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Patriotas y preclaros

No son tiempos para improvisados ni para merolicos.

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Escrito en OPINIÓN el

Genio y figura. Para Fox todo se reduce a exposición mediática, así sea a fuer de desfiguros y estulticia.

 

No es casual que esta momia política despierte a los embrujos de un personaje que le es tan parecido: Donald Trump.

 

Con él comparte ignorancia, soberbia, insensatez, torpeza, insolencia y apolítica. El ruido mediático del lenguaraz empresario –otro atributo que comparte con el guanajuatense- despertó en Fox ansias toreras y recuerdos de días gloriosos en los que cuanto mayores fueran su estupidez y torpezas, mejor su posicionamiento en una democracia regida por la sinrazón y el absurdo.

 

Aún están frescos los 15 minutos para resolver el conflicto zapatista, el “comes y te vas”, el “¿yo por qué?”, la tristemente celebre pareja presidencial, así como su ofrecimiento de resolver, también en 15 minutos, el conflicto de las dos Coreas. Anécdotas todas que salpimientan un sexenio perdido, una transición derrochada y una democracia que, además de infecunda, quedo reducida a circo y desvarío.

 

Fox se ve en el espejo de Trump y cree que aún tiene derecho a nuevos tiempos. Imposible que sepa y, aún menos, que entienda que López Portillo tituló sus memorias de gobierno “Mis tiempos”, porque estaba consciente que en México para un expresidente el tiempo ya no existe. No hay redención posible. “Juicio inapelable” le llamó Díaz Ordaz. Pero imposible que el chivo en cristalería de San Francisco del Rincón y su improvisada Maquiavela de bolsillo entiendan la profundidad de ello. Para ambos todo es exposición mediática y venta de cursillos de superación personal.

 

Manuel Garza González, éste sí verdadero conocedor de la política mexicana, una vez me dijo que a lo único que tenían derecho los expresidentes en México era a dictar su epitafio.

 

Imposible que Fox lo entienda.

 

El problema, sin embargo, no es Fox y su sobrada locura; sino que Donald Trump es un asunto de compleja delicadeza y explosiva probabilidad.

 

No es cuestión de salir al aire para recordarnos la supina incapacidad foxiana.

 

Fox comprueba una vez más que jamás entendió lo que era ser presidente; imposible pedirle ahora que deduzca lo que debe ser un expresidente.

 

Entiendo que Fox, tan identificado con Trump en poses, leguaje, estrategias, suerte e ignorancia, crea ser el indicado para hacerle frente. Se siente en su cancha, se aprecia su par y se cree en su peso. No le falta razón por lo que hace a locuacidades, pero seis años debieron bastarle para saber que las locuacidades sólo conducen al manicomio, así sea en un rancho donde todos le llaman Presidente y despacha en una réplica de su oficina en Los Pinos.

 

Bien harían los norteamericanos en verse en el espejo negro del foxiato para valorar el futuro que pueden estar construyendo.

 

La fotografía publicada con profusión donde el expresidente sale haciendo una fálica señal lo pinta de cuerpo entero y acredita sus cartas para un debate cuya altura él mismo consigna.

 

México merece mejor que eso. Trump aún más.

El riesgo Trump es de alcance global y demanda un abordamiento supranacional y racional, no mediático. No es cuestión de payasos, menos de mentecatos. El mundo está urgido hoy más que nunca de verdaderos estadistas. Frente a la locura, dice el dicho, cordura. Frente a la apolítica, política. Frente a la sinrazón, razón. Atributos, todos ellos, de los que Fox carece; no en balde se identifica tanto con Trump.

 

Pero Fox, para nuestra fortuna, no pasa ya de ser un mal recuerdo y un lúgubre personaje. El problema Trump ni está en los ámbitos de su manicomio ni en la liga de sus atributos.

 

México, no sin dolorosas amputaciones, ha sabido dormir doscientos años al lado de un elefante. Hoy ese elefante se ve amenazado con perder la cabeza e incendiar la pradera, sino es que el orbe entero. No son tiempos para improvisados ni para merolicos. La situación demanda políticos de a de veraz, no personajes de opereta electorera. México está urgido de preclaros y patriotas.

 

@LUISFARIASM 

@OpinionLSR