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¿Tenemos un Estado de Derecho más sólido tras #Ayotzinapa?

¿Qué podemos esperar del resto de las investigaciones que no son prioritarias o que no se encuentran bajo tal escrutinio?

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Escrito en OPINIÓN el

Un año ha pasado desde el terrible caso de la desaparición, lesiones y posible homicidio de 43 estudiantes de la Normal Isidro Burgos de Guerrero, de los integrantes del equipo de fútbol los Avispones de Chilpancingo y de otros ciudadanos que simplemente transitaban por los lugares de los hechos.

 

Mucho se ha escrito en México y el mundo acerca del Caso Iguala, de los 43 estudiantes, un caso que logró unir a muchos mexicanos en la protesta de un Estado que es capaz de violentar los derechos humanos de cualquier persona, de matar a sus ciudadanos. La reciente presentación de los resultados del grupo de expertos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, cerca del cumplimiento del primer aniversario de estos eventos, llevó a cuestionar la validez de "la verdad histórica" presentada por la autoridad y de todo proceso de acceso a la justicia en el país.

 

Es innegable que estos hechos pusieron en evidencia aspectos tan negativos de nuestra cadena de seguridad, justicia y del sistema político mexicano, que demostraron lo que se suponía desde hace tiempo: en zonas del país hay una abierta colusión entre autoridades y grupos de criminalidad organizada; hay una activa participación del narcotráfico en las elecciones; las desapariciones forzadas son más que una realidad; hay mala colaboración interinstitucional, manejo de la justicia acorde con intereses políticos y deficiencias en las investigaciones judiciales; subsiste una deficiente implementación de los protocolos de búsqueda y atención forense y una pobre atención a víctimas directas e indirectas; nyestras autoridades son incapaces de entender las dudas justificadas de una sociedad y de rendir las cuentas correspondientes.

 

A expertos y peritos les toca dirimir sobre responsabilidades tanto por acción como por omisión, así como tratar de brindarles justicia a las víctimas y familiares. A la sociedad nos toca seguir insistiendo porque un evento así no vuelva a ocurrir jamás y que no se olvide. Con esto en mente y a la luz de lo que sabemos de esta investigación mis dudas son las siguientes:

 

  1. Si esta fue la mejor y más profunda investigación hecha por la Procuraduría General de la República (PGR) que, según personal de la misma institución federal, llegó a poner en riesgo la salud de su entonces titular, Jesús Murillo Karam, ¿no resulta sorprendente la cantidad y calidad de los cuestionamientos avanzados y deficiencias hallados por el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes? De igual manera, si esta investigación se construyó bajo supervisión directa del procurador General de la República, el secretario de Gobernación y el mismo presidente de la República, ¿qué podemos esperar del resto de las investigaciones que no son prioritarias o que no se encuentran bajo tal escrutinio?

 

Y aún más, con base en los resultados arrojados por la investigación ¿nuestro actual sistema de procuración de justicia debilita o fortalece el Estado de Derecho toda vez que parece responder a intereses diferentes a los de las víctimas?

 

  1. Como lo mencioné previamente, este caso tan terrible llegó a la opinión pública y la sacudió pero ¿cuántos casos más quedan perdidos en el cúmulo de información de la nota roja? ¿Cuántas personas desaparecidas mantienen ese estatus cuando en realidad existen indicios justificados para que sean consideradas como potenciales víctimas de homicidio y ser buscadas de esa manera? ¿A qué porcentaje de víctimas directas e indirectas del delito en México le brindamos la atención debida según lo que establece la ley que fue creada ante una crisis de derechos humanos que el Estado no ha podido resolver?

 

  1. Hace un año los mexicanos nos enteramos del horror que más de 40 personas habían vivido, dudo que, quienes dimos atento seguimiento al hecho, podamos olvidarlo. Con mi profundo pesar y empatía también pienso qué hubiera pasado si este no hubiese sucedido o no nos hubiésemos enterado del mismo ¿cuál sería nuestra realidad como país? ¿Abarca hubiera concluido su mandato al frente del municipio de Iguala y probablemente ahora sería diputado federal? ¿Su esposa sería la actual alcaldesa? ¿Las policías de Iguala y Cocula seguirían siendo las mismas? ¿El ex gobernador Aguirre o la PGR hubieran actuado en contra de un sistema podrido?

