“La ley, dice el juez con su mirada de menosprecio, (...) es la ley”.
Sin embargo, los eruditos cumplidores de la ley escriben: La ley no acierta ni se equivoca…”: Auden.
Sorpresa en la decisión.
Después de un largo proceso penal, el Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal (TSJDF) informó que el Juez 13 Penal de Delitos No Graves, Fausto Agustín Favela Ayala, emitió el pasado jueves 21 de mayo, sentencia absolutoria a la joven Yakiri Rubí Rubio Aupart del delito de homicidio con exceso en legítima defensa.
El Tribunal que preside Edgar Elías Azar, señaló que en apego al artículo 420 del Código de Procedimientos Penales del Distrito Federal, se ordenó la destrucción de la causa que originó el juicio y se le dictó libertad.
El señor juez Favela Ayala determinó que la lesión en el cuello que realizó Yakiri a Miguel Ángel Ramírez Anaya en la habitación 27 del Hotel Alcázar en la Colonia Doctores:
“...No fue suficiente para contener la agresión física por parte de éste y en consecuencia para cesar el peligro que representaba el daño a la integridad física de la hoy enjuiciada, ya que como ha quedado establecido después de dicha lesión en el cuello, el (ofensor...) continuó con su agresión en contra de (Yakiri...) e inclusive logró lesionarla en diversos lugares de la parte media superior de su cuerpo, lo que aunado a las diferencias corporales y de condición física de los intervinientes, hacen patente la continuidad o permanencia del peligro para la integridad física de la justiciable durante el evento que tuvo lugar a las veinte horas (...) no existiendo en autos medio de prueba que acredite lo contrario y menos aún que demuestre que la lesión inferida en el cuello por (Yakiri..) a su agresor fuera suficiente para cesar los efecto de peligro para la integridad física de dicha procesada...”.
O sea, Yakiri actuó en legítima defensa. Punto.
La primera persona que se sorprendió con la decisión del juez fue la abogada Ana Katiria Suárez, quien dijo al conocer la decisión del juzgador: “Nos sorprende esta resolución, pensábamos que al haber tres resoluciones de juzgados de alzada, esta podía resolverse en la misma línea; sin embargo nos encontramos con un juez valiente”, afirmó.
Estaba feliz al igual que la joven Yakiri por la decisión, por fin había encontrado justicia, pero estaban preparadas para ir más lejos, incluso a la SCJN o a tribunales internacionales.
Ahora la joven de 20 años de edad y candidata a un puesto de elección popular –por Movimiento Ciudadano- planea junto con su abogada interponer una denuncia penal por violación contra el otro agresor quien la autoridad nunca detuvo. En efecto, anunciaron que acudirán ante el procurador para acusar con las pruebas obtenidas –incluyendo la boleta de libertad absoluta- al otro agresor de nombre Luis Omar Ramírez Anaya, quien está libre, y anda por ahí, y es un peligro para la joven tepiteña y su familia.
Dijo que no le gustaría encontrárselo en la calle, por eso el proceso no termina aún. Eso sí, Yakiri responsabilizó públicamente a Ramírez Anaya y a las autoridades de la Ciudad si algo llegara a pasarle. Y es que no tiene medidas cautelares.
El caso de la joven Yakiri es interesante, es una especie de segunda versión de Presunto culpable.
Le di puntual seguimiento en los medios como muchos otros casos que uno lee en la prensa. Pero lo seguí más de cerca cuando vi un documental del caso que fue premiado en noviembre de 2014 por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). En efecto, la Unidad de Generó de la SCJN, junto con la oficina del Alto Comisionado en materia de derechos humanos de la ONU, el Canal Judicial, Mujeres en el Cine A.C., y la organización Periodistas de a Pie, otorgaron reconocimientos a varias trabajos en materia de justicia y género edición 2014, en los géneros de ensayo, reportaje escrito y documental…
Uno de los trabajos ganadores fue sobre el caso de Yakiri. “Si te violan defiéndete, pero poco”.
Se puede ver en la red YouTube... y hoy tiene más de 14 mil visitas.
Fue realizado por Alberto Álvarez quien con una pequeña cámara y mucha imaginación lo pudo concretar con ayuda de amigos, y después de haber leído el asunto en los medios.
El trabajo –junto con los otros dos- a decir de la Ministra, Olga Sánchez Cordero, “serán utilizados como herramientas de sensibilización en las distintas jornadas de formación y capacitación emprendidas por el Programa de Igualdad de Género en la SCJN y dirigidas a personal jurisdiccional”.
El documental aborda con detalles en 10 minutos el caso, y le nombre dice cosas…: “Si te violan defiéndete, pero poco”…porque si lo haces de más te meten a la cárcel”.
¿Qué ocurrió?
Veámoslo en retrospectiva.
