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Modernizarse y cambiar

Los planes de modernización y de inserción de la Sedena en el contexto mundial bélico como nuevo actor fabricante de armas son ambiciosos.

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Escrito en OPINIÓN el

El Ejército Mexicano avanza en su modernización y adaptación a un entorno mundial castrense en el que tiene varias décadas de atraso no solo en temas de desarrollo tecnológico e industrial, sino también en aspectos doctrinarios como el del respeto a los derechos humanos.

 

Mientras el alto mando anuncia con orgullo los festejos del centenario de la Industria Militar adelantando que emprenderá proyectos históricos en el corto y mediano plazos, su Dirección General de Derechos Humanos sigue recibiendo quejas y recomendaciones de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) por abusos de todo tipo, ahora, contra sus propios efectivos.

 

El pasado fin de semana, el general secretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos Zepeda, inició los festejos del centenario de la Industria Militar con sendos anuncios sobre proyectos en marcha para fabricar armamento y material aéreo que permitirán a la Sedena dejar de depender de fabricantes extranjeros.

 

Cienfuegos mención, entre otros, los proyectos ya en marcha la construcción de un avión biplaza y dos aviones experimentales para adiestramiento básico en la Escuela Militar de Aviación. Habló también de la fabricación de un cohete aire-tierra, calibre 50 milímetros, para prácticas así como un lanzador con siete cañones para artillar helicópteros y aviones de la Fuerza Aérea Mexicana.

 

Las buenas noticias y los anuncios espectaculares no pararon ahí. El general detalló que los ingenieros militares han desarrollado una aleación de acero de alta resistencia para producir el cañón calibre 5.56 milímetros, habiéndose fabricado hasta el momento dos cañones prototipos con resultados satisfactorios.

 

La Sedena está segura de que al concretar estos proyectos se evitará depender de la tecnología extranjera.

 

Cienfuegos agregó que la Sedena fabrica 50 vehículos tácticos blindados denominados DN-11, con altas características para las operaciones de seguridad en áreas urbanas. El secretario recordó que la industria militar produce además el Sistema de Accionamiento Remoto de Armas de Fuego Saraf-Balam1, instalado en seis vehículos tácticos blindados DN-11 y que ya es utilizado con éxito en operaciones contra el narcotráfico.

 

Los planes de modernización y de inserción de la Sedena en el contexto mundial bélico como nuevo actor fabricante de armas son ambiciosos y deberán concluir, en una primera etapa, al final de este sexenio.

 

El problema es que esta interesante dinámica de recambio militar mexicano no va a la par de agendas como la del respeto a los derechos humanos, que brilla por su ausencia no solo en los cuarteles, sino también en las escuelas de formación como la Médico Militar.

 

Casi al mismo tiempo en el que el titular de la Sedena anunciaba los trascendentales proyectos de modernización militar, la CNDH exhibía de nuevo la ineficacia de la nueva doctrina de respeto a los derechos humanos que se enseña en las aulas del sistema educativo del Ejército.

 

La CNDH le envió a la Sedena la Recomendación 2/2016 sobre actos de violencia física y sexual sufridos entre septiembre de 2012 y junio de 2013 por un cadete de la Escuela Médico Militar.

 

De acuerdo con lo concluido por la CNDH, la integridad personal del cadete de nuevo ingreso fue vulnerada por los tratos crueles a los que fue sometido por cadetes de años superiores, puesto que no fue respetado y valorado como persona en lo individual y social.

 

Las agresiones sufridas le causaron además lesiones y daño psicológico. La comisión señala, entre otros puntos, que la víctima fue vulnerada en una de las esferas más íntimas de las personas que es la sexualidad.

 

“Se anuló su poder de decisión sobre su cuerpo, puesto que mediante amenazas, y sin su consentimiento, un cadete de mayor grado y antigüedad lo agredió sexualmente, destacando que en los días que eso ocurrió se encontraba en estado de sometimiento y vulnerabilidad al estar en internamiento, alejado de su familia”.

 

Una nota periodística de El Universal detalla que el estudiante “fue agredido física y verbalmente por distintos cadetes desde que ingresó a la Escuela Médico Militar (Emm) y que bajo amenazas, ante el temor de recibir un daño grave, obedecía al agresor contra su voluntad. En ese plano de sumisión el agresor tenía la finalidad de intimidar y degradar al cadete de nuevo ingreso, lo que dejó en éste graves secuelas sicológicas y afectación emocional”.

 

La CNDH relató que el pasado 12 de junio de 2013 recibió el escrito de esta queja, en el que la madre del alumno de la Escuela Médico Militar relató que su hijo fue objeto de agresiones físicas y sicológicas por cadetes de segundo y quinto grados.

 

“Lo despertaban entre las 02:00 y 03:00 horas y lo llevaban al baño, donde le pateaban la cabeza, le daban puñetazos y tablazos, además de imponerle tareas abusivas como limpiarles las botas, planchar uniformes y hacerles de cenar; también era obligado a llevar despensa de alimentos y artículos de limpieza”, comentó.

 

Los días 12, 15 y 16 de junio y 12 de agosto de ese año se recibieron los escritos de queja firmados por el alumno, quien señaló a uno de los cadetes como el que “de marzo a mayo de 2013 violentaba su persona”.

 

La Recomendación de la CNDH a la Sedena por lo ocurrido a “Alfredo” engrosa un abultado expediente militar de violaciones y abusos a los derechos humanos no solo contra civiles, sino también contra sus propios integrantes.

 

La solución al problema ocurrido en la EMM fue obligar al estudiante a darse de baja de manera inmediata para evitar escándalos y que los reflectores de la prensa nacional e internacional se centraran en la nueva agenda de respeto a los derechos humanos anunciada por la nueva administración de Enrique Peña Nieto y del general Cienfuegos al frente de la Sedena.

 

“Alfredo”, hijo de un teniente coronel médico militar, sufrió estas vejaciones en los años en los que el general Médico Cirujano Daniel Gutiérrez Rodríguez (entonces brigadier) era director de la Escuela Médico Militar de la Sedena.

 

Pese a las denuncias que se le presentaron, el general Gutiérrez no actuó en consecuencia y archivó el caso de “Alfredo” junto con otros que le fueron presentados.

 

Los golpes, novatadas  y abusos en la EMM siguieron su curso. Las cosas no cambiaron. El 20 de noviembre de 2013 el general Daniel Gutiérrez fue ascendido al grado de general de Brigada. Dos años más tarde, con la investigación de la CNDH en curso, fue promovido por el general Cienfuegos como Director General de Sanidad Militar.

 

El lastre y su consecuencia se explican solos si la aplicación de la nueva doctrina militar de respeto a los derechos humanos permite y oculta las vejaciones desde sus planteles educativos.

 

Poco o nada se puede hacer si el problema existe y es solapado desde la raíz.

 

@JorgeMedellin95