromiso para impulsar todos esos cambios. Hoy, México requiere de la colaboración de gobiernos locales, empresarios y sociedad, para definir las agendas que ayuden a transformar a nuestro país, y especialmente a las regiones hoy afectadas por la desigualdad y la pobreza extrema.

 

El sector empresarial está comprometido en hacer su máximo esfuerzo y aportar lo que nos corresponde, para crecer de manera sostenida, buscando la equidad y el desarrollo de las personas. Todos en lo de todos y cada quien en lo que le corresponde.

 

 

@jpcastanon