Los hechos ocurrieron la tarde noche del lunes 9 de diciembre de 2013, en una calle en las afueras de la estación Doctores del metro –muy cerca, por cierto, del denominado búnker de la PGJDF– cuando Miguel Ángel y su hermano Luis Omar Ramírez Anaya, quienes viajaban en una motoneta de color negro y amarillo interceptaron a la joven y se la llevaron al hotel Alcázar ubicado en la calle Doctor Liceaga #143. El administrador como todos en la ciudad de México ni siquiera pidieron registrarse, es evidente que conocía a los agresores y seguramente no era la primera vez que llevaba a ese lugar a una víctima.
No hay ningún control en los hoteles de México. Nadie te obligaba a registrarte con alguna identificación oficial, esto no ocurre en otras latitudes como Europa. Allá si no presentas tu identidad no entras.
Pero bueno esa es otra historia. En ese hotel Yakiri fue violada, nadie la escuchó y milagrosamente logró sobrevivir al ataque.
Se defendió y en el forcejeo hirió a su atacante –Miguel Ángel– quien murió minutos después en un patio de la calle de Doctor Jiménez, tenía 14 lesiones, incluyendo una herida en la yugular de 10 centímetros de largo, que fue la que le causó la muerte, según el dictamen forense.
¡Muy lamentable!
La joven deshonrada y aún sangrando por las heridas que sufrió, salió corriendo del hotel en busca de ayuda y la encontró, con unos policías muy cerca del lugar. Estos al verla pidieron una ambulancia y después de ser atendida por los paramédicos, la pusieron de inmediato a disposición de la agencia 50 del Ministerio Público, quien integró la averiguación previa ACI/T3/405/13-12.
El cadáver del agresor fue encontrado cerca de ahí debido a que aún con las heridas pudo huir en su motoneta, obviamente no iba a sobrevivir, la herida era de muerte. El agresor tenía antecedentes penales por robo con violencia, portación de arma de fuego.
Y en ese, en el denominado bunker, Yakiri en lugar recibir atenciones médicas y sicológicas como debe ser en un caso de esta naturaleza las cosas se le revirtieron: ¡Fue revictimizada!
En sólo dos días, el 11 de diciembre, fue consignada al penal de Santa Martha Acatitla acusada de homicidio. Santiago Ávila Negrón, juez, el 68 penal le dictó auto de formal prisión por homicidio calificado.
Así nomás, sin hacer ninguna investigación profunda. Total los jueces, así son nuestro jueces, afortunadamente no todos, pero muchos de ellos no aprendieron lo del filme ¡presunto culpable!
Al día siguiente, la foto de Yakiri apareció en todos los medios acusada de homicidio con el nombre de la mujer filosa.
No cabe duda que nuestra procuraduría es buena para hacer que las cosas cuadren, y los jueces pues listos para cerrar el caso...
Esta vez no fue así, una joven abogada de nombre Ana Katiria Suárez se interesó en el caso y apeló la formal prisión, además varias organizaciones de mujeres se interesaron más y obviamente las protestas de familiares y de mujeres no se hicieron esperar.
Días después, el 29 de diciembre de 2013 se realizó una marcha del Ángel de la Independencia al Zócalo capitalino para exigir la liberación de la joven y gracias a ello permaneció sólo una semana en Santa Martha Acatitla, luego de que su defensa denunció que había sido amenazada en el interior del penal por supuestos familiares de su víctima.
De inmediato fue trasladada al Centro de Readaptación (Sic) Social Femenil de Tepepan, un lugar más “decente”.
El sábado 17 de enero de 2014, varias organizaciones civiles y activistas crearon un comité Ciudadano para la Liberación de Yakiri. Su primer acto fue un ayuno frente al búnker de la PGJDF, ahí las participantes enlistaron 10 irregularidades en el proceso penal, pues acusaron que las autoridades ministeriales en vez de seguir los protocolos de actuación en casos de violencia sexual se dedicaron a acreditar el homicidio.
O sea, los fiscales trabajaron a favor de los atacantes.
Ante ello, el 27 de enero, la V Sala Penal del TSJDF, encabezada por la jugadora Celia Marín Sasaki, inició el proceso para atender el recurso de apelación interpuesto por la defensa de la joven en contra del auto de formal prisión, y además la Comisión de Derechos Humanos del DF presentó –el 31 de enero- el recurso amicus curiae, con la intención de “contribuir a una reflexión en los temas de género y de los estándares internacionales sobre cómo se debe actuar en casos en los que una mujer tenga dos calidades: de víctima y de probable responsable”.
Ante esa presión las y los señores magistrados de la V Sala –Celia Marín Sasaki, Salvador Ávalos y Arturo García– estudiaron el caso y el 3 de marzo de 2014 reclasificaron el delito: De homicidio doloso a homicidio con exceso de legítima defensa.
Este delito, al ser considerado no grave, le dio el beneficio de la libertad bajo fianza, pero de nuevo la revictimización: la fianza fue de ¡423 mil 800 pesos!
Del monto de la fianza fijada, 100 mil pesos fueron de obligaciones procesales y 323 mil 80 pesos a la reparación del daño.
¿Reparación del daño?
¿A quién, a quiénes? ¿A los agresores?
¿Y ahora, de dónde sacar tal cantidad si la joven es de escasos recursos?
