Main logo

Peña frente a Trump

Donald Trump impuso la agenda, los términos de la negociación y todo indica que también los resultados.

Por
Escrito en OPINIÓN el

Quienes pensábamos que al asumir formalmente el cargo como presidente de los Estados Unidos, Donald Trump podría moderar las posiciones sostenidas durante su campaña, nos hemos equivocado como quedó claro en su discurso ultra nacionalista de toma de posesión y en las declaraciones que ha emitido en estos días.

 

Los anuncios respecto a la construcción del muro fronterizo, la deportación de migrantes y la renegociación del Tratado de Libre Comercio, así como la presión que ha ejercido sobre la industria automotriz para que cancele las inversiones que tenía proyectadas en México, sin duda deben ser motivo de preocupación. Pero quizá lo sea aún más la tibieza mostrada por nuestro gobierno y la debilidad con la que llegará Peña Nieto a la reunión programada para el 31 de enero.

 

Es difícil olvidar la imagen -casi de sumisión- del presidente de México en la conferencia de prensa tras el encuentro privado que sostuvo el 31 de agosto de 2016 con el entonces candidato del Partido Republicano, y tampoco produce mucha tranquilidad el hecho de que la principal apuesta del gobierno para construir una relación de respeto y colaboración con el vecino país, sea la cercanía del recién nombrado secretario de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray, con el yerno del presidente norteamericano.

 

Ni siquiera el decálogo que el pasado lunes dio a conocer el Titular del Ejecutivo Federal con los objetivos que supuestamente serán la base negociación con Estados Unidos ha sido suficiente para generar confianza, pues más bien parece una lista de buenos propósitos y no se advierten acciones claras para lograrlos. Los pronunciamientos sobre la defensa de la soberanía y los intereses nacionales, así como la legalidad y el respeto a los derechos de nuestros connacionales, llegan tarde y se quedan cortos.

 

Por otra parte, no se explica que ante la situación que enfrentamos, no haya convocado a los diferentes sectores del país y empezado a forjar alianzas estratégicas tanto al interior como en el ámbito internacional. Mejor la oposición ha hecho llamados a la unidad y a cerrar filas. Quizá ya no tenga capacidad para ello pues no olvidemos que nos encontramos en medio de una severa crisis económica, política y social, y que los niveles de aprobación de Peña Nieto son los más bajos de la historia desde que se publican encuestas (12%), lo que seguramente no ha pasado desapercibido para Donald Trump y su equipo.

 

Dicen que en política la forma es fondo, por lo que no puede ser casual que justo el día en que los secretarios de Relaciones Exteriores y de Economía se encontraban en Estados Unidos para preparar la reunión entre los mandatarios, Trump haya firmado la orden para iniciar la construcción del muro e hiciera anuncios en materia migratoria así como de medidas contra las “ciudades santuario”, que claramente representan una afrenta para nuestro país. Con razón se han alzado diversas voces como las de Andrés Rozental, Jorge Castañeda, Héctor Aguilar Camín, Cuauhtémoc Cardenas o Jesús Silva-Herzog, pidiendo al Presidente Peña que cancele su asistencia ante la falta de condiciones y asumamos una posición firme y digna.

 

Donald Trump impuso la agenda, los términos de la negociación y todo indica que también los resultados por lo que no hay mucho de qué hablar. Es triste decirlo, pero se los volvieron a chamaquear.

 

@agus_castilla

@OpinionLSR

 

> Lee más sobre el autor