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Pero sigue siendo el rey

El punto más álgido que se evalúa en este momento con la Secretaría de Hacienda es el tratamiento fiscal que tendrá.

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Escrito en OPINIÓN el

Carlos Slim Helú, tiene bien ganado el mote del Rey Midas de los negocios y así lo demostró junto con su socio, Antonio del Valle Ruiz, quien en casi dos décadas construyó un imperio en el sector petroquímico con su empresa Mexichem.

 

Y para muestra un botón: Para los que piensan que a Elementia, de ambos magnates, no le fue del todo bien en su debut en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), ya que la volatilidad en los mercados y la crisis en Grecia, hizo que ajustaran a la baja  el precio al que colocarían de su  acción, se equivocan.

 

A toro pasado, muchos de los analistas se quedaron con el ojo cuadrado ante la perfecta ingeniería financiera que manejaron los empresarios. De los 230 millones de títulos que se emitieron en el mercado bursátil  el 10 de julio, ambas familias decidieron comprar 14% del total, es decir, cerca de 30 millones, por las que pagaron poco más de 500 millones de pesos.

 

La razón, dicen en el primer círculo de la compañía, fue para evitar una dilución en el grupo de control, el que después de la oferta tendría la nada despreciable cantidad de 77%; esto entre el Grupo Kaluz, propiedad de Antonio del Valle y de Grupo Carso, que es la tenedora de Elementia.

 

Antes de la operación bursátil, 51% de la tenencia correspondía a Kaluz y 46%, a la tenedora de Elementia y el otro 3% estaba en manos de accionistas minoritarios.

 

Sin embargo, hay quienes consideran que la estrategia de los empresarios fue magistral, ya que lograron sacar provecho hasta de los tiempos adversos; pues al colocar a 17 pesos los títulos y comprar 14% –que representa entre 3 y 4% de la compañía-, podrán vender a un precio más alto, sobre todo porque la demanda de las acciones de Elementia en la BMV sorprendió al mercado y sólo en sus primeras horas de operación ganó 11 por ciento.

 

La última y nos vamos

 

Los que empezaron a trabajar a marchas forzadas fueron los directivos y accionistas de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) que preside Jaime Ruiz Sacristán.

 

A pesar de que los mercados no están en su mejor momento ante la fuerte volatilidad que afecta al peso y que proviene de la crisis en Grecia, así como la cada vez más cerca decisión respecto a un aumento en las tasas de interés por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos (FED), los altos ejecutivos están decididos a colocar su producto para energía en este mismo año.

 

Incluso, desde hace meses sondean al mercado y ya iniciaron algunos acercamientos con inversionistas nacionales y extranjeros, a fin de conocer el interés que podría despertar el nuevo vehículo, el que se especializará en infraestructura para el sector de energía.

 

Lo que desde ahora ya dejan  en claro es que no será ni un Fideicomiso en Bienes Raíces (Fibra) ni un Certificado en Capital de Desarrollo (CKD), sino un instrumento que incluya características específicas para este sector.

 

El punto más álgido que se evalúa en este momento con la Secretaría de Hacienda es el tratamiento fiscal que tendrá.

 

@rominarr