Pues varios le entraron al “pase de charola“, entre ellos algunos legisladores como los senadores Angélica de la Peña y Alejandro Encinas (PRD), así como los diputados Dinorah Pizano (PRD) y Ricardo Mejía Bermeja (MC), entre otros.
José Luis Rubio, padre de la víctima, informó que con ayuda de legisladores se pudo juntar el dinero.
En ese entonces, Yakiri salió del reclusorio de Tepepan, dijo entonces, que fue juzgada por un juez misógino y machista o sea, el juez Santiago Ávila Negrón. La verdad es que Yakiri se expuso demasiado, ya que el señor juez la pudo haber acusado por otros delitos. ¿Cómo decirle al señor autoridad juez misógino?
El caso siguió su curso y Yakiri aceptó a ser candidata a diputada por un partido político de los chiquitos, su candidatura será testimonial.
La tarde del jueves 21 de mayo recibí a través de la red social, la noticia, el juez Fausto Agustín Ayala, decidió otorgarle la libertad absoluta a Yakiri y con ello deja un precedente.
Es decir, el juzgador reconoció que lo que hizo no fue un exceso, simplemente se defendió.
No conozco a fondo el documento de la causa penal 63/2014, pero me han comentado que el juzgador no ahondó profundamente en la resolución... Pudo haber hecho un documento que dejará de una vez por todas que los violadores no tendrán cabida en la Ciudad de México y que se debe juzgar con perspectiva de género.
Si el asunto hubiera sido adverso, seguramente el caso podría haber llegado a la SCJN, ese fue el mensaje del alto tribunal cuando premió el documental del caso de Yakiri.
Aquella mañana del 6 de noviembre, la ministra Olga Sánchez improvisó un discurso muy emotivo en la entrega de los premios, ahí estaba mirándola la joven tepiteña, iba con sus padres y algunos familiares. Al final se tomaron la foto y charlaron con la Ministra, quien les dijo que ellos podrían atraer ese caso si lo pedía la defensa, y en voz baja le dijo abrazándola: “No estás sola”.
Un asunto interesante en el sistema de justicia penal que algunos estudiosos del tema deberían de abordar.
Varias irregularidades, de entrada, no hubo debido proceso.
¿Dónde habré escuchado esta frase?
No se aplicó el principio de presunción de inocencia que mandata al apartado B del artículo 20 Constitucional...
Y lo que vimos es lamentable. Las autoridades ministeriales intentaron en un principio desacreditar a la víctima, sugiriendo que su atacante era su amante, etcétera.
Varias Organizaciones de mujeres siguieron el caso de cerca, muchos medios estuvieron al pendiente, entre ellos Reforma, El Universal, La Jornada, la agencia APRO y la revista Proceso, y muchos medios electrónicos y alternativos... También las redes sociales.
Al final el juez tomó una sabia decisión, juzgó con perspectiva de género, y con ello evitó que el caso no llegara a la Corte.
Me hubiera gustado que llegara con nuestro grandes árbitros, pero la justicia es lenta, y doña Olga ya no estará ahí, termina su periodo este año.
No he escuchado la opinión pública de este caso del abogado penalista Miguel Ángel Mancera, jefe de Gobierno de la Ciudad (es miembro de la Academia Mexicana de Ciencias Penales) ni tampoco del Señor Procurador, ni de don Edgar Elías Azar, presidente del TSJDF.
Tampoco, y se los digo con todo respeto a los amigos de la red a favor de los juicios orales.
¿Supiste del caso Ernesto Canales?
El documental del joven Alberto Alvarez llegó en un momento oportuno, no es un Presunto Culpable 2, “pero algo aporta y sensibiliza a la gente, además los actores fueron reales: En primer lugar Yakiri dando testimonio de su tragedia, el ex presidente de la CDHDF, Luis Raúl González Plascencia, y Laura Aragón, directora de Mukira AC, quien no dejó en ningún momento el caso, entre otros.
Por cierto, Yakiri avisó que devolverá el dinero a las personas que le apoyaron para pagar la fianza.
¿Cuánto le regresarán?
Ella podría recibir reparación del daño si lo solicita. Le recomiendo vaya a charlar con los comisionados de Atención a Victimas, a la calle de Ángel Urraza No. 1137, en particular con el presidente Jaime Rochin del Rincón.
¡Ah por cierto!, el fiscal que llevó el caso podría apelar la resolución. El plazo se vence hoy.
No lo hará, saben que hicieron las cosas mal.
Recomiendo este breve video que nos muestra el momento que Yakiri recibe la resolución del juez.
Disculpen que use de nuevo este fragmento, pero me encanta la socarronería poética de Wystan Hugh Auden, a quien Carlos Monsiváis tanto admiró:
“La Ley, dice el juez con su mirada de menosprecio,
hablando con claridad y suma dureza,
la Ley es como ya os dije,
la Ley es como, supongo, sabéis es
la Ley, pero dejadme que os lo explique otra vez,
la Ley es La Ley.
Sin embargo, los eruditos cumplidores de la ley escriben:
la Ley no acierta ni se equivoca…”.