Queridos Reyes Magos:
Me gustaría un partido de oposición cuyos valores sean la empatía con los ciudadanos, la valoración del trabajo, de los méritos, de la democracia deliberativa y de la formación de la inteligencia social. Si no es mucho pedir, que sus prácticas honraran sus valores.
Me gustaría un partido de oposición de mujeres y hombres con un alto sentido del deber, de la responsabilidad y con la convicción de que el desarrollo personal solamente es legítimo si también lo es de la comunidad.
Me gustaría un partido de oposición que pugnara por la modificación de las reglas electorales para vincular el financiamiento público a los partidos, según sean buenos o malos sus resultados en el ejercicio del gobierno. Y si no es mucho pedir que ponga el ejemplo.
Me gustaría un partido de oposición que apoye la prohibición para que los partidos políticos adquieran créditos que los contribuyentes terminan pagando.
Me gustaría un partido de oposición que sea responsable de los candidatos que postule y, si son elegidos, también lo sea del seguimiento en el desempeño de su gobierno.
Me gustaría un partido de oposición cuyo prestigio fuese tal que los candidatos que postule tuviesen por ese hecho confiabilidad en su favor y, por eso mismo, se comprometan a acrecentarlo.
Me gustaría un partido de oposición cuya fortaleza no esté en el carisma de una persona, ni en la protección mutua de los intereses patrimoniales de la dirigencia, ni en la idea de que es un patrimonio familiar o de alguna aristocracia.
Me gustaría un partido de oposición que al participar en las designaciones de funcionarios públicos lo haga a partir de criterios de mérito, profesionalismo, honradez y no por cuotas o lealtades políticas.
Me gustaría un partido de oposición que juegue su papel de partido de oposición.
Se busca partido de oposición.