 

  1. Tenemos conocimiento de 42 personas desaparecidas, 6 víctimas reconocidas de homicidio, 25 heridos, más de 100 detenidos; ante ello vale la pena cuestionarnos si hemos aprendido algo como sociedad y si nuestras autoridades siquiera han hecho un ejercicio de autocrítica. ¿Lo sucedido fue suficiente para que nuestras autoridades identificaran debilidades que corregir en favor de un mejor país? ¿Tenemos mejores instituciones a partir de este evento? ¿Se está investigando con profesionalismo diferentes casos para evitar que otros alcaldes, policías, procuradores, fiscales, diputados, senadores, gobernadores, secretarios de estado, actúen en contra de los mexicanos?

 

¿Se ha hecho el esfuerzo por trabajar en la profesionalización, depuración, nivelación salarial y de condiciones laborales de las policías -especialmente en aquellas entidades que sabemos son críticas en cuanto a presencia de delincuencia organizada-? ¿Hemos impulsado la implementación de los protocolos de búsqueda, forenses, de atención a víctimas del país? ¿El Estado está reconociendo que se están cometiendo desapariciones forzadas sistemáticamente? ¿Contamos con autoridades de todos los niveles más cercanas a la sociedad? ¿Los programas de prevención fueron debidamente enfocados con base en diagnósticos de situaciones similares a esta? ¿Se ha impulsado la integridad personal y profesionale de ciudadanos y servidores públicos, la Cultura de la Legalidad? ¿Tenemos un Estado de Derecho más sólido?

 

Me queda claro que toda investigación judicial, revisada por algún otro experto, puede poner en tela de juicio el trabajo realizado por agentes del ministerio público, peritos y expertos; que en el proceso de procuración de justicia pueden surgir nuevos elementos a la luz de nuevas líneas de investigación que pueden llevar a discutir los hallazgos previamente hechos. También sé que el fortalecimiento institucional se construye en periodos importantes, que el combate a la corrupción y a la penetración por parte de los delincuentes en las instituciones, es una tarea larga y extremadamente compleja si se quiere hacer en pleno respeto a los derechos humanos.

 

Sin embargo, tratando de contestar mis preguntas, si analizo la respuesta que el Estado Mexicano ha dado a los cuestionamientos avanzados por los expertos, la insistencia en presentar "la verdad histórica" como algo que no da espacio a dudas, el manejo de los mensajes sobre las condiciones de seguridad del país, las respuestas a las solicitudes de transparencia que desde el Observatorio Nacional Ciudadano hemos hecho a las autoridades para construir nuestras investigaciones, me llevan a decir que nuestros gobernantes no aprendieron de este evento. Además me atrevería a afirmar que tenemos similares o si no las mismas condiciones institucionales, de hace un año y que las exigencias ciudadanas no fueron escuchadas.

 

Nada repondrá la vida de las víctimas de este hecho delictivo y de esta violación de derechos humanos. Para los deudos cualquier intento por mitigar el dolor podrá parecer una magra consolación ante tan terrible evento pero, como sociedad, esperaría que algo que nos dañó tanto, nos debería haber dejado un precedente, un piso mínimo de no retorno, alguna oportunidad o esperanza de tener un mejor país. Consciente de lo que afirmo creo que no tocamos fondo, que no aprendimos, que desperdiciamos la oportunidad de rendir homenaje a las víctimas con la construcción de un mejor sistema legal, de seguridad y justicia en el país.

 

Hasta que los actores políticos involucrados no impulsen el fortalecimiento institucional por encima de salvar imágenes y carreras políticas, hasta que el discurso se centre en el "hay quien está peor", "hay quienes se obstinan en ver sólo lo malo", los tristes eventos como este seguirán sin acceso a la justicia para las víctimas y reparación del daño para toda la sociedad.

 

@frarivasCoL

 

@ObsNalCiudadano