Main logo

Mitos y magia ancestral

El legado literario de Amos Tutuola.

Por
Escrito en OPINIÓN el

El continente africano se caracteriza por ser depositario de extraordinarios paisajes, tener una variada riqueza natural con climas extremos y exuberantes, y ser contenedor de etnias, pueblos y razas milenarias que han acuñado mitos y leyendas para transmitir su legado de las generaciones primigenias a las generaciones futuras.

 

En este marco surgió a mitad del siglo pasado un brillante escritor nigeriano, quien gracias a su estilo aparentemente descuidado, nos interna en un universo fuera de toda lógica humana, en el que en ocasiones seres irreales y personajes fantásticos en algunas otras, brotan de la inventiva de Amos Tutuola, quien creó una verdadera saga africana utilizando la tradición de su familia de origen yoruba.

 

De manera brillante, Tutuola fue quien abrió el camino de la actual narrativa africana con su novela El bebedor de vino de palma, primera novela publicada por el autor, que despertó un gran interés en todo el mundo literario, por lo que muy pronto fue traducida a varios idiomas obteniendo un éxito inusual con respecto de otros autores africanos hasta ese momento.

 

El bebedor de vino de palma es una obra literaria que nos va revelando la poesía del pensamiento primitivo y su lógica interna, convirtiéndola en un símbolo universal que transita la frontera de la rica tradición oral yoruba con ideas y alusiones adaptadas al folclore moderno, lo que la convierte en algo único e impresionante.

 

Encuentros con seres sobrenaturales, magos, dioses, demiurgos nocturnos, aldeas encantadas pobladas por fantasmas, montes habitados por seres míticos, bosques donde los árboles caminan solos, es a lo que se enfrenta el protagonista que nos cuenta su inusual historia y que tiene lugar en el corazón de África.

 

El narrador es un desenfrenado bebedor de un característico vino extraído de la palma, que se destaca por ser una bebida fuerte, recia y muy común en países del Caribe, Asia y por supuesto África; desde la primera frase el narrador nos dice: “He sido un bebedor de vino de palma desde que tenía diez años”.

 

Amos nos deja abierta la posibilidad para discernir sobre el narrador-héroe y la historia que nos presenta: un hombre abatido por el alcohol que en estado inconsciente vive una aventura mezclada con los mitos y leyendas del pueblo yoruba, que sobriamente sería imposible recrear.

 

En el estado en el que está, ese hombre tiene un periplo cuasi diabólico, efecto de la bebida embriagante que ha ingerido sobre manera, ligando el atractivo viaje con su interior y las fuerzas dominantes que rigen la cosmogonía del África, recreando una vía de desarrollo espiritual para la adquisición de sabiduría.

 

Diversos niveles de humanidad, espiritualidad y consciencia deberá de sortear el bebedor de vino de palma para alcanzar su objetivo: recobrar al sirviente que logra saciar la sed del bebedor, y con esto continuar bebiendo descomunalmente vino de palma.

 

El bebedor de vino de palma, una novela que desde el inicio logra captar la atención del lector gracias a la capacidad imaginativa que posee Tutuola para entrelazar la mitología yoruba y las leyendas africanas con la literatura moderna, alcanzando niveles poéticos haciendo un intento por liberar el alma humana.

 

Amos Tutuola, un escritor mágico, que en vida cultivó la imaginación y las tradiciones ancestrales para recrear un universo propio, lúcido y alegre, en el que otros autores se internaron para continuar la tradición iniciada por este novelista.

 

En definitiva, un extraño escritor nigeriano que tuvo la visión y la fuerza suficientes para escribir de forma fantástica en un mundo donde la tradición oral es más fuerte que la escritura.

 

@plumavertical

@OpinionLSR

 

También te recomendamos:

El legado intelectual de Ignacio Padilla

La prosa poética de Gao Xingjian

> Lee más sobre el autor