En la entrega anterior hacíamos tres preguntas sobre las prioridades nacionales, decíamos: ¿Qué tendrá mayor prioridad, atender a los pobres extremos o pagar la deuda del FOBAPROA?
Evidentemente, las respuestas dependen de quién conteste o desde qué enfoque; lo cierto es que ambas acciones son importantes, sin embargo resulta difícil acordar la prioridad; algunos dirían que es la atención a los 11.5 millones de pobres extremos y seguramente otros, cuidando la macroeconomía, responderían que es más importante el compromiso del FOBAPROA.
De ahí la importancia del gran acuerdo que unifique a la nación en torno a la priorización de necesidades y posibilite una más eficaz aplicación de los recursos, con la garantía de una real y transparente rendición de cuentas.
Hace poco más de un siglo, en 1906, Andrés Molina Enríquez, uno de los precursores de la Revolución Mexicana, en el libro “Los grandes problemas nacionales”, elaboró un amplio diagnóstico para definir cuáles debían ser las prioridades a atender por la administración pública.
Retomo una de las ideas plasmadas en aquel texto, porque me parece completamente vigente en nuestros tiempos: “No hay región de la República que no tenga sus ventajas y sus inconvenientes. Lo malo, tratándose de esta materia, es que se ha olvidado mucho el principio de que la naturaleza impone la dirección del trabajo…”. Hoy, en la visión de país que queremos es necesario poner al desarrollo regional como eje transversal e integrador; el enfoque sectorial está agotado. Lo regional implica una verdadera descentralización, significaría corresponsabilizar a la familia, la comunidad, el municipio y la región de sus procesos de desarrollo.
En el marco de la propuesta de la Secretaría de Hacienda para la instrumentación del Presupuesto Base Cero (PBC) para 2016, resulta indispensable consensuar y jerarquizar los temas más importantes para el país y definir cuáles son los objetivos, metas, método y presupuesto para alcanzarlos. De ahí la necesidad del acuerdo, pacto o como se le quiera llamar, que dé viabilidad a la estrategia del PBC, porque va a permitir lograr más con menos.
Sólo a manera de provocación, se enlistan en orden jerárquico algunos de los temas que a nuestro parecer deberían encabezar dicho acuerdo:
1.- Pobreza. ¿Será esta la prioridad número uno? Sin duda lo es. Resulta inaceptable que todavía 11.5 millones de mexicanos vivan en situación de pobreza extrema.
2.- Empleo. ¿Será importante el empleo? Para los jóvenes la tasa de desempleo ronda el 8% y la mejor política de seguridad es la prevención, por eso la urgente necesidad de proyectos empleadores de la juventud, ya que plazas lamentablemente no hay.
3.- Pensión Universal. Es un compromiso del presidente Enrique Peña Nieto, hay que concretarla y para ello todos ponen. A la par, está pendiente la creación de un sistema único de salud que brinde atención de calidad para todos.
4.- Educación. La educación tiene un potencial liberador, concientiza, sensibiliza, promueve y fortalece la creatividad, brinda seguridad y promueve un espíritu de emprendimiento. Países como Taiwán han dado ejemplo del éxito que se puede obtener al impulsar la educación como motor fundamental del desarrollo.
Una vez resuelto el acuerdo nacional y la voluntad política de cómo y en qué orden financiar los grandes problemas nacionales, se podrá caminar hacia las soluciones que el país requiere. Recursos hay, sólo falta una mejor y más justa distribución.
Y si usted, lectora, lector querido, no tienen inconveniente, muchas gracias por sus amables comentarios y aportaciones, nos leemos el próximo jueves.
P.D. Desgraciadamente se van el mismo día el Premio Nobel Günter Grass y el prominente escritor uruguayo Eduardo Galeano, dos grandes pérdidas para el mundo. Su obra nos seguirá acompañando.
Facebook: Pedro de Leon Mojarro
Twitter: @Pdeleonm
Sitio Web: www.pedrodeleon.mx